Sabado 12 de julio 2025

Alicia Kirchner y una moraleja pampeana

Redacción 15/04/2012 - 10.13.hs

I - Sobre el fin de semana se supo que la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa respondió al llamado de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, a las cooperativas de todo el país para que colaboren en la emergencia provocada por el temporal en el conurbano bonaerense. La respuesta de la CPE, como de otras decenas de entidades solidarias, fue la antítesis de la inoperancia de las empresas privadas concesionarias del servicio eléctrico en el área afectada que a diez días del tornado no pudieron garantizar el servicio.

 

II - El caso tiene moraleja para La Pampa donde el gobierno trata a las cooperativas como sus enemigas inventando permanentemente conflictos con ellas mientras que el gobierno nacional, del que nuestro gobierno se dice tributario político, las ve como aliadas en su lucha contra las corporaciones económicas. La atención que Alicia Kirchner pone en el movimiento cooperativo es toda una definición política que sirve, por contraste, para aclarar dónde está parado el gobierno pampeano. El llamado a ellas para que suplanten a la actividad privada incapaz de brindar un servicio público si no hay lucro en el medio debería ser observado con atención por el gobierno pampeano. Debería servirle para advertir al extremo de locura que ha llegado con su política anticooperativista que hoy intenta expropiar las columnas del movimiento cooperativo eléctrico de La Pampa con el inconfesable fin de facilitarle el negocio a sus "amigos" de las empresas cableras privadas (con el Grupo Clarín a la cabeza).

 

III - ¿Quién va a contramano de la Historia? ¿El gobierno nacional que promueve la acción cooperativa en donde los privados fracasan o el gobierno provincial que actúa favoreciendo a los privados a costa del patrimonio cooperativo? Una lectura a la Constitución de la Provincia de La Pampa nos da una respuesta indudable: la misma concepción que tiene el gobierno nacional al convocar a las cooperativas es un mandato constitucional en La Pampa cuya carta magna otorga un privilegio a las cooperativas para brindar servicios públicos. El gobierno provincial no solo va a contramano de la historia que intentan escribir hoy los argentinos, sino que, además, al continuar con la política de hostigamiento al movimiento cooperativo pampeano, va en contra de nuestra propia historia provincial marcada a fuego por la tradición cooperativista que ha llegado a plasmar en el texto constitucional como un mandato hoy pisoteado.

 

IV - Entre la apropiación de la columnas para darle ventajas a las empresas privadas de cable y el llamado del gobierno nacional a las cooperativas media un abismo. El debate es, nuevamente, entre los partidarios de ver los servicios públicos como un negocio o como una oportunidad para crear formas de gestión donde la solidaridad sea fundamento del asociativismo. En ese debate, los pampeanos tiene como aliado nada menos que a la ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner. El gobernador Oscar Mario Jorge y sus funcionarios parecen tenerlo a Héctor Magnetto.

 

V - En la semana, los pampeanos, junto a todos los argentinos, fueron testigos de la atroz confesión del ex dictador Jorge Rafael Videla que finalmente admitió que mandó a matar a miles de jóvenes y que los hizo desaparecer porque era consciente que lo que hacía era una atrocidad que jamás consentirían los argentinos ni el mundo. Enfrentado a ese quiebre, quien lo escucha no puede menos que sentir, a la vez que repulsión, un sentimiento parecido al desagravio por años de negación sistemática del genocidio. Como un insulto a la inteligencia y al dolor argentinos, la mentira y el ocultamiento han caído finalmente de la boca del gran responsable del genocidio y de su negación sistemática. La confesión rompió con el pacto de silencio que los genocidas se impusieron y que ha dificultado la tarea de búsqueda de los muertos desaparecidos y de los niños sobrevivientes raptados. Desde el "no están, son una entelequia" con el que Videla intentó, en el apogeo de su poder omnímodo, negar el baño de sangre y horror en el que sumergieron al país, hasta la confesión de asesino que debió ocultar las pruebas de su matanza se es testigo de una metamorfosis. Con la fe quebrada, el proclamado cruzado de Occidente que en el nombre de Dios secuestró, torturó, mato e hizo desaparecer, se presenta ahora como lo que es: una Bestia con un triste y solitario final. (LVS)

 


'
'