Insólita acusación de "antisemitismo"
Dirigentes de la Delegación de Asociaciones Israelítas Argentinas (DAIA) manifestaron públicamente que habían estado en Santa Rosa la semana pasada para expresar su "preocupación" por "unas notas que en forma permanente resultan tendenciosas y que rozan posiciones antisemitas" publicadas por este diario. Su vicepresidente afirmó que "para la comunidad judía de La Pampa era muy importante que estén las máximas autoridades porque esta cuestión con el diario (La Arena) que se viene dando desde hace tiempo era muy importante".
Las declaraciones de la dirigencia de la DAIA reproducidas en el sitio web de la institución y otras agencias además de llamar la atención de este diario aparecen como preocupantes.
En sus 80 años de vida, LA ARENA siempre fue una constante defensora de las minorías -políticas, religiosas, sexuales, étnicas, etc.- y nunca recibió un reproche por parte de sus integrantes o de sus representantes. Antes bien, este diario solo recogió comentarios aprobatorios por su labor de divulgación y de concientización acerca de las realidades, muchas veces difíciles, que padecen tales minorías. Por esa razón, sorprenden esas expresiones de los dirigentes de la DAIA que ignoran los antecedentes de LA ARENA como un medio que siempre defendió a los sectores minoritarios y más vulnerables de la sociedad.
Ahora bien, confundir las críticas periodísticas que en algunas columnas se han formulado a ciertas conductas públicas de la conducción de la DAIA con una prédica "que roza el antisemitismo" es a todas luces un despropósito. Este diario, y sus columnistas, suelen utilizar un estilo directo a la hora de informar y opinar sobre los más variados temas y problemas de la sociedad pampeana, argentina y mundial. Pero de ahí a afirmar que algunas de esas críticas se aproximan al "antisemitismo" aparece como una interpretación -en este caso sí- tendenciosa que busca confundir o desacreditar el ejercicio de la libertad de expresión.
Aplicando el mismo razonamiento, la crítica al gobierno nacional podría ser calificada de "antiargentina", o al gobierno provincial de "antipampeana" o a una jerarquía eclesiástica de "anticatólica". La crítica periodística, que este diario ejerce desde sus mismos comienzos, hace ya 80 años, ha estado y está siempre orientada a opinar sobre los procederes o conductas públicas de las personas o instituciones y nunca sobre su condición religiosa, política, étnica o sexual.
Quienes asumen la responsabilidad dirigencial saben que se exponen a la mirada escrutadora no solo de la prensa sino de la comunidad toda. Sin embargo, pretender que esa mirada adopta una connotación discriminadora por el hecho de que se ejerce contra quien pertenece a la religión o a la tradición judaica es muy distinto.
La conducción de la DAIA sostiene que el antisemitismo ha adquirido hoy otras formas diferentes a las ya conocidas. Pudiendo coincidir con esas expresiones, bien podría decirse también que hay un discurso que roza el fundamentalismo y que ha hecho del uso del término "antisemitismo" un ejercicio de coerción para descalificar toda opinión crítica sobre el desempeño de algunas instituciones judías.
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