Una elección de descarte y confusión

Sr Director:

 

La senadora Victoria Huala (PRO – La Pampa) dijo recientemente: “Más allá de mis diferencias con LLA y los proyectos que presenté para corregir puntos donde no coincidía, voté a favor porque defiendo que el Ejecutivo tenga herramientas para concretar las propuestas que eligió el 56%”. De esta manera, la legisladora nacional, representante de todos los pampeanos más allá de su signo político, argumentó su voto en apoyo al DNU presidencial, y con ello el respaldo a las políticas del gobierno nacional contenidas en el decreto.

 

Sin embargo, sería bueno que la senadora caiga en la cuenta que sólo el 30% de quienes votaron en el último proceso eleccionario quisieron que Javier Milei se convierta en presidente. Un 30 por ciento nada despreciable pero minoritario en el electorado general, que en la primera vuelta también optó por otras varias alternativas, incluso una con mayor porcentaje que la del libertario.

 

Es importante entender que en nuestro sistema electoral la segunda vuelta es una elección de descarte. Quienes realmente quieren que se apliquen las políticas libertarias representan apenas un tercio del electorado, que es aquél que se expresó en la primera vuelta.

 

Fue la segunda vuelta la que le dio a Javier Milei no el apoyo incondicional a sus políticas ultraliberales sino sólo la preferencia por sobre Sergio Massa. Es de allí de donde surge el 56% que confunde a la senadora Huala.

 

Vale recalcar entonces que es indudable y mayoritario el rechazo a Sergio Massa y a todo lo que él representó, pero de ello no se deduce que esa misma mayoría quiera que se ejecuten las políticas contenidas en el DNU.

 

Si estas líneas pudieran llegar a la senadora Huala, tal vez sirvan para despejarle dudas sobre el significado de un proceso eleccionario a dos vueltas y lo que realmente representa en tal caso la voluntad del electorado. Porque doy por sentado que la legisladora lo desconoce; no quisiera pensar que su apoyo al DNU tenga algo que ver con los toma y daca de la mala política.

 

Y que sirva también para desarmar de una buena vez el argumento según el cual el 56% de mis compatriotas apoyan las políticas y decisiones de Milei. Eso es, simplemente, falso.

 

Fernando Carrillo

 

DNI 29.074.481