Hay un barrio S.A., ¿y no autoriza un fideicomiso?
Toay, al igual que muchas localidades cercanas a la capital pampeana, se convirtió un gran atractivo para aquellos que quieren acceder a una vivienda propia, en un lugar en el que pueden alejarse de los impagables números que genera la especulación inmobiliaria en Santa Rosa.
Por ello, la posibilidad de comprar condominios entre varias personas para construir allí cada uno su vivienda, es algo que se da mucho en el último tiempo en localidades como Anguil, La Gloria, Uriburu; entre otras. Pero un loteo de chacras en Toay, que fueron compradas en condominio, generó polémica porque el municipio en más de la mitad de los casos no permite que se puedan escriturar. Son más de 400 las personas afectadas.
Los compradores del loteo de chacras en Toay salieron en defensa del vendedor de los terrenos, Marcelo Gallego, luego de que un medio periodístico calificó la venta como una estafa. La situación es que el municipio les niega a los propietarios de los lotes los libres de deuda necesarios para poder escriturar, y por lo tanto la posibilidad de construir en su condominio.
No obstante, en el propio ejido toayense hay loteos habilitados por el municipio, que escapan a la zona urbana céntrica de la ciudad, en los que hasta se han cedido calles -propiedad de la comuna- para uso privado.
Cuesta del Sur.
El más particular de estos casos es la Cuesta del Sur, ubicada a la vera de la ruta nacional 35, en la Loma de Giuliani.
"La Cuesta tiene un sistema que data de mediados de la década del '80, por el cual hay una sociedad anónima que es la organizadora del barrio, y es además, la propietaria de todos los espacios comunes, la portería, la pileta común, el salón de usos múltiples, las canchas de fútbol y pádel. La sociedad es la dueña de todos los ambientes comunes", explicó a LA ARENA uno de los integrantes de esa sociedad anónima.
Y agregó que pertenecen a esa sociedad "todos aquellos que compramos una parcela de carácter absolutamente exclusiva. Los vecinos somos propietarios exclusivos de nuestra respectiva parcela, inscriptos en el Registro de la Propiedad Inmueble, como propia de cada uno. A su vez, somos co-propietarios de una pequeña fracción, de lo que llamamos las reservas, que son unos lotes de caldenes", explicó.
Uso exclusivo.
El vecino señaló que en el municipio de Toay, entre los años '80 y '90, autorizó este funcionamiento para el barrio, que permitió hacer el uso exclusivo de las calles interiores, que son propiedad de la Municipalidad de Toay. "Las calles no son ni de la sociedad, ni del club, siguen siendo propiedad del municipio, pero tenemos la autorización del uso exclusivo en función del barrio", explicó.
También aseguró que el municipio de Toay no les presta ningún servicio a los vecinos de La Cuesta. "La recolección de residuos, el mantenimiento de las calles, el riego, son todas cuestiones que corren por cuenta de la sociedad anónima, que tiene un directorio, un consejo de vigilancia, todo formado por vecinos, elegido anualmente a través de una asamblea. A su vez, hay dos o tres empleados que se ocupan de estas tareas, y son empleados de la sociedad compuesta por todos los vecinos accionistas", detalló el hombre.
Más al sur de La Cuesta hay otro loteo, denominado Altos de Payún. Allí no están organizados como sociedad anónima, es un simple loteo con acceso libre.
"Nosotros en La Cuesta tenemos una portería, y hay una guardia que registra el ingreso de los prestadores de servicios, de los invitados, y demás", concluyó.
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