Río Negro quiere el control total de la barrera sanitaria
El gobierno de Río Negro lleva adelante una decidida gestión para quedarse con el control total de la barrera sanitaria, una iniciativa que contaría con el visto bueno del presidente Javier Milei y que en caso de concretarse, complicaría más aún las intenciones que desde hace muchos años manifiesta La Pampa para que se permita el ingreso a la Patagonia de la carne con hueso de la provincia.
“El acto inaugural de la 28º Exposición Rural de Viedma- Patagones fue el escenario elegido por el gobernador Alberto Weretilneck para anunciar que Río Negro gestiona quedarse con la administración del control de la barrera sanitaria y pelea un lugar preponderante entre los patagónicos por ser el ‘socio mayoritario’”, publicó este domingo el diario Río Negro.
El mandatario habló ante el presidente de la Rural de Viedma, Rodrigo Nuñez, el vicegobernador Pedro Pesatti, el intendente de la capital, Marcos Castro, funcionarios y decenas de ganaderos de la región, donde expuso una nueva gestión provincial para administrar tareas hasta el momento prestadas por la administración central de Javier Milei.
Y en ese sentido no dejó dudas respecto a la buena relación que mantiene con el gobierno libertario de la Casa Rosada: “Nadie pude negar el cambio cultural y el cambio político que hay en el país”, deslizó Weretilneck al introducir el tema en su discurso en el que mencionó que el Estado nacional decidió “ceder los lugares donde habitualmente estaba, achicar el Estado”. Y en ese sentido posicionó a Río Negro como el principal “accionista de la barrera sanitaria” por tener la mayor cantidad de puestos fronterizos de control, la mayor superficie en hectáreas bajo riego y la más importante actividad ganadera de la Patagonia, según el matutino de la provincia vecina.
“Como rionegrinos no podemos estar ausentes de ninguna gestión, de ninguna acción que tenga que ver con la barrera y estamos dispuestos, junto con la producción, asumir el desafío de que la barrera sea conducida por los rionegrinos y por los patagónicos”.
Público-privado.
Weretilneck explicó que en el esquema que analiza, propondrá una gestión público-privada en la que “el Estado puede poner el poder de policía, puede poner la reglamentaciones, pero el modelo de gestión tiene que ser más tirado a lo privado y a la mayor eficiencia posible y no tanto a la burocracia como se conoce tradicionalmente”.
Dijo que las gestiones que lleva adelante el ministro de Desarrollo Productivo, Carlos Banacloy, (quien se encontraba a su lado) con el Gobierno nacional aspiran a “tener antes de fin de año una definición en cuanto a la barrera” e invitó a trabajar en conjunto con la federación de entidades rurales, la CAFI (por el control de carpocapsa), los productores de cereza y todas las provincias patagónicas.
También el mandatario valoró la genética lograda en la ganadería rionegrina, que ha sido destacado en la Expo de Palermo, e instó a que este escenario “nos tiene que encontrar unidos, alertas y obviamente con mucha preocupación que es nuestro estatus sanitario”.
Respecto a un reclamo permanente de las entidades rurales por el abigeato y los robos en propiedades rurales, el gobernador admitió que la provincia tuvo “muchas fallas” y aseguró que lleva adelante modificaciones en los “planes operacionales de la policía y correcciones en algunas autoridades regionales y locales”.
Indicó además que sumará camionetas 4×4 para las brigadas rurales y planteó que se debe trabajar con los municipios en atacar los puntos de compra y venta de clandestina de carne.
La Pampa.
Uno de los reclamos que La Pampa lleva adelante en los últimos años es el de la barrera sanitaria que se impone al sur del río Colorado a la carne con hueso de la provincia. Ya hace tiempo que la Organización Mundial de la Salud declaró al país libre de aftosa con y sin vacunación y por ello ya no hay argumento para esa prohibición que se había impuesto en su momento.
Desde el gobierno pampeano se apunta principalmente a Río Negro por imponer “una barrera comercial” y no sanitaria ya que se trata de intereses comerciales, que no tienen nada que ver con una cuestión de salud.
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