Viernes 13 de junio 2025

Tabaquismo: no se cumple con la ley

Redacción 21/09/2011 - 03.42.hs

Con la sanción y promulgación de la Ley Nacional 24.044, de Control del Tabaco, colofón de otra serie de normas dictadas a nivel provincial, y aún municipal, habría que entender que los argentinos estaríamos accediendo a una mejor calidad de vida, y creando condiciones más favorables para las futuras generaciones.
Si bien se asocia el consumo de tabaco al cáncer de pulmón, se conoce que el humo del cigarrillo contiene más de 7000 sustancias tóxicas, de las cuales unas 70 son cancerígenas. Fue el propio ministro de Salud de la Nación quien expresó días atrás que, además, el consumo de tabaco puede producir además del cáncer de pulmón, padecimientos tales como cáncer de casi todos los órganos, ataques cardíacos, accidentes cerebro vasculares, enfermedades pulmonares severas, infertilidad, impotencia y trastornos reproductivos, entre otras.
En nuestra provincia, el año anterior, se sancionó también una ley -ahora subordinada a la norma nacional- y las municipalidades adhirieron también oportunamente. Así la Ley Nacional 24.044 establece que los ambientes de trabajo y de uso público deberán estar absolutamente libres de humo en todo el país.
Desde la sanción de la ley se pudo observar que los lugares públicos, restaurantes, bares y reparticiones del Estado, muestran el cartelito con la prohibición de fumar en esos espacios, y un cumplimiento bastante acabado de la norma.
Lamentablemente aún persisten ámbitos renuentes a asumir la nueva realidad legal. Resulta increíble que en la propia Cámara de Diputados, que el año pasado trató y aprobó el proyecto, haya empleados que se paseen con el cigarrillo encendido en los pasillos, y peor aún que los propios legisladores fumen en sus despachos ignorando el mandato legal que ellos mismos sancionaron. Y no sólo eso. Hay muchas otras dependencias oficiales donde la norma no se observa, y los desaprensivos le ganan la pulseada a quienes protestan por el atropello y saben que se ven perjudicados en su salud. Aunque parezca mentira, esto sucede también en algún sector del propio hospital Lucio Molas, y en Canal 3 nadie se atreve a poner coto a una práctica que persiste como si la ley nunca hubiera sido sancionada.
La ley provincial se encuentra organizada en ocho capítulos: objeto y definiciones; prohibiciones; excepciones; habilitación de zonas para fumadores; medidas de prevención del tabaquismo; de promoción de la salud y de facilitación de la deshabitualización tabáquica; facultad de control; régimen de infracciones y sanciones; y disposiciones generales. El proyecto sancionado prevé su armonización normativa con el Código Provincial de Faltas mediante la modificación de cuatro artículos del mismo.
Una consulta de este diario al Juzgado Provincial de Faltas hizo que una empleada, sorprendida, contestara que no sabía de qué trataba y, aún más, dijera ignorar que precisamente ese organismo es el que debe sancionar a quienes no cumplen con la ley. Pero más allá de la transgresión de la norma legal por parte de los empleados, lo que resulta inconcebible es que a los responsables de esas reparticiones que están en falta no les interese hacer cumplir con la reglamentación vigente. Nadie, en todos esas dependencias, dice absolutamente nada.
Lo que está claro es que las autoridades deben instrumentar los medios para que la ley se cumpla en todo su contenido, porque el Estado no puede desertar de su función indelegable de cuidar como corresponde la salud de la población. Las estadísticas son contundentes, y dan cuenta de que 40 mil argentinos al año siguen muriendo por el consumo de tabaco, y más de 6 mil por respirar el humo ajeno. Obviamente muchas de estas víctimas son pampeanas. ¿Hacen falta más argumentos?

 


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