Viernes 13 de junio 2025

Maltrato laboral y violencia: confirman procesamiento al juez Díaz Lacava

Redaccion Avances 12/06/2025 - 16.28.hs

La Cámara Federal de Bahía Blanca confirmó el procesamiento del juez federal Pablo Díaz Lacava por los delitos de amenazas en concurso ideal con lesiones leves y graves, desobediencia y retardo malicioso de justicia en cuatro oportunidades, todos ellos en un contexto de violencia, maltrato laboral y violencia de género.

 

El fallo se emitió este jueves y fue firmado por los jueces de Cámara, Silvia Mónica Fariña y Pablo A. Candisano Mera.

 

En la resolución, confirmaron "el procesamiento sin prisión preventiva de Pablo Ramiro Díaz Lacava, por encontrarlo prima facie autor material y penalmente responsable, de los delitos de amenazas simples y amenazas coactivas en concurso ideal con lesiones leves y lesiones graves; y los delitos de desobediencia y retardo malicioso de justicia (en cuatro oportunidades), todos ellos en un contexto de violencia, maltrato laboral y para el caso de las mujeres damnificadas, en un contexto de violencia de género, y en concurso real entre sí".

 

A su vez, revocaron el sobreseimiento y ordenaron el procesamiento sin prisión preventiva "por encontrarlo prima facie autor material y penalmente responsable del delito de abuso de autoridad, en concurso real con los anteriores". También revocaron el sobreseimiento y ordenaron su procesamiento "recalificando su conducta como incursa en los delitos de amenazas simples y lesiones leves, en concurso real con los anteriores".

 

Primera instancia. 

 

En noviembre de 2024, el juez federal de Santa Rosa, Juan José Baric, procesó a su par del Tribunal Oral de Santa Rosa, Pablo Díaz Lacava, por el delito de amenazas simples contra el personal y otros funcionarios judiciales de la repartición en la que trabajaba. El procesamiento es en concurso real con los delitos de amenazas agravadas contra dos personas. Para el juez, el actuar delictivo del magistrado tenía como objetivo “compeler a una persona a hacer abandono del trabajo”.

 

Además, lo procesó también en forma concurrente, esta vez en forma ideal, el delito de lesiones leves en la salud de cinco de las personas denunciantes, que a su vez concurren en forma real con el delito de lesiones graves en la salud de una de las personas por haberla inutilizado para el trabajo por más de un mes, en un contexto de violencia, maltrato laboral y para el caso de las mujeres en un contexto de violencia de género, que a su vez concurren en forma real con el delito de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público en grado de conato, que concurre en forma real con el delito de desobediencia judicial y que a su vez concurre en forma real con el delito de retardo malicioso de justicia (en cuatro oportunidades).

 

Baric dispuso que el procesamiento sea sin prisión preventiva, pero le trabó a Díaz Lacava un embargo sobre bienes o dinero hasta cubrir la suma de 100.000.000 pesos, para lo cual deberá ofrecer dinero o bienes suficientes en el término de cinco días de notificada la resolución. El fallo del juez federal de Santa Rosa indica que en caso de carecer de dinero o de bienes o de no darlos a embargo en cantidad suficiente en el término indicado, corresponde decretar su inhibición de bienes.

 

Los secretarios.

 

 

La causa contra Díaz Lacava se inició el 19 de abril del 2023 con una denuncia que radicaron los tres secretarios del Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, Jorge Ignacio Rodríguez Berdier, Ricardo Javier Sequeira González y Alina Laura Trento. Lo acusaron de amenazas, coacción, abuso de autoridad, violencia de género, maltrato laboral, lesiones “y demás delitos que pudieren corresponder…”.

 

Ese mismo día, en la Fiscalía Federal de esta ciudad, se recibió una presentación de los otros dos Jueces de Cámara del TOF, Marcos Javier Aguerrido y José Mario Tripputi: “Con la responsabilidad que conlleva nuestra función al frente de esta sede y ante la necesidad de resguardar la salud física, psíquica y el bienestar del personal judicial, y en el entendimiento de que hemos agotado todas las instancias posibles a nuestro alcance para hacer cesar estos hechos, acompañamos la denuncia formulada a fin que se esclarezcan los mismos…”.

 

Días después, Baric le dictó a Díaz Lacava una orden de restricción de acercamiento a todo el personal del Tribunal. Mientras tanto, el juez comenzó a tomar declaraciones testimoniales a empleados y magistrados del TOF.

 

“Seleccionó a las víctimas”.

 

En los fundamentos del procesamiento, Baric mencionó que con la llegada de Díaz Lacava al Tribunal, tuvieron inicio una cantidad de situaciones que implicaron en primer término una selección de las personas contra quienes iba a comenzar este daño, devaste moral, hostigamiento psicológico, adopción de actitudes impredecibles, contradictorias e intempestivas, consistiendo estas en maltratos, indiferencia, gritos, destratos, violencia e indiferente hacia sus dependientes.

 

“Cuando me refiero a que Díaz Lacava seleccionó a sus víctimas, a poco de ahondar en la pesquisa se cae en la cuenta que aquel jamás tuvo un problema con personal de menor jerarquía, sino que sus objetivos eran personas que de una u otra manera podrían objetarle algo, sea jurídicamente, sea en el manejo del personal del Tribunal que él llamaba “su cuota de poder”. Nótese que todos los damnificados son profesionales, ya sean abogados o licenciados, y todos tienen cargos relevantes en la estructura del Tribunal”, dijo.

 

“Queda claro con lo que se ha visto hasta el presente que el Dr. Pablo Ramiro Díaz Lacava, amenazó, hostigó, violentó, damnificó y lesionó la salud de los Secretarios”, dijo Baric en otro textual de su fallo.

 

Pedido desoído.

 

En la sentencia hay citas de las declaraciones de Aguerrido y Triputti, los otros dos jueces del Tribunal, que revelan los maltratos que Díaz Lacava ejercía contra el personal subalterno y lo nada permeable que fue a un pedido puntual que ambos le realizaron para que modificara la forma de dirigirse al personal. “No sólo no lo lograron, sino que Díaz Lacava intensificó al otro día su accionar con los empleados”, dijo Baric.

 

“En palabras de los denunciantes la reunión no solo fue infructuosa, sino que el juez redobló inmediatamente sus ataques con violentas recriminaciones, impartiendo órdenes carentes de lógica con el fin de amedrentarlos y someterlos, lo que derivó en que la secretaria (...) terminara internada por estrés y trastornos severos en su salud”, añade la sentencia.

 

El juez federal se enfocó puntualmente en el caso de dos empleadas que tenían contratos temporales cuya renovación dependía específicamente de Díaz Lacava. En ellas, dijo, focalizó especialmente su accionar de destrato y violencia: “Ejerció una constante presión psicológica que sus víctimas a duras penas resistieron, hasta que sus cuerpos dijeron basta. Logró deshumanizarlas, angustiarlas y vulnerarlas hasta enfermarlas y lesionarlas en su integridad psíquica y física”.

 

Teoría conspirativa.

 

Luego de repasar una por una las situaciones que vivenciaron las víctimas, Baric se refirió a la declaración indagatoria que le tomó al acusado: “Dentro de una profusa verborragia Díaz Lacava centró su defensa en un ataque constante y permanente hacia todos los que de una u otra manera hemos tenido contacto con él, sea laboralmente, sea funcionalmente, sea personalmente. Me incluyo, porque ha deslizado elípticamente situaciones que atañen a mi labor como magistrado que desde su óptica han sido erradas.”

 

“Se trató de una declaración sumamente extensa, desordenada, reiterativa, tortuosa, plagada de meandros y subterfugios que en nada ayudaban a aclarar las situaciones que se le imputaban. De hecho introducían más dudas a las dudas. Una pregunta llana y directa, que podía ser respondida por un “sí” o un “no”, una fecha o un hecho, o tal vez indicar que no recordaba o no sabía, desembocaba en una serie de preguntas y repreguntas y meandros”, añadió.

 

“Desde su particular óptica se ha orquestado una conspiración en su contra, de la que forman parte todos aquellos que no estén de acuerdo con sus designios o hayan tomado una medida que lo haya desfavorecido”, sostuvo Baric.

 

Déspota.

 

“Debe quedar claro, y lo reitero para que no haya duda, que a Pablo Ramiro Díaz Lacava no se lo juzga por ser un magistrado estricto o apegado a las leyes. De ninguna manera. Al nombrado se lo juzga por la forma déspota en la cual se manejaba con parte del personal del Tribunal”, agregó más adelante.

 

“Todos los testimonios recogidos por el Ministerio Público Fiscal de los damnificados y testigos tienen un denominador común: mal trato, gritos, falta de respeto, hostigamiento instrucciones contradictorias que impartía respecto al modo de efectuar las tareas, que habla a las claras de alguien que disponía u ordenaba cosas de forma arbitraria, o que se manejaba hacia sus empleados y funcionarios de forma grosera, agresiva e impulsiva”, describió.

 

“Resulta a todas luces claro que Diaz Lacava, abusando de su superioridad jerárquica, mantuvo un trato vejatorio y humillante contra los damnificados, ello materializado en palabras, actitudes y hechos que culminaron con daños en la salud de varios de ellos cuyas secuelas persisten hoy día”, fundamentó.

 

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