"Rafa" Otamendi ya descansa en Quehué
Con una cabalgata realizada ayer, amigos, familiares, vecinos y autoridades locales colocaron las cenizas del tricampeón nacional Santiago Rafael Otamendi en el monumento a su memoria en Quehué. Por estos días se cumplen 25 años de su fallecimiento.
Las cenizas del histórico domador Rafael Otamendi ya descansan en Quehué, su pueblo natal. Ayer al mediodía fueron trasladadas hasta el monumento que guarda su memoria, en pleno centro de la localidad.
La iniciativa de la familia del tricampeón argentino de jineteadas, una leyenda en nuestro país, se concretó en primero lugar con el traslado de sus restos desde el cementerio de General Acha a General Pico, donde fueron cremados, y ayer hasta su morada definitiva, el monumento con que el pueblo de recuerda y recordará por siempre.
Autoridades políticas locales, encabezadas por el intendente Fernando Tuñón, fuerzas vivas locales y amigos de "Rafa" hicieron suya la movida y colaboraron con su concreción, entre ellos el ex mandatario comunal de la localidad, Luciano Beloqui, y también el winifredense "Nacho" Martín y el ex vicegobernador pampeano Luis "Cacho" Campos.
Una cabalgata desde la zona rural hasta el monumento fue la previa de la inhumación de las cenizas. El animador de jineteadas Javier Wisner, dio puso emoción al momento con sus palabras y también llegó un homenaje a modo de versos del payador y animador Jorge Alberto Soccodatto.
Leyenda.
Rafael Otamendi fue ganándose la fama a lo largo de años de éxitos a fuerza de destreza, con lo que llegaron también los títulos argentinos. Se consagró tres veces campeón en Jesús María y también fue campeón internacional de jineteada.
En febrero de 1997, precisamente el 11, sufrió una caída en la Fiesta del Puestero, en la localidad neuquina de Junín de Los Andes. El reservado que montaba, Malevo, en una caída aplicó un golpe en el cráneo al pampeano, que luchó por su vida once días y falleció en un hospital de la ciudad de Neuquén. Desde entonces es leyenda.
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