"Hace tiempo dejaron de ser radicales. Y esa unión ya no es cívica: es cínica”

El espacio de militancia “La Juan Domingo” cruzó al radicalismo por celebrar el fallo de la Corte Suprema condenatorio de Cristina Fernández de Kirchner, “hace tiempo dejaron de ser radicales. Y esa unión ya no es cívica: es cínica”, acusaron.
“No se puede dejar pasar el comunicado del Comité Capital de la Unión Cívica Radical (UCR), en el que celebran el uso del Poder Judicial como herramienta de disciplinamiento político contra quienes no se arrodillan ante los que se creen dueños del país”, indicaron desde el espacio de militancia peronista. 
Y agregaron: “Cuando los líderes populares incomodan, no se los persigue por lo que hicieron, sino por lo que representan. Se los acusa, se los deslegitima y, si pueden, los proscriben o encarcelan. Como otras veces en nuestra historia, se disfraza de institucionalidad lo que, en realidad, es miedo al voto del pueblo. En tiempos donde abunda el insulto desde el anonimato, Cristina no se esconde. Da la cara. Lo que molesta no es un supuesto prontuario, sino una historia de gobierno, ampliación de derechos y vigencia política”.

“Se someten”.
En esa línea, desde La Juan Domingo aseguraron que “asombra ver a dirigentes radicales atacando a quien reconoció su historia, mientras se someten ante quienes la desprecian”, y recordaron que “fue Cristina Fernández de Kirchner quien en 2008 colocó el busto de Raúl Alfonsín en la Casa Rosada, reconociéndolo como símbolo del retorno de la democracia. A pesar de ser adversaria, eligió el respeto. Hoy, ese espíritu es pisoteado por quienes aplauden un fallo que inhabilita sin pruebas firmes ni garantías procesales. No construyen institucionalidad, la vacían”.
“Y mientras tanto, callan frente a un presidente que se burló de Alfonsín en televisión diciendo que le pegaba a un muñeco con su cara. ¿Y la dirigencia radical? Aplaude. Se acomoda. Se entrega. Y así, también entrega los intereses de laburantes, jubilados y estudiantes. La UCR supo dar al país hombres y mujeres de coraje y convicciones. Estos de ahora, sólo dan vergüenza. Tienen una historia que merece respeto”, indicaron.
“Pero en Santa Rosa, como en tantos otros lugares, su dirigencia prefiere inclinarse ante el poder que odia sus propias raíces. No es justicia: es disciplinamiento político. Hace tiempo dejaron de ser radicales. Y esa unión ya no es cívica: es cínica”, concluyeron.