Es recolector y donará su aguinaldo para una pollada solidaria de Navidad
En tiempos de fiestas y de dificultades económicas, la ternura y la solidaridad hacen la diferencia. Hay personas que saben de hambre y también saben que un pequeño gesto puede cambiarle el día o, por qué no, la vida a alguien más. Hay personas que ayudan naturalmente. Hay también, quienes con la certeza de que hacer algo por alguien que lo necesite, regalan un poco de felicidad.
Este es el caso de Gonzalo Bravo, un recolector de basura de Trenque Lauquen, que para este 24 de diciembre decidió, no solo donar su aguinaldo para comprar pollos, sino que también se va a ocupar de cocinarlos.
La pollada
Gonzalo Bravo, en comunicación con La Opinión de Trenque Lauquen, contó cómo surgió la iniciativa. “Estamos en tiempos difíciles, la plata no le alcanza a nadie. Gracias a Dios hace 15 años que soy recolector, me dedico a cortar pasto, soy asador y de noche atiendo una canchita de Fútbol 5. Gracias a Dios no me falta para comer, tampoco tiro manteca al techo, pero todos los meses tenemos el mismo sueldo así que un mes más que me quede con el mismo sueldo no me va a cambiar la vida. Y, en esta fecha, los que pasamos necesidades sabemos lo que es pasar una Navidad con lo justo”, dijo.
“Calculo que el aguinaldo son unos $250 mil, yo soy Categoría 3. Y lo que hice en estos días fue publicar en las redes para que la gente me pasara contactos de lugares donde puedo comprar pollo y pan. Y así mucha gente empezó a escribirme y empecé a recibir algunas donaciones”, comentó Bravo sobre la iniciativa.
Bravo, compartió un mensaje sincero y movilizador en su cuenta de Instagram (@gonzalitobravo10), donde explicó que, gracias a Dios, no le falta para comer, y por eso quiere ayudar a quienes más lo necesitan.
Bravo sabe que la ilusión está ligada a la necesidad y que el mejor regalo que le puede hacer a una familia es darle un plato de comida. Gonzalo organizó todo para que el miércoles 24, a las 14 horas, pueda encender el fuego en García Salinas 1644 (Trenque Lauquen) lugar en el que tiene la cancha, azar los pollos y entregarlos a las 17.30 o 18 horas.
“Quien necesite que vaya a pedir uno, pero que sea quien realmente lo necesite. Si algún vivo va a buscar un pollo y tiene la posibilidad de comprarlo le estaría sacando un plato de comida a una criatura. La idea acá es pensar en los niños”, remarcó.
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