Lorenzo está en la calle
(General Pico) - Tener una casa y planificar el futuro no es algo que Lorenzo, de 42 años, haga en este momento. Con su esposa, de 43 años, viven el día a día. Hace tiempo que decidieron no comprar muebles porque se mudan seguido y el dinero hay que usarlo para afrontar los viajes y gastos que se generan por los tratamientos médicos que ella y su hijo de un año y 10 meses necesitan.
Con gesto cansado Lorenzo explicó que el pasado martes cuando llegó al lugar donde estaba viviendo se encontró con todas sus pertenencias en la calle. Hace un mes les habían prestado un monoambiente que una conocida tenía en el fondo de su casa, pero cuando el hijo de esa mujer salió de la cárcel se instaló allí y sin previo aviso les tiró la ropa y otras cosas afuera.
Ahora un amigo los alojó en un dormitorio, sin embargo es una solución provisoria.
La necesidad de Lorenzo por tener una vivienda es acuciante. Su esposa tiene epilepsia y hace poco perdió un ojo. El pequeño también padece epilepsia, además tiene asma y anemia. Esta situación genera viajes a centros de salud de Santa Rosa y de Buenos Aires.
Tener un trabajo estable no es una opción para este hombre, porque de manera constante debe ausentarse para acompañar a su mujer y al bebé a realizarse los controles médicos. Lorenzo dijo que trabaja como cartonero, de esa forma recorre la ciudad en una bicicleta con carro y produce dinero para sostener a su familia. Otra ayuda con la que cuenta es una pensión por discapacidad de su esposa.
Piquenses.
Lorenzo y su esposa Claudia se anotaron hace dos años en el listado del Instituto Provincial Autárquico de la Vivienda (IPAV), porque fue en ese momento que ella quedó embarazada. Y mientras esperan con ansias el sorteo de casas que se hará, posiblemente, el próximo mes su necesidad no ha tenido una solución. La residencia en la ciudad no es un problema para ser adjudicatarios porque el hombre vive en General Pico desde hace 8 años y su mujer es nacida aquí.
Ante la pregunta de LA ARENA para saber si reciben algún tipo de ayuda, Lorenzo respondió: "Ya me cansé de ir a la Municipalidad, todos me dicen andá allá anda acá", pero al final no logra una resolución definitiva porque obtener una casa no es algo sencillo a pesar de que la comuna brinda asistencia social. Y el presupuesto mensual de su familia no es fijo y tampoco alcanza como para afrontar un alquiler.
Por ahora están alojados en el domicilio de un amigo, en la calle 17 bis entre 50 bis y 52. Les cedieron una de las habitaciones y todas sus pertenencias quedaron amontonadas en el patio y cubiertas con un plástico para protegerlas.
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