Lowo Che: preocupa la falta de agua
El agua subterránea es cada vez más escasa en el barrio Lowo Che de Toay y crece la preocupación de los vecinos.
En los ya numerosos grupos de whastsapp, crece la inquietud y los pobladores de ese barrio comienzan a organizarse en busca de soluciones y apuntan a la Municipalidad de Toay, que entre otras cosas, riega las calles de tierra con agua extraída del acuífero.
Desde hace ya un tiempo prolongado, las y los vecinos que tienen sus viviendas en un barrio que por su creciente dimensión parece ya una localidad en sí misma, ven como día a día decrece el flujo de vital elemento, incluso en aquellos casos que ya hicieron perforaciones a una mayor profundidad.
La situación se agrava día a día, y pese a las últimas lluvias la recarga del acuífero no es suficiente. Mientras tanto, los vecinos levantan presión respecto del omiso caso que la situación provoca en el municipio, desde donde se extrae agua en cantidad para regar calles y se autorizan perforaciones para riego de otros espacios. A esto se agregan embotelladoras de agua que también usan las cada vez más pobres napas.
El Lowo Che, de enorme crecimiento, carece de servicios básicos, y especialmente no tiene agua potable. La situación se agrava porque al no disponer de red cloacal, la profusa cantidad de pozos negros lo única que hace es provocar mayor contaminación, lo que pone en serias dudas la calidad del agua que se extrae.
"Las tasas que cobra (Ariel, intendente de Toay) Rojas son caras y sólo levantan la basura. No tenemos ni agua potable ni cloacas y las calles son un desastre", se quejan quienes viven en el barrio.
Tampoco observan en el sector intervención alguna de la Secretaría de Recursos Hídricos, que mucho tiempo atrás alertó sobre la situación y como única acción emitió una serie de recomendaciones para optimizar el cuidado del preciado recurso.
Alta salinidad.
Lo cierto es que, en medio de la preocupación, muchos vecinos, según pudo establecer LA ARENA, ya han debido hacer frente a nuevas perforaciones, a mayor profundidad y se encuentran con que la calidad del agua es muy inferior. Dicen que, análisis mediante, detectan un alto grado de salinidad y la fuerte presencia de arsénico.
Ante esta realidad, barajan la posibilidad de pedir para toda la zona una extensión del troncal del acueducto del Río Colorado que abastece la red urbana de la localidad. "Muchos vecinos ya están utilizando agua envasada para cocinar y beber por la baja en la calidad del agua subterránea", indican.
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