Reafirman el rechazo al negacionismo
"Hay cuestiones saldadas en nuestro país en las que no nos podemos permitir dar un paso atrás. Y la lucha por la memoria, por la verdad y por la justicia no debe tener retroceso alguno", afirmó la diputada María Luz Alonso en la sesión ordinaria de ayer en la Legislatura.
Fue presidida por Hernán Pérez Araujo (Frejupa) porque la vicegobernadora Alicia Mayoral se encontraba a cargo del Poder Ejecutivo.
Alonso reafirmó el compromiso con la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el negacionismo, y enfatizó en el proceso histórico de construcción de memoria en la Argentina, desde el Juicio a las Juntas impulsado por el expresidente Raúl Alfonsín hasta la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final durante la gestión de Néstor Kirchner.
Los pañuelos blancos.
Y dijo: "Este proceso de memoria, verdad y justicia tuvo como protagonistas a mujeres con sus pañuelos blancos en la cabeza que no permitieron nunca que el negacionismo le gane al horror que vivió nuestro país. Y esas fueron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo".
Agregó que “por los 30.000 compañeros desaparecidos, por las Madres y Abuelas que nos enseñaron a no claudicar, por las generaciones que vienen, hoy seguiremos de pie. Porque el 'Nunca Más' es un compromiso inquebrantable con la democracia y con la justicia".
“Nunca más”.
El presidente del bloque radical, Hipólito Altolaguirre, indicó que aquel día “todos los argentinos perdimos lo más valioso que podemos perder: nuestros derechos". Y siguió señalando que “la Constitución es el pilar fundamental" del sistema democrático y que el golpe de 1976 significó un "golpe a las libertades" de sindicatos, trabajadores, centros de estudiantes y partidos políticos, además de la pérdida de miles de vidas.
En su alocución expresó que “no importa cuántos fueron” los desaparecidos, porque “así hubiera sido uno solo” era grave “porque el Estado nunca puede ser responsable de la pérdida de la vida de un argentino".
Poly Altolaguirre reivindicó la figura de Raúl Alfonsín y destacó la labor de Antonio Berhongaray en La Pampa, porque “fue quien presentó hábeas corpus sin distinción de banderas políticas".
Convocó a fortalecer la democracia y enfrentar las desigualdades actuales. "Hoy tenemos un país con el 50% de su población bajo la línea de pobreza. Debemos trabajar entre todos los partidos políticos para mejorar esta realidad, como lo hicimos para recuperar la democracia". Y concluyó: "Nunca más en la Argentina un golpe de Estado".
Sandra Fonseca (CO) resaltó el testimonio de Raúl Celso D'Atri –periodista de este diario- y subrayó que el accionar represivo no involucró a toda la policía provincial, sino a "muy poquitos, los que habían violado los derechos humanos de otros pampeanos".
“Se cometieron atrocidades”
Al mencionar lo que pasaba en nuestra provincia en aquellos años, Luchy Alonso dijo que no era “una isla”, y que La Pampa fue escenario de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, que a le tocó vivir en carne propia porque su familia fue afectada: "En La Pampa se perpetraron estas atrocidades: tuvimos 248 secuestrados y torturados en seis centros clandestinos de detención, entre ellos mi papá. Tuvimos 531 personas de la administración pública cesanteadas por cuestiones políticas, entre ellas mi mamá. Tuvimos 67 desaparecidos y dos nietas recuperadas. Y tenemos aún dos nietos que buscamos", puntualizó.
Alonso sí destacó el rol del Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos y la voluntad política expresada por distintos gobiernos provinciales para garantizar justicia. Mencionó la investigación impulsada en 1983 por el entonces gobernador Rubén Marín sobre las violaciones cometidas por la policía pampeana en la Subzona 14, y también la creación de la Secretaría de Derechos Humanos en 2006 por Carlos Verna.
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