Lunes 15 de abril 2024

"La sustracción fue una operación mediática"

Redacción 03/12/2022 - 00.12.hs

El teniente coronel Fabián Torrengo, actual jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 6 de Toay, es uno de los tres militares procesados por el robo del misil antitanque que en 2015 desapareció del Escuadrón Caballería Blindado 1 de La Plata, y que el 14 de julio de este año fue encontrado por trabajadores municipales en un parque público. En una resolución conocida el jueves, el juez Ramos Padilla lo imputó por "peculado culposo" al considerar que Torrengo, por entonces segundo jefe de la Guarnición Arana, era el principal responsable de custodiar el depósito de armamento y disponer sus medidas de seguridad.

 

Los otros procesados son dos oficiales actualmente en actividad de la policía porteña: Leonardo José Córdoba, sindicado como autor del robo e imputado por "peculado", y Héctor Enrique Valenzuela, acusado por "encubrimiento doblemente agravado". Un cuarto militar, el mayor Gonzalo Damián Gottifredi, hoy Oficial de Personal del Liceo Militar General Belgrano de Santa Fe, resultó beneficiado con "falta de mérito". Fue quien le comunicó a Torrengo que había desaparecido un misil.

 

Tras la investigación, el magistrado concluyó que el misil TOW A 2 no fue sustraído para ser comercializado sino para lanzar un "mensaje interno", a través de una "'operación que tuvo como única finalidad ser descubierta para causar un daño". En 2015 el ministro de Defensa era Agustín Rossi y, entre otros episodios, la fecha del robo coincidió con corridas cambiarias, la muerte del fiscal Alberto Nisman y un intenso proceso de deterioro de la imagen presidencial de Cristina Fernández, impulsado desde los medios concentrados para facilitar la llegada de Mauricio Macri al poder.

 

"Operación mediática".

 

Según fuentes de la X Brigada, Torrengo se encuentra muy afectado por una situación que lo perjudica y lo expone a una condena penal. "Tiene registro impecable, desde que asumió en Toay se destacó por una conducta ejemplar e hizo una gran tarea al frente del Regimiento 6, del que depende la Banda Capitán Tocagni", comentaron. Por estos días, el comandante se prepara para dejar su puesto en el marco de un recambio de autoridades programado para fin de año, "definido hace algún tiempo junto al resto de los reemplazos en las Fuerzas Armadas, y que nada tiene que ver con esta causa", agregaron.

 

Torrengo fue quien radicó la denuncia por el robo, el 12 de enero de 2015, luego de ser informado por su subalterno de que habían sustraído un misil del depósito de armas.

 

En una resolución 150 páginas, Ramos Padilla determinó "la participación y responsabilidad de varios miembros de la Guarnición Arana, tanto por su directa participación material en la sustracción de la munición como por el encubrimiento de lo sucedido, y el incumplimiento de los deberes funcionales específicos, vinculados con la custodia del misil y la seguridad externa e interna de la guarnición militar, que brindaron las condiciones de posibilidad para que el robo se pudiera producir". Esto último era responsabilidad de Torrengo.

 

Según el juez, "las pruebas reunidas permiten sostener con alta probabilidad la hipótesis de que el autor de la sustracción fue alguien perteneciente a la misma Guarnición Arana" y el objetivo del robo no fue vender el misil en el mercado negro. "Es evidente que el o los autores no actuaron guiados por una finalidad económica, sino muy posiblemente motivados por la intención de causar un daño y/o perjudicar a alguna autoridad. Por ese motivo, fue su voluntad que la sustracción del misil fuera conocida, como así también que el proyectil luego apareciera", advirtió.

 

"Causar un daño".

 

De aquel polvorín no robaron ningún otro pertrecho que hubiera sido más sencillo de comercializar, en tanto que el misil "fue finalmente hallado en circunstancias por demás llamativas. Autores desconocidos (posiblemente relacionados con el robo) lo colocaron en un lugar público, a la vera de una calle, para ser encontrado por empleados municipales encargados de la limpieza y mantenimiento de los espacios públicos", recuerda la resolución judicial. Por eso, "el análisis conjunto de todos los elementos probatorios demuestra que el hecho investigado se trató de una escena montada".

 

Para Ramos Padilla, la falta del misil debía ser rápidamente conocida para generar un impacto mediático y social, y por eso los ladrones no disimularon el faltante. "La ventana del depósito de municiones estaba rota desde el interior, los candados y cerraduras no se hallaban violentados y las paredes de concreto no presentaban signos de escalamiento, dando la pauta de que el/los autores ingresaron con llave. Además, el cajón contenedor del misil fue innecesariamente destruido, pues podría haberse sustraído el proyectil con la caja incluida, disminuyendo las posibilidades para detectar su ausencia. Además, lo único que se sustrajo fue el misil TOW A 2, sin que se registrara siquiera el faltante de una sola bala calibre 9 milímetros que, sabido es, resulta más fácil de comercializar que un misil sin su respectivo lanzador".

 

"Todos estos elementos sugieren que la escena fue armada y que el autor (alguien de la Guarnición) tuvo la voluntad de que la sustracción fuera visible y tuviera trascendencia pública". Varios testigos de la causa coincidieron en que "por la forma en que se hizo se buscó generar algo que conmocione, tenga trascendencia y afectara a alguien. Buscaron generar un daño con algo muy visible".

 

Una vez logrado el impacto, el misil reapareció. "El posterior hallazgo del proyectil, descartado en el interior de un montículo de tierra de una calle pública, en cercanías de la Guarnición Militar Arana, no hace más que refrendar la conclusión aquí sostenida. Es decir, que el hecho investigado se trató de una "operación" que tuvo como única finalidad ser descubierta para, de ese modo, causar un daño", concluye Ramos Padilla.

 

"Querían dañar al gobierno de CFK".

 

"La justicia comprobó que el 'robo' del misil en 2015, cuando era ministro de Defensa, fue una 'escena' con el único objetivo de 'hacer daño' al gobierno de Cristina Fernández", afirmó ayer Agustín Rossi, a través de una publicación en su perfil de Twitter. La resolución de Ramos Padilla sugiere que podría haber existido una interna en las fuerzas armadas ligada a los servicios de inteligencia. En enero de 2015 comenzó una serie de episodios extraños que desembocaron en la derrota electoral de CFK y propiciaron la llegada de Mauricio Macri a la presidencia.

 

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