Viernes 30 de mayo 2025

“La natalidad cae en todo el mundo”

Redacción 29/05/2025 - 00.35.hs

En los últimos treinta años, la humanidad registró un descenso vertiginoso de la natalidad en casi todo el mundo. Si bien los cultores del odio aprovecharon para arremeter contra el derecho al aborto, la cuestión no tiene nada que ver con las interrupciones voluntarias del embarazo. “Es una problemática mundial. La tasa de natalidad viene cayendo en todos los países del mundo y solo queda una región con una tasa más elevada: el Africa subsahariana”, aclaró Diana Marre. Sin embargo “no existe ni un solo estudio científico que avale una eventual relación entre la interrupción voluntaria del embarazo y el descenso de nacimientos. No pasa por ahí el tema”, añadió.

 

La investigadora ofreció una charla en el Salón Azul de la UNLPam, bajo la cosnigna “Ampliación de derechos y justicia de género y reproductiva: el caso de España desde la postdictadura a la actualidad”. Marre se graduó (licenciada en Historia) y desarrolló su carrera académica en la UNLPam y fue secretaria académica de Ciencias Humanas durante dos períodos. “En 1994 me fui a España. Hice un doctorado sobre Antropología Social y de la Salud en la Universidad Central de Barcelona y trabajé en diversos en proyectos de investigación, hasta que en 2006 me incorporé a la Universidad Autónoma”, contó.

 

En diálogo con Radio Noticias (FM 99.5) mostró su felicidad por regresar a tierras pampeanas. “Es hermoso volver a estar con gente tan acogedora que llama la atención. Estuve todo el día en Victorica, invitada por un grupo de municipios, y disfruté una jornada preciosa y con mucho sol”, celebró.

 

En cuanto a la crisis mundial de nacimientos, agregó que “el índice de natalidad se desplomó a nivel global y afecta incluso a países como India, cuyo índice era de 5,4 en los años 60 y desde hace muchos años se mantiene entre 1,8 y 2” niños por mujer.

 

Etapa de retroceso.

 

Los recientes ascensos al gobierno de la derecha y ultraderecha marcaron un punto de inflexión para procesos garantizadores de derechos que venían desarrollando muchos países. “En España todavía no se observa este embate desde el gobierno central. Hasta la pandemia no había siquiera contestaciones sobre estos temas y seguía predominando la idea de continuar ampliando progresivamente la lista de derechos, pero hace unos cinco años comenzaron a escucharse estas voces de la ultraderecha”.

 

A diferencia de Argentina, este discurso aún “no se traduce en restricciones a nivel estatal, aunque las regiones gobernadas por el PP aliado con Vox, eliminaron o redujeron los recursos destinados a este tipo de estudios”. Pero la situación ya adquiere gravedad en otros países desarrollados: “en Reino Unido, todos los estudios sobre diversidad, equidad de género y derechos reproductivos están siendo observados, y lo mismo sucede en Estados Unidos”.

 

Marre ratificó que “hay una corriente mundial en este sentido: Polonia suspendió temporariamente el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y también algunos estados de Estados Unidos. Debemos estar atentos y ver cómo sigue, porque hay organismos jurídicos que tienen un rol en estas cuestiones y están actuando”, aclaró.

 

Adopciones internacionales.

 

Marre detalló el proceso de España durante los últimos 30 años para describir los cambios registrados en estas cuestiones. “España es un caso paradigmático: hasta la década de 1980, al país llegaba mucha gente en busca de niños y niñas para adoptar, tanto a través del sistema legal como de ciertas tramas ilegales que se fueron descubriendo”.

 

En la última década del siglo 20 “ese índice se redujo drásticamente y desde 1995 España de mantiene en 1,1 hijos por mujer, cifra que los demógrafos denominan ‘lowest low fertility”. Como consecuencia de esa caída de natalidad, “empezaron a incrementarse las búsquedas fuera de España, donde los períodos de espera pasaron a ser larguísimos. Entre 1998 y 2004 España alcanzó el segundo puesto en la lista de adopciones internacionales, detrás de Estados Unidos, que tiene 200 millones de habitantes”.

 

Cuando llegó a España, Marre fue convocada para realizar estudios sobre adopción y reproducción médicamente asistida “porque la tesis de mi doctorado fue la construcción de la Nación argentina y el rol de la China”. Treinta años después “sigo trabajando y publicando sobre esto, aunque ahora aquellas personas adoptadas son adultas y nosotros estudiamos las distintas estrategias que adoptan. Muchos buscan a sus familias biológicas y me tocó acompañar a una estudiante mía de doctorado que viajó a Nepal para reencontrarse con su familia biológica. Es un tema muy interesante y plantea desafíos importantes”, explicó.

 

Sustitución de vientres.

 

Una opción alternativa a la adopción que se ha extendido notablemente en los últimos años es la “gestación por sustitución”, más conocida por su denominación vulgar, como “alquiler de vientres”. Este término “tiene connotaciones que no describen exactamente esta cuestión”, aclaró Marre, quien en 2010 hizo “trabajo de campo en India”, sobre este tipo de prácticas.

 

“Como en todos los procesos, hay buenas y malas prácticas, eso es inevitable. El proceso en sí mismo no es bueno ni malo, es una opción de acceso a la maternidad y la paternidad. En cada caso, la forma en que estos procesos se tramitan y desarrollan depende de buenas o malas prácticas”, reiteró. Y contó que “para un congreso internacional que nuestro grupo de investigación organiza anualmente invitamos a una gestante norteamericana que vino con su compañero y la pareja de padres que habían gestado con ella. Su proceso resultó muy claro y transparente: ya tenían sus hijos y no se sentían ni padre ni madre del hijo gestado para esta pareja, quienes a su vez percibían a la gestante como una persona que los ayudó en su proceso de acceder a la paternidad”. Después del nacimiento “continuaron sosteniendo encuentros esporádicos y tenían una relación propia de familias extensas”.

 

“También seguí el caso de una chica sin útero que había gestado por sustitución, cuyo proceso fue muy transparente y amigable, y en una clínica de India conocí a dos chicas, de Irlanda y Países Bajos que habían padecido cáncer de útero, y las acompañé a la casa gestante. Es posible realizar buenas prácticas, aunque hay estratificación como en todas las cuestiones. En un tratamiento de reproducción asistida, con gametos de otra persona, hay una estratificación, especialmente si son anónimos y gratuitos, al igual que en las adopciones. Pero pude corroborar que de los costos registrados para una adopción internacional son todos para costear las gestiones, y no queda absolutamente nada para la familia que tuvo ese niño y por el motivo que fuera lo dio en adopción”, concluyó.

 

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