Lunes 25 de marzo 2024

“La industria presenta resistencia”

Redacción 28/05/2023 - 00.18.hs

“La claridad que la Ley de Etiquetado Frontal nos da como consumidores tiene que tenerla el Estado al momento de hacer políticas económicas”, afirmó el nutricionista Ignacio Porras, en diálogo con periodistas de Radio Noticias, respecto al impacto de la norma en vigencia desde agosto del 2022.

 

El especialista habló sobre el impacto que la normativa tuvo sobre los consumos alimenticios. “Se aprobó en 2021, pero entró en plena vigencia desde agosto del año pasado y a partir de febrero empezamos a ver en mayor cantidad los productos con los sellos negros. Uno de los beneficios que trajo es acercarnos información y sacar algunas caretas. Las golosinas y los snacks ya sabemos lo que son, pero muchos productos que tenían marketing de productos saludables se vieron alcanzados por la medida. Entonces esto empujó a muchas empresas a reformular sus productos para recuperar un poco la imagen que habían construido”, aseguró.

 

Respecto a las empresas, Porras sostuvo que “la industria está presentando bastante resistencia”, llegando a crear estrategias para no cumplir con la norma. ”Por más que viene habiendo un cumplimiento bastante grande, algo que se puede ver como estrategia es la generación de doble frente, ponen el etiquetado en una de sus caras y no en la otra. Esto pasa porque se denomina cara frontal estrictamente a la que tiene la marca del producto, la denominación de venta y el contenido neto en miligramos o gramos. En muchos envases que tenían una sola cara frontal y del otro lado tenían cosas más de marketing, hicieron una segunda cara con el nombre de la marca bien grande, pero sin los otros elementos. Esto de alguna manera nos dice que la industria bien sabe que esta ley tiene sus resultados y un impacto en el consumo”.

 

Políticas económicas.

 

“No puede ser que la calidad alimentaria se vea jaqueada permanentemente por la situación económica”, expresó el nutricionista respecto a los fuertes aumentos en alimentos y bebidas que se dieron durante el último año. “Las empresas de alimentos son agentes formadores de precios, y justamente hay pocas empresas que generan estos productos, y a veces somos rehenes de ese sistema alimentario”, añadió.

 

En ese sentido, consideró que las políticas estatales pueden tener un rol crucial, pero que debe considerarse el valor alimenticio de los productos que se incluyen en programas económicos: “La ley viene a mostrarnos que todo lo que tiene sellos es lo que tenemos que tratar de consumir con menor frecuencia. Esta claridad que nos da como consumidores, tiene que tenerla el Estado al momento de hacer políticas que protejan el precio de los alimentos. Digo esto porque cuando uno va a la lista de Precios Cuidados, o de los distintos programas del gobierno, siempre encuentra más ‘cosas que se comen’ que alimentos. Esta ley nos muestra claramente qué es lo que no tiene que estar protegido en políticas públicas y lo que sí; porque si no, se sigue ampliando la brecha, y cada vez cuesta más lo saludable”.

 

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