Analizan modificaciones a un edificio histórico
El grupo inversor conservará la fachada del antiguo edificio de la Panadería Pérez. Sin embargo desde el Concejo Deliberante se analiza qué límites y posibilidades tiene ese proyecto inmobiliario considerando que se trata de un lugar histórico para esta localidad.
Una de las personas relacionadas con la compra y refuncionalización de la antigua panadería Pérez, edificio que hace 98 años está emplazado en la esquina de las calles 20 y 9, confirmó que se mantendrá la fachada del tradicional comercio. La construcción tiene en su frente una placa que indica: "Lugar histórico fundada en 1918", pero por ahora no se pudo confirmar que esté incluida en el listado de patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En el Concejo Deliberante el bloque de Nuevo Encuentro, a partir de la difusión de la venta del inmueble, ha realizado un análisis de la situación para ver qué condiciones rigen en la actualidad ante la comercialización y reutilización de estos antiguos edificios. Porque por sus características se prevé que la venta y modificaciones a realizar deberían ser informadas al municipio que ejerce un control por el cuidado del patrimonio.
El edil Ariel Reinhard explicó: "Hasta ahora lo que sabemos es que la panadería se vendió a un grupo inversor para hacer un emprendimiento inmobiliario". A cargo del proyecto se encuentra el Estudio Langé- Monteagudo. Y desde el Concejo Deliberante se espera ver cuáles son las restricciones de la ordenanza municipal vigente, que va más allá de solo conservar la fachada.
Otra fuente consultada explicó que la venta de la panadería se enmarca en un proyecto pensado hace un año, pero para que la transición no perjudicase a los empleados se desarrolló con tranquilidad. Y el edificio no sería parte del patrimonio registrado de la localidad.
Normativas.
En vigencia, para la protección del patrimonio arquitectónico, está la ordenanza 85/2 y también las disposiciones del Código urbano.
Según el Código Urbano de la ciudad, aprobado en el año 2015, dentro de la ciudad hay lugares y edificios considerados bajo la cláusula de Protección Urbanística, que forman parte del Patrimonio Arquitectónico y deben ser preservados y en todo caso su espacio se puede refuncionalizar.
Es el artículo 106 del código que establece que esos inmuebles catalogados deben quedar bajo protección municipal ante cualquier intervención, daño y/ o destrucción. Y quedan enumerados en ese grupo: el Chalet de los Ingleses donde funciona hoy el Instituto de Bellas Artes, las oficinas de tráfico del ferrocarril, el Club Social de calle 15 entre 22 y 24, la estación de trenes, la residencia de la familia de Santiago Lagrange donde funciona hoy el Colegio Nuestra Señora, el Vivero de la familia Williamson, la sede de la Unidad Regional II y Comisaría Primera, y otros 20 edificios cuya antigüedad e importancia en la vida social local los hizo acreedores de formar parte de la historia arquitectónica piquense.
A ese listado se pueden ir agregando nuevos edificios y espacios que debería designar el Consejo Consultivo del Patrimonio Arquitectónico Urbanístico de General Pico, determinando el grado de protección para cada uno. Y de esa forma se estima qué modificaciones se pueden realizar o no.
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