Verna junta a su tropa
Redacción 09/02/2011 - 01.39.hs
(General Pico) - En el mayor sigilo político se reunieron ayer en esta ciudad los principales líderes de la Línea Plural, en un encuentro que se concretó en las oficinas ubicadas en la calle 14 y 107, lugar que suele utilizar Carlos Verna de manera habitual para sus tareas como senador.
El cónclave se mantuvo en reserva durante los días previos, como también el sitio donde se realizaría. Finalmente, los plurales optaron por encontrarse el martes por la noche, asado de por medio.
Verna fiel a su estilo llegó a horario. Minutos antes de la 20 descendió del vehículo que comandaba el intendente Jorge Tebes, y se dirigieron hacia las oficinas por la parte posterior, aunque el ex gobernador permaneció algunos minutos en el exterior conversando con Marcelo García, uno de sus colaboradores más cercano y vicepresidente de la Unidad Básica de General Pico.
El tercero en llegar fue el diputado provincial, Daniel Lovera que arribó en su propio vehículo y sin ninguna compañía. Se pudo observar también, al intendente de Ingeniero Luiggi, Oscar Zanoli, como uno de los primeros participantes de la reunión.
Los convocados se excusaron de dar algún tipo de detalles sobre el contenido del encuentro y cerraron la atención por los celulares. Se descontaba que por las presencias se trataba de una cumbre política del vernismo. Mientras arribaban otros dirigentes, se aguardaba por la presencia del vicegobernador, Luis Alberto Campo y demás integrantes de la mesa chica de conducción de los plurales, como el jefe comunal de Altaliva Roca, Martín Borthiry.
La presencia de Verna marca sus movimientos iniciales en el 2011. El legislador se llamó a silencio hacia fines del año anterior y postergó cualquier definición en torno a su candidatura a gobernador. Ese mutismo, al que es proclive, despertó especulaciones de todo tipo. En esos análisis surgieron otras opciones. Algunos dirigentes ven con optimismo una posible reelección de Oscar Mario Jorge. Otros, como el vicegobernador, Luis Alberto Campo, manifestaron sus ganas de disputar ese cargo si finalmente, Verna dice no al desafío político de regresar a la gobernación.
En las últimas semanas, los plurales sufrieron los mandobles políticos que lanzó el presidente del PJ, Rubén Marín, quien reclama un alineamiento y compromiso del partido con el gobierno nacional. Marín dejó entrever que desde los plurales hay "sectarismo" y que parecen más preocupados en cómo menguar la influencia de Convergencia en el peronismo, que en defender al gobierno de Cristina Fernández. A pesar de la artillería verbal de Marín, Verna siguió en el silencio.
Desde Convergencia se amenaza en participar en la elección por fuera del PJ tradicional y exigen elecciones internas cerradas, donde voten únicamente los afiliados, algo que los plurales rechazan de plano. Fuentes del vernismo aseguran que las decisiones se tomarán en función de las mediciones que suele mandar a realizar Carlos Verna, encuestas en las que siempre confía.
El cónclave se mantuvo en reserva durante los días previos, como también el sitio donde se realizaría. Finalmente, los plurales optaron por encontrarse el martes por la noche, asado de por medio.
Verna fiel a su estilo llegó a horario. Minutos antes de la 20 descendió del vehículo que comandaba el intendente Jorge Tebes, y se dirigieron hacia las oficinas por la parte posterior, aunque el ex gobernador permaneció algunos minutos en el exterior conversando con Marcelo García, uno de sus colaboradores más cercano y vicepresidente de la Unidad Básica de General Pico.
El tercero en llegar fue el diputado provincial, Daniel Lovera que arribó en su propio vehículo y sin ninguna compañía. Se pudo observar también, al intendente de Ingeniero Luiggi, Oscar Zanoli, como uno de los primeros participantes de la reunión.
Los convocados se excusaron de dar algún tipo de detalles sobre el contenido del encuentro y cerraron la atención por los celulares. Se descontaba que por las presencias se trataba de una cumbre política del vernismo. Mientras arribaban otros dirigentes, se aguardaba por la presencia del vicegobernador, Luis Alberto Campo y demás integrantes de la mesa chica de conducción de los plurales, como el jefe comunal de Altaliva Roca, Martín Borthiry.
La presencia de Verna marca sus movimientos iniciales en el 2011. El legislador se llamó a silencio hacia fines del año anterior y postergó cualquier definición en torno a su candidatura a gobernador. Ese mutismo, al que es proclive, despertó especulaciones de todo tipo. En esos análisis surgieron otras opciones. Algunos dirigentes ven con optimismo una posible reelección de Oscar Mario Jorge. Otros, como el vicegobernador, Luis Alberto Campo, manifestaron sus ganas de disputar ese cargo si finalmente, Verna dice no al desafío político de regresar a la gobernación.
En las últimas semanas, los plurales sufrieron los mandobles políticos que lanzó el presidente del PJ, Rubén Marín, quien reclama un alineamiento y compromiso del partido con el gobierno nacional. Marín dejó entrever que desde los plurales hay "sectarismo" y que parecen más preocupados en cómo menguar la influencia de Convergencia en el peronismo, que en defender al gobierno de Cristina Fernández. A pesar de la artillería verbal de Marín, Verna siguió en el silencio.
Desde Convergencia se amenaza en participar en la elección por fuera del PJ tradicional y exigen elecciones internas cerradas, donde voten únicamente los afiliados, algo que los plurales rechazan de plano. Fuentes del vernismo aseguran que las decisiones se tomarán en función de las mediciones que suele mandar a realizar Carlos Verna, encuestas en las que siempre confía.
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