Martes 27 de mayo 2025

“Nos gobiernan los evasores”

Redacción 26/05/2025 - 00.14.hs

“El mensaje no está dirigido al pueblo sino a delincuentes que evaden dinero de Argentina y lo gastan en Estados Unidos”, aseguró Enrique.

 

“No creo que cualquier argentino necesite 50 millones por mes para pagar la tarjeta. Al contrario, sabemos que el 91% de los argentinos de clase media está endeudado y le queda largo el mes y el salario muy corto. Estas medidas no son para el pueblo sino para los evasores que gastan su dinero en Estados Unidos”, respondió Juan Enrique. En una entrevista con Radio Noticias (FM 99.5), el economista y contador que dirige Sigma Global, fue consultado sobre las medidas anunciadas por el gobierno para fomentar que los ahorristas “saquen sus dólares de abajo del colchón”.

 

“Hay señales claras para identificar a los destinatarios de este discurso. Durante una reciente entrevista, el ministro Caputo explicó cómo se confeccionan los formularios W8A (NdR: declaraciones juradas de Estados Unidos para contribuyentes no residentes). Hoy nos están gobernando evasores y representantes de una potencia extranjera, y están anunciado medidas dirigidas a quienes evaden en Argentina y gastan en el extranjero”, reiteró.

 

Apoyado en la consigna “tus dólares, tu decisión”, la Casa Rosada lanzó un “Plan de reparación histórica de los ahorros”, para incentivar el uso de divisas sin declarar, guardadas por los argentinos “bajo el colchón”, opinó que “más que una reparación histórica de ahorros, deberían reparar los salarios, las jubilaciones, las rutas nacionales, la educación, la salud”.

 

Según Enrique, “este lema suena mal: ¿los dólares son tu decisión, pero tu salario no lo es, tu trabajo tampoco y tampoco tu industria es tu decisión?”, se preguntó. Y reiteró: “el pueblo debe entender a quién le avisan que ya puede gastar 50 millones por mes sin pasar ningún control, porque ese mensaje no está dirigido a toda la población”.

 

De todas maneras, aclaró que “no hubo ningún anuncio, es un cuento chino. Seguramente hay algunos amigos de este gobierno que necesitan sacar 50 millones por mes para colocar o adquirir acciones mediante el sistema bancarizado. Pero estas medidas no son tales ni tienen solidez: nos dicen sacá tus ahorros del colchón y llevalos al banco porque no vamos a controlar nada por ahora, pero tienen que votarnos para que podamos cambiar las leyes y que nadie te pueda controlar por al menos cinco años”.

 

Por eso, el plan informado hace tres días “no fue un anuncio. Solo modificaron algunos umbrales para depositar dinero a los bancos, pero la verdad es que no pueden anunciar nada mientras en Argentina sigan vigentes la Ley Penal Tributaria, la Ley de Procedimiento Fiscal y la Ley Penal Cambiaria”. Además, deben modificarse pautas y funciones de la Procelac y la Unidad de Información Fiananciera y también existen tratados internacionales firmados con el Grupo Acción Financiera Internacional”.

 

“Desesperados”.

 

Un breve repaso por los últimos 50 años permite encontrar varios programas similares de gobiernos que intentaron recuperar aunque sea una parte de los dólares guardados por ahorristas fuera del sistema bancario. Según la gestión libertaria la cifra de esos recursos oscila actualmente los 240.000 millones de dólares.

 

“Es un anuncio movido por la desesperación. Lo que sucede es que no están cumpliendo las metas de acumulación de reservas: dentro de 20 días deberían acumular 6.000 millones más, pero no pudieron hacerlo porque están vendiéndole dólares baratos a los amigos del ministro de Economía: el sistema financiero”, respondió.

 

Además, “a finales de junio hay vencimientos por 5.000 millones de dólares para el mercado voluntario de deuda en dólares. El gobierno está muy complicado en esta cuestión y por eso Caputo alertó: ‘deberían saber a quién votar”.

 

“Nadie va a confiar”.

 

“Al implementar este tipo de medidas, permitía que compitan el capital legal de países desarrollados que a instancias del GAFI y el G-7 invierten en nuestros países”, explicó. Sin embargo, “estos capitales legítimos no desean en absoluto una competencia con capitales del narcotráfico o la evasión impositiva, por lo cual el único resultado posible es que seremos un país con menos inversión y hasta huida de inversores”.

 

Enrique considera que “en realidad, lo que hacen es blanquear su propio dinero del sistema financiero: son los mismos dólares que Caputo trajo prestados del FMI y luego se fugaron en la timba financiera”. Por eso, “los capitales malhabidos no van a confiar en este gobierno, ni siquiera el narcotráfico confiará”.

 

Para el economista, en este contexto “va quedando muy claro que la inflación no resulta en todo momento y lugar un simple fenómeno monetario. Si bien la cuestión de los precios funciona para Milei como mascarón de proa rumbo a las elecciones de octubre, sabemos que los precios siguen subiendo y la Canasta Básica Total fue muy deteriorada y quedó desactualizada cuando le quitaron servicios, tarifas y transporte”.

 

Por eso, al final del ciclo “este gobierno antikirchnerista, antiperonista, antizurdo, terminará igual que todos los gobiernos anti: cuando liquiden los dólares se termina el gobierno. Ya le pasó a Mauricio y Caputo, a De la Rúa, a Menem y Cavallo, y a la dictadura con Martínez de Hoz”, recordó.

 

Luz de esperanza.

 

Sin embargo, el economista aclaró “más temprano que tarde va a salir el sol, habrá una autocrítica y surgirá un programa ganador que será reconocido por el pueblo”. Si bien lamentó que “en los espacios de oposición aún no se ve esa luz”, consideró que todavía “queda tiempo”. Lo importante es “poder construir una alternativa a estos tipos que vienen a saquear el país. Así como ahora Milei y Caputo, antes estuvieron Macri, Menem, Cavallo, la dictadura y Martínez de Hoz. Y cada vez, cuando los saqueadores se fueron, el pueblo hizo un programa y reconstruyó el país”, recordó.

 

Y concluyó que “un 50% de los argentinos jamás votaría a la ultraderecha, mientras muchos de la mitad que esta vez la votaron ya se dieron cuenta de que no los representa. Por eso están nerviosos, como lo evidencia Caputo apuntando con el dedo a un periodista o los disparos deliberados contra reporteros y sacerdotes en las marchas de los miércoles. Quieren sembrar miedo, pero están de salida, especialmente si alcanzan un resultado favorecedor en octubre, porque van a mostrar sus garras contra el pueblo y se acelerará la salida”.

 

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