Viernes 27 de junio 2025

Problemas de la mayor variedad que se conoce

Redacción 09/09/2017 - 00.49.hs

Señor Director:
El refrán que me viene a la memoria para empezar el tema que he elegido, dice que "A perro flaco nunca le faltan pulgas".
Mi duda reside en que no sé si al pensar Argentina es justo compararla con un perro flaco. Por lo demás, ignoro si las pulgas prefieren al perro flaco o abundan en éste porque los otros están cuidados.
Con tales salvedades digo que en nuestro tiempo se han sumado los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes del culto católico. Dado que en otros cultos que se practican en la Argentina la conducción está a cargo de personas a las que les está permitido crear familia, se supone desde antiguo que la preferencia de algunos sacerdotes puede deberse a la prohibición de tener familia propia. Esto parece ser verdad, aunque queda por considerar que la tendencia al abuso no es extraña en personas sobre las que no pesa la prohibición que sobrellevan y han aceptado expresamente los sacerdotes. En particular, los abusos recaen sobre niños y menores de ambos sexos.
En la Argentina ya son nueve los sacerdotes que han sido penados judicialmente y estos casos son todos recientes. ¿Antes no pasaba o, si pasaba, se hacía la vista gorda?
La sanción penal más reciente y más severa es la que acaba de dictarse en Entre Ríos contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria, condenándolo a 25 años de prisión efectiva. Este cura es de origen colombiano e ignoro si llegó a Entre Ríos por algún escándalo en su país. Suele ser costumbre trasladar a sacerdotes para darles una nueva oportunidad o para evitar el escándalo, como parece ser el caso del Instituto Próvolo, cuya central está en Roma y del que hablará más abajo. Escobar Gaviria fue condenado por abuso sexual y corrupción de menores. Los damnificados que se tuvieron en cuenta son cuatro ex monaguillos de un pueblo llamado Lucas González, pero se cree que pueden haber sido más las víctimas. Los 25 años de prisión son, repito, la pena mayor en nuestro país. En fecha reciente el sacerdote Julio C. Grassi fue condenado a quince años de prisión, en la provincia de Buenos Aires. Grassi tenía a su cargo una fundación denominada Felices los Niños.
El Instituto Próvolo fue ideado en Italia para atender a niños sordos o con problemas auditivos. En Italia estalló un escándalo por abuso sexual, del que fue acusado un sacerdote (es una institución católica), luego del cual fue trasladado a la Argentina. Aquí la filial afectada es la de Mendoza. La justicia acaba de disponer la prisión preventiva de una monja llamada Kunino Kosaki, por "participación primaria en abusos sexuales". También está detenida Graciela Pascual, que era representante legal del Instituto, por "participación primaria". Kosaki, por su edad, tiene prisión domiciliaria. Sigue detenido el cura Nicola Corradi (82 años), con prisión domiciliaria. También presos Horacio Corbacho (56), José Bordón (50) , monaguillo, José L. Ojeda (41), administrativo, y Armando Gómez (46), todos por abuso sexual con abuso carnal agravados por la guarda y por la connivencia preexistente con menores. Asimismo hay imputaciones a cuatro ex directoras, una cocinera y una psicóloga. Las víctimas fueron más de veinte chicos. Los hechos han trascendido por la denuncia inicial de algunas víctimas, ahora personas mayores. Algunos de los imputados se sumaron al abuso sexual y otros, que tuvieron conocimiento del delito, callaron.
Este tipo de delitos, en los que participan sacerdotes, llegó al conocimiento público en los últimos años y se han producido en distintos lugares del mundo, sin excluir el Vaticano. En Estados Unidos, algunas diócesis estuvieron en punto de quiebra por las multas que han debido afrontar. Incluso en la Irlanda católica (Reino Unido). Que salieran a la luz fue posible porque por primera vez las víctimas resolvieron declararse tales y ha habido batallas legales y estruendo periodístico en varios casos.
Atentamente:
Jotavé

 

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