Lunes 23 de junio 2025

El lock out agropecuario ya toma formas abiertas de provocación social y política

Redacción 15/06/2008 - 02.55.hs

Supuestamente el domingo a la noche la Comisión de Enlace había cesado en su lock out patronal. Sin embargo habilitó que en cada provincia los "autoconvocados" siguieran con los cortes. La situación es dramática.
EMILIO MARIN
El comunicado de la mencionada Comisión, al plantear que los piqueteros de la abundancia siguieran a la vera de las rutas y "analizaran los pasos a seguir", dieron en los hechos vía libre para que éstos volvieran a los cortes. Y no sólo a los cortes, también a las andadas, como se vio en Victoria donde un sobrino nieto del genocida Antonio D. Bussi habría intentado parar con disparos de armas de fuego a un convoy de camiones con combustible.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo bien que quienes incurrían en ese tipo de acciones eran "intolerantes y antidemocráticos". Para no quedar pegados con ese incidente, haciendo la gran Pilatos, el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, declaró que las entidades eran "totalmente ajenas" al mismo. Pero son cosas que ocurren al socaire del lock out que la SRA y demás cámaras patronales vienen implementando desde hace 95 días.
No fue el único incidente grave pues en rutas de Córdoba hubo ataques con armas de fuego contra camiones jaula que transportaban hacienda.
Además hay 50 por ciento de los colectivos de media y larga distancia parados por falta de combustible y camioneros con daños en sus vehículos, etc. El dato más ominoso es que según diversas fuentes empresarias se están derramando 4 millones de litros de leche diarios y perdiendo otro tipo de alimentos por la obstrucción del tránsito en todo el país, pero particularmente en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Chaco y La Pampa.
El titular de las empresas avícolas, Roberto Domenech, ilustrando sobre el caos del sector, puntualizó que "no se pueden sacar los pollos de los galpones".
Este aspecto ilustra sobre un punto clave del plan oligárquico: extorsionar con el hambre, el desabastecimiento y la suba de precios. Hacer sufrir esas penurias a la población.
Un comerciante de Villa Elisa, Entre Ríos, fue maltratado en el corte del energúmeno de Gualeguaychú cuando se atrevió a preguntar en la poco democrática asamblea qué iba a pasar con el corte de la ruta 14 durante el fin de semana largo. Esta gente decía que el violento era Luis D´Elía.
Al fin de cuentas un puñetazo quién no recibió en la vida. Pero lo más doloroso es esa angustia colectiva y por plazo indefinido que la cúpula ruralista instaló en los argentinos, que corren a comprar comida, a buscar una estación donde haya nafta o dar con un camino alternativo por los cortes. En la Argentina de hoy no se sabe si el colectivo saldrá o no, y menos aún cuándo llegará a destino. Miles y miles de empleados están siendo suspendidos por fábricas y empresas desabastecidas, que en algunos casos cobrarán parte de esas horas caídas.
¿Quién es el responsable de este caos? Sin duda, los señores Luciano Miguens, Mario Llambías, Eduardo Buzzi, Fernando Gioino y la bestia de Gualeguaychú, que deberían ser imputados tal como lo pidió la Asociación de Madres de Plaza de Mayo en su doble presentación judicial de esta semana. En la segunda, el jueves 12, Hebe de Bonafini solicitó a la Inspección de Personas Jurídicas la quita de la personería jurídica a la Sociedad Rural y CRA.

 

Trinan de odio.

 

Las provocaciones ruralistas y de alguna cámara de transportistas son directamente proporcionales al estado de derrota política que se acentuó en su ánimo desde el lunes pasado. Fue cuando en un concurrido acto en la Casa Rosada, la presidenta de la Nación planteó que con lo sobrante de las retenciones, superior al 35 por ciento original, se formaría un Programa de Redistribución Social. El mismo servirá en un 60 por ciento para crear 30 hospitales de complejidad 4 en todo el país, otro 20 por ciento para edificar viviendas populares y el 20 por ciento restante para mejorar los caminos rurales.
Era el golpe decisivo que no podrían contestar Miguens y los suyos, a esa hora sentados junto al defensor del pueblo Eduardo Mondino, aguardando una reunión con el gobierno que éste había declinado cortésmente con antelación.
El decreto fue publicado inmediatamente en el Boletín Oficial, como para demostrar la practicidad que otras veces faltó en las medidas gubernamentales.
No fue el único paso concreto. Una vez que apareció el 1,3 millón de toneladas de trigo que los vericuetos de la especulación y la negritud de los negocios rurales había escamoteado, la Oncca de Ricardo Echegaray autorizó la exportación de 1 millón, igual que la venta al exterior de 15.000 toneladas de la Cuota Hilton de los frigoríficos. Días antes había ocurrido lo mismo con las vacas conservas. También se supo que el gobierno pagará en lo inmediato 24 millones de pesos de compensación al sector tambero.
Quiere decir que parte de los reclamos que fueran justos, llegados desde el campo, están siendo atendidos y despachados. ¿Cómo se explica entonces la redoblada furia de los ruralistas? Muy simple, Alfredo de Angeli planteó que siga el paro de comercialización de granos, con el consiguiente bloqueo de caminos, porque sigue disputando a dentelladas la porción de renta extraordinaria capturada por el Estado en la exportación de soja.
No es el único. Miguens justificó la continuidad del paro diciendo que el productor volverá a vender cuando la rentabilidad del mercado lo amerite. "En estas condiciones no se puede comercializar", redondeó su vice, Biolcati.
Su exasperación creció desde que Cristina Fernández anunció el fondo social con el excedente de las retenciones, estimado en 2.000 millones de dólares anuales. Antes los ruralistas decían que ellos atenderían gastos de educación y salud, pero ahora que el Estado hará esas obras, como corresponde, se quedaron sin discurso. Trinan de odio, seguros de que la mayor rentabilidad por precios internacionales, buen clima y tierras fértiles de Argentina serían propiedad privada suya. No quieren entender la diferencia entre capital, producción y ganancia, de una parte, y renta de la tierra, de otra.

 

¿Qué hacer?

 

En buena hora que la presidenta precisó el destino del mencionado fondo. En esta columna, el domingo pasado, se planteó: "¿No era que la plata de las retenciones era para mejorar la situación de los más desposeídos? Que lo demuestren ahora, antes que sea tarde".
El bloque oligárquico, con sus seguidores de la clase media alta de la Federación Agraria y la oposición política macrista, radical, duhaldista y de la Coalición Cívica, ha pergeñado una doble estrategia.
Por un lado se mantiene en una cerrada negativa a comercializar granos y carnes, con lo que busca justifica sus cortes de caminos sin fecha de vencimiento.
Por otro lado muestra una cara menos salvaje y declara que les queda la vía judicial, por lo cual arrecia en sus presentaciones judiciales. En esto los orienta Mariano Grondona, quien en sus columnas pide por un Poder Judicial "independiente" como último recurso frente a una supuesta dictadura K. Los diputados del PRO, como Federico Pinedo, han presentado un recurso para que la Corte Suprema se avoque ahora a tratar estos recursos mediante un "per saltum", y no dentro de un año.
Quienes se oponen al lock out, esbozan diferentes respuestas para el primer aspecto, de cómo disolverlo.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández ha ordenado que las fuerzas federales hagan la denuncia penal para que la justicia les ordene actuar frente a los cortes interminables. El titular de la Cámara de Supermercados Chinos, Calvete, pidió que la justicia ordene la liberación de las rutas. Hay sectores de la justicia propensos a la adopción de medidas contra los ruralistas, como el fiscal Juan Murray que promovió acción contra el presidente de la SRA de San Pedro.
Un hombre habitualmente calmo y reflexivo, como Torcuato Di Tella, dijo el miércoles a "Dos Voces" que había llegado el momento de enviar la policía o la gendarmería a despejar las rutas.
El gobierno está tomando las últimas cucharadas de paciencia para no tener que proceder de ese modo. Néstor Kirchner ha convocado a un masivo acto en Rosario, el próximo 20 de junio. ¿Será la fecha tope antes de ir a una confrontación política y física con los ruralistas? Es que si la Federación Agraria se sale con la suya y oficializa un cuarto paro, esa confrontación será cuestión de días.
La otra pulseada, la judicial, no sería tan difícil de ganar para el gobierno y todos los perjudicados por el lock out. En cada sede judicial las colas de afectados por la medida patronal serían mucho más largas que las de vehículos en estos días en las pocas estaciones de servicio que despachan naftas, claro que en algunos casos a 4 pesos el litro.
Es importante retener estos números. Si Miguens y sus aliados, los pooles de siembra, los exportadores de soja, las Bolsas de Cereales, Monsanto y las cerealeras se salieran con la suya, el litro de nafta valdrá 8 pesos, el kilo de pan 15, el litro de leche 10 y el asado 50.
?Nota de la redacción: el artículo fue redactado antes de los incidentes registrados ayer en Gualeguaychú).

 


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