“Tendrá devastadoras consecuencias”
Saúl Echeveste, intendente de Telén (en uso de licencia) y actual secretario de Turismo de la Pampa, y secretario de Turismo del Partido Justicialista a nivel Nacional, criticó duramente a las políticas del presidente Javier Milei. En diálogo con LA ARENA, afirmó que “el récord de viajes al exterior tendrá devastadoras consecuencias para la economía local”, y que enciende la “alarma en el turismo argentino”.
De acuerdo a su visión política, “mientras el gobierno celebra una supuesta ‘normalización’ económica, los datos del Indec revelan una cruda y devastadora realidad para el turismo argentino: la política del ‘dólar barato’ está provocando una estampida récord de argentinos hacia el exterior, dejando en ruinas la industria local y drenando las escasas divisas del país”.
“Boom” engañoso.
Echeveste aseguró que “lejos de ser un signo de prosperidad, este ‘boom’ del turismo emisivo es una bofetada a la producción nacional y una prueba irrefutable de un modelo económico que prioriza la sangría de dólares sobre la inversión y el empleo argentino”.
“La imagen de playas brasileñas y rutas europeas repletas de compatriotas; y el furor por el turismo de compra barato en Chile, Paraguay y Bolivia, es el símbolo de una política que desmantela el sector turístico y condena a miles de familias a la incertidumbre. No es solo ir, comprar y volver. Este furor por las ofertas está moviendo todo: hoteles llenos, colectivos a tope y restaurantes que no dan abasto con la oleada de argentinos que llegan con ganas de ahorrar y, de paso, disfrutar”, agregó.
Cifras oficiales.
El responsable del área Provincial de Turismo comentó que “el informe oficial es lapidario: en abril, casi 1.4 millones de argentinos se lanzaron al exterior, un grotesco aumento del 30.5% interanual. De estos, más de 880 mil fueron turistas, marcando un hito vergonzoso en el registro histórico. En el primer cuatrimestre de 2025, la cifra es aún más alarmante: casi seis millones de salidas, un vaciamiento sin precedentes. Esta fuga masiva se justifica, cínicamente, con un tipo de cambio que, a costa del esfuerzo de todos, abarata el mundo para unos pocos”.
Y alertó que “la contracara de este fenómeno es desoladora para el sector turístico. Mientras los argentinos viajan en masa, la llegada de turistas extranjeros al país experimentó una caída preocupante: en abril, ingresaron solo 727.700 visitantes, una baja del 8.3% interanual. Esto no es una estadística menor; es la condena a muerte para hoteles vacíos, restaurantes sin clientes y miles de empleos perdidos.
Golpe para La Pampa.
Y se refirió puntualmente a la realidad en nuestra provincia. “La catástrofe del turismo nacional no es ajena a La Pampa. Nuestra provincia, estratégicamente ubicada en el centro del país, sufre un golpe doblemente cruel. Los datos son claros: el mal estado de las rutas nacionales que atraviesan nuestro territorio ha provocado un quiebre en los hábitos de viaje. Muchos privados del sector turístico pampeano denuncian, con impotencia, que la gente de otras provincias que antes se desplazaba por tierra, haciendo noche y generando un gasto significativo en hoteles, restaurantes y servicios locales, hoy elige volar directamente a sus destinos”, agregó.
La Pampa pierde así no solo a los turistas que buscan sus propios atractivos, sino también a ese valioso "turismo de paso" que durante años fue un motor económico para nuestras ciudades y pueblos. Las rutas nacionales convertidas en trampas mortales, con baches, falta de señalización y mantenimiento deficiente, agravan aún más el impacto negativo de las políticas macroeconómicas, estrangulando las posibilidades de desarrollo y supervivencia de innumerables emprendimientos familiares en nuestra provincia.
Las consecuencias.
Y, para completar su drástica mirada de ésta temática enumeró varios “impactos devastadores para la economía local”. Uno de ellos será “la pérdida de empleos, porque la menor afluencia de turistas extranjeros impacta directamente en hoteles, restaurantes, agencias de viajes, transportistas y un sinfín de comercios y servicios que dependen del turismo. Esto se traduce en suspensiones, despidos y una precarización laboral en un sector que es un importante generador de empleo”.
También prevé que habrá “caída de la producción y el consumo interno, dado que La menor demanda por parte de los turistas se siente en la producción de bienes y servicios asociados al sector, desde artesanías hasta alimentos. La economía local se resiente, afectando a pequeños y medianos emprendedores”.
Y agrega otra arista negativa: la fuga de divisas y desequilibrio de la balanza de pagos. “El récord de turismo emisivo implica una salida masiva de dólares del país, lo que agrava la escasez de reservas y presiona sobre el tipo de cambio”, anticipó.
Otro de los factores negativos de éstas políticas de Nación es que habrá menor recaudación fiscal. “La contracción de la actividad turística implica una menor recaudación de impuestos para el Estado, lo que afecta las arcas públicas y limita la capacidad de inversión en otras áreas cruciales”, adelantó.
Asimismo opinó que habrá una reacción de “desincentivo a la inversión local”. Sostiene que “la incertidumbre y la disminución de la rentabilidad en el sector turístico desincentivan nuevas inversiones, lo que frena el crecimiento y la modernización de la infraestructura y los servicios”.
Panorama desolador.
Finalmente, el secretario povincial de Turismo afirmó que “este panorama desolador no es casualidad; es la consecuencia directa de una política económica que ha priorizado un tipo de cambio insostenible, ignorando deliberadamente el daño irreparable que inflige al tejido productivo nacional”.
Y le pidió a Nación un volantazo. “El desafío del gobierno será encontrar un equilibrio que no solo frene la inflación, sino que también preserve y potencie un sector turístico argentino que hoy, más que nunca, necesita ser protegido y reactivado”, reclamó.
También envió un mensaje de reacción de la ciudadanía argentina a las políticas libertarias. “La sociedad debe exigir un cambio de rumbo urgente, antes de que el daño sea irreversible”, concluyó Saúl Echeveste.
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