Jueves 25 de abril 2024

“Si nos desalojan quedamos en la calle”

Redacción 21/12/2023 - 08.36.hs

Una joven de 25 años permanece en situación de la calle con su hija de cinco años desde hace una semana, cuando su pareja y padre de la niña la echó de la casa donde convivían hace una semana. Sin familiares que pudieran contenerlas, ayudarlas ni ofrecerles alojamiento, el martes a la noche ocupó una propiedad del Plan 3.000, deshabitada desde hace varios años.

 

Ayer por la tarde se presentó en ese domicilio una patrulla de la Seccional Segunda y los efectivos la intimaron para que desaloje el inmueble. Curiosamente, el oficial que la entrevistó “conocía la clave de wifi de la vivienda” y le informó que “la casa fue escriturada hoy en el IPAV”.

 

Según fuentes consultadas por LA ARENA, “la propietaria se presentó hoy en la comisaría y radicó una denuncia penal por usurpación, acompañada por documentación que la acredita como propietaria”. En ese contexto, la autoridad policial “notificó sobre la causa a la fiscalía, y también informó a la mujer sobre la denuncia solicitándole que desaloje el inmueble en forma voluntaria”.

 

Deshabitada.

 

Los vecinos de viviendas linderas confirmaron que allí nadie reside “desde hace al menos cinco años” y recordaron que “esa propiedad ya había sido usurpada hace algunos años por otra familia, pero los propios adjudicatarios vinieron a desalojarlos por la fuerza”. Aunque no habitan el inmueble, mantienen sus servicios al día y dentro de la vivienda hay una cama de dos plazas, una mesa, y una heladera y una cocina que no funcionan. “Tampoco funciona la cañería del baño y el agua contenida en el tanque domiciliario está podrida”, informó la joven.

 

Sin embargo, la casa ya no pertenecería al IPAV “porque la adjudicataria cumplió en su totalidad el contrato con el IPAV, pagó todas las cuotas y ya la escrituró”, razón por la cual las actuaciones judiciales terminarían, indefectiblemente, con una orden de desalojo.

 

Desesperada.

 

En diálogo con LA ARENA, Ornella Molina contó que “luego de permanecer bajo la lluvia en la Iglesia San Cayetano, anoche tomé coraje, vine a esta casa e ingresé por una ventana que da al patio. Sabía que su adjudicataria no la ocupa porque tiene otras dos propiedades”, añadió.

 

Aseguró que antes de usurpar solicitó ayuda en varios organismos públicos, donde le explicaron “que ya agotaron todos los subsidios porque están obligados a gastar el presupuesto antes de fin de año”. No había cumplido un día dentro de la vivienda, cuando “llegaron policías de la Seccional Segunda y advirtieron que deberían llevarme demorada si no desocupo la casa. Pero si nos vamos de acá tendremos que dormir en la calle”, explicó, con la voz quebrada.

 

También se comunicó el IPAV, cuyas autoridades le aclararon que “allí no atienden personas en situación de calle” y con la Dirección de Niñez y Adolescencia, cuyos funcionarios prometieron “enviar una asistente social”.

 

Ornella tampoco tiene trabajo ni recibe ayuda ni cuota alimentaria del padre de su hija, quien hace una semana las echó a ambas de su casa. Madre e hija se alimentaron ayer con “porciones de comida que nos acercaron” personas solidarias. “Usurpé una vivienda que permanece deshabitada en un acto de desesperación. No soy delincuente ni pretendo tomar propiedades por la fuerza, solamente necesitamos un techo bajo el cual vivir”, reiteró.

 

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