Diez años de suspensión por agredir a árbitro

El futbolista Enzo Figueredo, de Matadero por la Lealtad y que a principios de este mes agredió brutalmente al árbitro Shair Salomón durante un partido de la Primera B de la Liga Cultural de fútbol, recibió una suspensión de diez años de parte del Tribunal de Disciplina de la Liga Cultural de fútbol.

Esa dura sanción, que le impedirá por una década pisar una cancha culturalista como jugador de fútbol, se suma a la causa penal que afronta, ya que en su momento fue imputado por el delito de lesiones leves, se le pusieron restricciones de acercamiento al árbitro y se le prohibió el ingreso a una cancha de fútbol, y hasta podría ir a prisión si se efectiviza la condena, porque tiene antecedentes penales.

El lamentable episodio ocurrió el domingo 1 de junio en el estadio Nuevo Rancho Grande de General Belgrano, promediando el segundo tiempo del partido que Centro Oeste le ganaba a Matadero por la Lealtad 4 a 0 en el certamen de ascenso culturalista.

El árbitro Salomón le mostró la roja a Figueredo luego de una falta del jugador de Matadero, y el futbolista reaccionó corriendo al colegiado, que se tropezó al retroceder y cayó al piso. En ese momento, el agresor se abalanzó sobre Salomón -que estaba en el suelo- y lo golpeó, provocándole una lesión en el parietal izquierdo.

Diez años.

Ante esta situación, el Tribunal de Disciplina analizó el informe y demás pruebas presentadas por el árbitro principal, además del descargo presentado por el jugador, y dispuso una dura pena de diez años de suspensión para Figueredo, además de dar por perdido el partido a Matadero por la Lealtad por 4 a 0.

En los considerandos del fallo, el Tribunal da detalles del informe del árbitro: “Expulso a los 76m al jugador Enzo Figueredo por pegarle una patada a un jugador rival a la altura de la rodilla, por lo cual una vez que le saco la tarjeta roja se abalanza sobre mi persona y me propina varios golpes de puño en el rostro, por lo cual pierdo la conciencia por cinco minutos y tuve que ser atendido por la enfermera y a su vez por un médico”.

Por otra parte, informa que “en su descargo, el jugador se manifiesta arrepentido y pide disculpas, y admite haber ‘perdido el control’ y cometido ‘actos irracionales sin medir consecuencias’”.

El fallo, además, señala: “Con referencia a los hechos de violencia en el contexto de un partido de fútbol hay unanimidad de criterio entre los clubes de fútbol que integran esta Liga, que dichos actos deben ser erradicados de los partidos de fútbol y que atentan contra el espíritu deportivo que debe haber entre los protagonistas”.

“El árbitro fue golpeado con tal fuerza que perdió la conciencia por un rato. A su vez, en el video puede apreciarse, como agravante, que el árbitro fue golpeado tras caer, cuando se encontraba en un estado de indefensión. La conducta de Figueredo es injustificable e  inadmisible”, continúa.

Ejemplar.

En el extenso fallo del Tribunal se hace referencia a la necesidad de aplicar una sanción ejemplar para intentar erradicar de una vez por todas a la violencia del fútbol. En ese sentido en los considerandos se detalla: “Por desgracia, la violencia contra los árbitros es un problema global en todos los niveles del fútbol. Es un tema complejo en el que influyen muchas variables. Sin árbitros no hay fútbol. Ellos deben lidiar con el error humano, porque es inevitable, por lo que alegar un error arbitral nunca será justificativo de ninguna agresión física. Entrenadores y futbolistas deben acatar las decisiones arbitrales, aún en el caso de que a su juicio sean erróneas, debemos recuperar la tolerancia, y los reclamos hacia ellos deben ser razonables y respetuosos".

“Esta situación pone sobre la mesa la necesidad de un debate sobre el tema. Por nuestra parte, en el marco de nuestras competencias, tratamos de dar una respuesta firme que establezca precedentes claros sobre las consecuencias de estas conductas antideportivas. A su vez, nos permitimos manifestar que de nuestra parte estaremos trabajando en proponer (ante quien corresponda) alternativas accesorias a las penas por tiempo para estos casos de gravedad, como el de acreditar la realización de una o más sesiones de trabajo psicológico (en relación al tópico) con un profesional, previo poder volver a ingresar a un campo de juego, si así lo pretende, una vez cumplida la sanción".

“Por otra parte, insistimos en que la educación siempre es importante. Pequeños detalles pueden hacer la diferencia, por ello marcamos en los considerandos de distintos fallos aspectos significativos a tener en cuenta. Los clubes deben procurar trabajar y estar atentos a determinados factores psicológicos de sus jugadores y entrenadores, como la personalidad, que indica cómo le afectan las situaciones de su entorno; la actitud, que muestra su disposición ante las situaciones; los estados de ánimo, y otros aspectos que hacen a la estabilidad emocional. Estos factores muchas veces proporcionan datos de cómo el jugador podría responder ante diferentes situaciones en el campo. Así, podrían salvarse muchos perjuicios derivados de conductas antideportivas evitables.

“Intentar trabajar en aspectos psicológicos es importante, aunque ello no garantice que no se den sucesos de indisciplina. Todo jugador indisciplinado debe recibir ayuda, ya que muchas veces la indisciplina es una válvula de escape emocional que se plasma en lo deportivo, o canaliza otras frustraciones. Por eso, hacemos un llamado a la acción al Club para trabajar en brindarle herramientas de contención al jugador, para sobrellevar la dura sanción que deberá afrontar, cuestión sumamente trascendente que excede nuestro análisis y posibilidades. El fútbol se caracteriza por las vivencias emocionales, por lo que el objetivo principal de la preparación psicológica es trabajar en el dominio de uno mismo, en la capacidad de dirigir voluntariamente sus acciones, sentimientos y conducta, de acuerdo a las normas ético-morales del deporte”.