Viernes 27 de junio 2025

A traviesa, de verdad

Redacción 22/04/2010 - 02.02.hs

Como todos los últimos veintitantos años, en este abril de 2010 la población lugareña siguió con sostenido interés y estimable número, el paso de los atletas de diversa edad, sexo y aptitud física por calles de la ciudad y el "camino a Toay", marcha clausurada en el entorno de la vieja laguna.
La prueba lleva un nombre pretencioso (La Pampa a traviesa) que sugiere un itinerario por la tierra pampa toda cuando, como queda dicho, abarca un pequeño sector de su mapa.
Esta "maratón" surgió hace más de un cuarto de siglo cuando, por iniciativa, entre otros, de uno de los hombres del deporte que, sin ser figura saliente como protagonista directo de una competencia del músculo, derrochó riqueza imaginativa que fructificara en otras disciplinas. Un ejemplo es el ciclismo. Hace treinta años estaba en proceso de franca extinción por falta de cultores. Apenas asistía una docena (o menos) de participantes en la competencia más importante del calendario: el campeonato pampeano de resistencia.
El "milagro" de un vigoroso renacer, provino de las recordadas "pedaleadas" que patrocinara el club Sarmiento. Al repetirse cada semana, esas cordiales jornadas del pedal se transformaron en carreras en serio que reunían a un centenar o más de competidores La rutas pampeanas cobraron un colorido y dinamismo ni imaginable siquiera poco tiempo antes.

 

Volvamos a La Pampa a traviesa.
Sólo ciñéndose a su propio enunciado, podría ensayarse en el futuro una modalidad que responda mejor a él. Con un escenario no limitado a la capital y sus alrededores, abarcaría uno y otro año la geografía pampa en su mayor amplitud, desde el paisaje llano del noreste y los caminos sinuosos de la zona de dunas, hasta los bosques del centro o la llanura más despejada del Oeste. Ese Oeste tan cantado como poco visitado, podría descubrirse para a muchos pampeanos que sólo tienen de él la visión sugerida por nuestros poetas "telúricos".
En esa prueba, más adaptada a su nombre, no interesaría tanto que vengan como hasta ahora, atletas de gran nota. O que la carrera esté incluida en un calendario atlético nacional. Lo importante es que reúna a muchedumbres, corriendo o animando desde la banquina, para que sea una fiesta grande y que, año tras año, vaya justificando su denominación.
Con un poco de ingenio los costos no serían gravosos. Los municipios, que muchos cuentan con uno o más ómnibus, podrían afectarlos una vez al año para llevar a quienes no tienen medios de transporte propio..
Es una idea loca, tomada al pasar, sin la base de estudio alguno de factibilidad. Pero sería bueno para que gente de toda la latitud pampeana pueda conocerse, compartir durante un día entero una fiesta de verdad. Y esto vale. ¡Caramba que sí!

 


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