Domingo 11 de mayo 2025

La comuna de Victorica quiere talar un caldén y los vecinos se resisten

Redaccion Avances 29/11/2024 - 15.09.hs

Una insólita situación viven tres vecinos cuyos terrenos limitan con otro propiedad de la municipalidad de Victorica. Un añoso caldén está dentro de los terrenos de dos pobladores, casi en el límite con el predio comunal y solo ramas ingresan. “Los tres vecinos estamos de acuerdo en preservarlo, pero el municipio está empeñado en sacarlo. Ayer (jueves) primero vinieron cuatro operarios con una motosierra y no los dejamos, al rato volvieron con una retroexcavadora y les dije que me iba a encadenar. No sabemos qué hacer”, dijo Franco Ortiz a LA ARENA.

 

El joven le contó a este diario la situación. “Les cuento como empieza esto. Son cuatro terrenos que lindan, tres son de una vecina, mi padre y el mío, el otro es de la municipalidad. Nunca le dieron bolilla, tan es así que hace 7 meses, cansado de pedirles que lo limpien porque era un basurero porque todos tiraban ahí la basura, les hice una denuncia en la Fiscalía y ahí si lo limpiaron”, relató.

 

“Hace tiempo hice un acuerdo con ellos, se hizo la mensura y comenzamos a hacer la medianera de ladrillos. Pero la obra la paramos a dos metros de donde está el caldén hasta resolver el tema”.

 

El caldén. 

 

“Es una planta que nació y creció en el terreno de mi padre, y durante unos 80 años creció y  ahora la estaca que pusieron los agrimensores marcan que ‘está a dos dedos’ de la línea municipal. A ellos solo les entra la copa”, agregó.

 

“Los tres vecinos estamos de acuerdo en ceder un poquito para conservar el caldencito que es de nosotros. Es que es la única sombra que tenemos, ahí comemos asados, tomamos mates, no podemos permitir que lo saquen, solo les entra la copa. ¿Les molesta la sombra?”, se preguntó.

 

El miércoles, desde la municipalidad fueron a la casa de la vecina y le pidieron autorización para sacar el caldén pero ella se negó rotundamente. Y hoy a la mañana –por el jueves-, sin permiso,  entró por el terreno de mi padre (adelante tiene un galpón donde tiene su taller)  una camioneta con unos cuatro operarios con motosierras, yo me enojé y les dije que se fueran ya. Pero al rato aparecieron por el terreno de ellos con una retroexcavadora y un camión. Nos pusimos delante del caldén con mi papá y les dije que si era necesario me encadenaría al caldén, y optaron por irse”.

 

¿Revisión municipal? 

 

Pocos minutos después, hubo un cambio de posición del municipio. “Enseguida fui a lo de un abogado para preparar una nota para el secretario municipal, Luciano Maceda, que es quien mandó a los municipales a talar el árbol. Y en un momento me llama mi padre que había ido el capataz ofreciéndole que tomara un metro para hacer el tapial para no extraer el caldén”,

 

“Así que me fui para la municipalidad para hablar con Maceda. Me dijo que las leyes dicen que los árboles se deben plantar a dos metros y medio de la medianera. Y dujo lo mismo que el capataz, que tomara espacio y terminara el tapial, pero que no sacara nada más en las redes ni en los medios. Ahí le pedí algo escrito, pero me dijo que no podía firmar nada”, se lamentó.

 

“En un momento le dije: ¿hoy no lo van a sacar, pero y mañana? Me contestó: 'y…no sé, pero seguro que hasta el lunes no, porque vuelve la abogada de la municipalidad y vamos a hablar para no sacarlo'. Pero, la verdad, tenemos miedo a que insistan, pero desde ya les digo, si me tengo que encadenar, lo voy a hacer, a ése caldén no lo van a sacar”, concluyó Franco Ortiz.

 

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