Viernes 20 de junio 2025

Para saber si el gobierno es sincero

Redacción 09/05/2017 - 02.01.hs

El masivo y contundente rechazo al ominoso fallo de la Corte que benefició con el denominado "2x1" a un represor de la dictadura obligó al gobierno nacional y a la Iglesia Católica a retroceder en sus discursos iniciales. Apenas conocida la sentencia, el secretario de Derechos Humanos salió a avalarla y a mostrar su acuerdo con ella; pero a medida que fueron sumándose los rechazos el "cambio" empezó a tomar cuerpo en el seno del gobierno. Porque no solo el repudio llegó desde los organismos defensores de derechos humanos; todo el arco político se expresó en el mismo sentido y hasta reconocidos juristas muy afines del gobierno.
El abrupto viraje no sonrojó a nadie en un gobierno ya experimentado en los globos de ensayo, en la estrategia de probar y ver. La ola de pronunciamientos condenatorios a la Corte "convenció" al macrismo que había que poner cara de póker y sumarse al reclamo popular. Sin importar siquiera que se había divulgado la trama de acuerdos entre funcionarios, jueces y obispos que epilogó en la decisión de la Corte según reveló un conocido periodista experto en este tipo de investigaciones.
A pesar de contar con el blindaje de la más poderosa maquinaria mediática que jamás haya estado al servicio de un gobierno, la sinceridad de este nuevo "cambio" del macrismo es muy difícil de digerir. Sus antecedentes lo condenan. Desde el Presidente para abajo han exhibido siempre un desprecio inocultable por las políticas de defensa de los derechos humanos, han utilizado los términos más ofensivos para dirigirse a ellas, han encaramado y defendido a funcionarios vinculados con la dictadura militar, han desmantelado programas de gobierno relativos al tema o votado en contra de una ley para investigar las complicidades civiles durante la dictadura, por no hablar de una nueva tendencia que se consolida en el Poder Judicial y que no ha sido objetada por el gobierno sino todo lo contrario: el otorgamiento del beneficio de la prisión domiciliaria a no pocos genocidas alojados en prisión.
Pero lo que marca con mayor transparencia el parentesco entre el macrismo y esta decisión de la Corte de beneficiar con el "2x1" a un represor y abrir el camino a centenares de liberaciones es el trío de jueces que lo permitió. Los tres magistrados que votaron a favor le deben su permanencia en la Corte al Presidente. Dos de ellos porque fueron propuestos por el jefe de gobierno, y la restante porque se propone extender su permanencia en el alto tribunal -a pesar del límite de edad que establece la Constitución- con los buenos oficios del Poder Ejecutivo.
Para demostrar ante la sociedad la sinceridad de este cambio de postura, el gobierno no debería quedarse en las palabras y pasar a la acción. Está en sus manos promover el juicio político de los integrantes de la Corte que avalaron el "2x1" y que sus representantes en el jury se manifiesten por la remoción de ellos. Y luego postular en reemplazo a tres magistrados con reconocidos antecedentes en materia de defensa de los derechos humanos. Sería la única forma de demostrar que esta última mutación no es puramente cosmética ni demagógica.

 

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