Fracasó el alquiler del frigorífico Uriburu
Fuentes allegadas a Ernesto Lowestein fueron tajantes sobre la posible reactivación del frigorífico Uriburu: "Se cortó toda negociación, todo quedó en la nada". El negativo desenlace de las gestiones que el empresario mantenía con Carlos Serrano, propietario de la planta, obedecería a la intransigencia de éste a la hora de exigir un resarcimiento económico para firmar el contrato de alquiler.
Confirmada oficialmente esta ruptura, resta por saber cuándo se iniciará la prometida expropiación del frigorífico por parte de la Provincia, tal como lo adelantó el ministro de Producción, Abelardo Ferrán, cuando se sucedían las idas y vueltas entre Serrano y Lowestein, dilatando una salida productiva de esa fuente laboral que involucra a 50 trabajadores, despedidos hace siete meses.
A comienzos de esta semana, luego que LA ARENA diera cuenta que el gobierno provincial actuaría "de prepo" si continuaba la indefinición y tomaría cartas en el asunto, los ex operarios se reunieron con Ferrán y le adelantaron que si a fin de mes no se resolvía la apertura de la planta uriburense, la tomarían con la intención de conformar una cooperativa de trabajo para sostener el emprendimiento.
Ayer, no hubo posibilidad de recabar información al respecto en la Casa de Gobierno.
Esta nuevo panorama, suplió al que hasta no hace mucho se presentaba de manera más optimista, sobre todo luego que Lowestein tramitara ante el Senasa la matrícula habilitante del frigorífico, que se le había retirado a Serrano por incumplimiento de pagos.
A fines de marzo, las partes habían acordado los términos del contrato de locación, pero luego apareció un nuevo obstáculo cuando el propietario de la firma pretendió desprender esa locación con la quiebra presentada por el anterior dueño.
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