Los escritores plantean defensa de su derecho
Señor Director:
Se acaba de formar en Buenos Aires una Unión de Escritores que reúne a poetas, narradores, cronistas y dramaturgos de ambos sexos.
Existen, desde antiguo, otras sociedades que reúnen a autores de poesía y novela, que si bien, por venir desde hace años, han dado mayor protagonismo al varón, admiten ambos sexos, al punto de que algunas de tales entidades son actualmente presididas por mujeres.
El objetivo de esta Unión es más específicamente gremial, en el sentido de disponer de un ente que se encargue de velar por el interés económico de quienes son los que inician y hacen posible todo el proceso que va desde la creatividad, a la impresión, la distribución y la venta en librerías.
Lo que actualmente sucede, según lo que han manifestado los creadores de esta Unión, es que el provecho económico originado por sus creaciones, actualmente se reparte en la siguiente proporción: 10 por ciento para el autor, 30% para el editor, 40 por ciento para el librero y 20 por ciento para el distribuidor. Uno de los autores dice que "somos el último eslabón en la sucesión de pagos" y agrega que muchas veces su diez por ciento se reduce.
Salvado el hecho cierto de que sin autor no hay libro, no es menos verdad que sin editor no hay autor que pueda dar a conocer su obra. También es verdad para nada desconocida, que muchos de los autores deben financiar la publicación de su trabajo con su peculio o la ayuda de amigos o de entidades de fomento, incluso del sector oficial.
Sin editor la creación queda confinada al ámbito privado, como se ilustra en la anécdota española del encuentro de dos escritores en un café. Cuando uno de ellos hace ademán de llevar la mano a un bolsillo para sacar un escrito, el otro lo para diciéndole: "Si me lees, te leo". O "Si me escuchas, te escucho". A tales extremos lleva el hecho de que lo que hace el creador solo se completa si llega al lector. Por más que algunos digan que escriben para satisfacer su necesidad de expresarse, lo cierto es que sin el otro la creación queda confinada u oculta, como si no se hubiese producido y no menos verdad, aunque duela, es que no todo producto merece el gasto de la edición.
Tan compleja es la trama de acciones y actores que resultan necesarios para que la obra de un creador trascienda. Por cierto que los autores no lo ignoran, y por eso, no dicen aspirar a qué se invierta la lista y monto de los beneficiarios. Apuntan a terminar con ciertas artimañas de editores, que agregan ítems indebidos para abultar el costo de su inversión. De hecho, el editor y los distribuidores y libreros son actores tan necesarios como el autor. Forman la cadena que lleva del autor al lector, completando el círculo virtuoso. Y confirma que, sin el otro (los otros), la vida humana queda pedaleando en el aire.
Premio.
El escritor argentino (Chaco) Mempo Giardinelli figura entre los cinco finalistas al premio Scanno, de importancia en Italia.
Mempo ha participado de este certamen anual con su novela Santo Oficio de la Memoria, recientemente traducida a la lengua itálica. Nuestro novelista ha hallado buena acogida en el lector italiano. Varias de sus creaciones han sido traducidas en los últimos años.
Santo Oficio de la Memoria es el relato (saga) de una familia de inmigrantes italianos en la Argentina que incluye a tres generaciones.
¿Milagro?
Horacio Verbitsky ha publicado su libro titulado La Libertad no es un Milagro.
Uno de los capítulos se refiere al caso de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, la "que se animó a enfrentar el poder del ingenio Ledesma".
Verbitsky ha tenido papel protagónico para promover el interés mundial en el caso Sala y en el de Santiago Maldonado, sobre desaparición forzosa.
Gueto.
Días atrás murió en Buenos Aires Jack Fuchs, a la edad de 93 años.
Fuchs era sobreviviente del gueto de Varsovia y de los campos de exterminio de Auschwitz y Dachau.
Atentamente:
Jotavé
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