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Cómo conspira la CIA en Bolivia

Redacción 02/03/2009 - 04.17.hs

Días atrás una sorprendente denuncia del presidente Bolivia, Evo Morales, conmocionó a la población de ese país aunque los medios de comunicación opuestos a su gobierno prefirieron ignorar y no darle la importancia que se merecía. Morales denunció la infiltración de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), como parte de sus operativos para derrocar su gobierno.
En una investigación firmada por Fortunato Esquivel que reproduce la agencia Argenpress, se señala que desde su llegada al gobierno, la embajada norteamericana, no descansa en su afán por terminar con el gobierno del primer indígena sudamericano. Hasta ahora, los organismos de inteligencia norteamericanos asociados con la oposición política y los sectores más reaccionarios de Bolivia fracasaron primero en impedir la llegada de Morales al gobierno, luego el propio embajador Philip Goldberg se involucró en un golpe civil-militar y tras su expulsión, la CIA comenzó a actuar de manera más contundente.
El nombre de un primer sospechoso de ser agente al servicio del organismo norteamericano, salió como consecuencia del escándalo en YPFB. Se trata del ex gerente Rodrigo Carrasco, a quien se ha identificado como un ex policía al servicio de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) y luego del Centro de Operaciones Policiales Especiales (COPES), otro organismo financiado por la embajada norteamericana. Se espera que las investigaciones permitan en poco tiempo conocer detalles sobre el accionar de la CIA en Bolivia, actividades que en anteriores ocasiones ya fueron descubiertas, incluso durante el gobierno del ultraderechista Hugo Banzer. En esa ocasión, el italiano Marino Diodato, casado con una sobrina del dictador, pretendió congraciarse con Banzer y descubrió que en el palacio de gobierno, existían más de 35 micrófonos encubiertos que permitían a la embajada tener detalles de cuanto se hablaba allí.
La abogada venezolana-estadounidense, Eva Golinger mostró en un programa de televisión la forma en que se utilizan a organismos estadounidenses como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la Agencia para El Desarrollo Internacional (USAID), además de otros, para organizar "programas de ayuda" y transferir fondos a organizaciones no gubernamentales y grupos de la oposición de Bolivia. Golinger aseguró que Estados Unidos, ha transferido más de 120 millones de dólares anuales a los opositores de Evo Morales.
Golinger demostró cómo desde el año 2005 el aspirante presidencial Evo Morales ya era una preocupación para Estados Unidos, razón por la que se entregaban 120 millones de dólares a organizaciones que eran parte del conflicto político nacional. Esos dineros llegaron abiertamente bajo el argumento de estar destinados a la lucha contra el narcotráfico. Eran las épocas en que Morales era tipificado como líder cocalero
En marzo de 2004, USAID abrió una oficina para "reducir las tensiones en zonas de conflicto y apoyar con la preparación de los eventos electorales". En realidad, tales iniciativas estaban dirigidas a financiar y apoyar económicamente a los partidos de derecha que intentaban detener la llegada de Morales al gobierno.
Golinger, acusó a USAID de apoyar abiertamente y con mucho dinero a las regiones que impulsaron el separatismo de la denominada "media luna", bajo el pretexto de "autonomía" y que en septiembre de 2008, conspiraron para derrocar a Morales y su gobierno indígena. En esa ocasión el propio embajador Goldberg, comandó a los comités cívicos y los prefectos rebeldes, pero tras fracasar, fue expulsado del país.

 


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