Jueves 26 de junio 2025

Carrozas de fuego griego

Redacción 29/05/2022 - 00.09.hs

Hace pocos meses despedíamos en esta página a Mikis Theodorakis, genial compositor griego, famoso por sus partituras cinematográficas. Hoy debemos lamentar que se le haya unido su colega y compatriota Vangelis, quien aunque no compartía con aquél la militancia marxista, participaba de todos modos de ese carácter indómito con que tendemos a asociar a este pueblo mediterráneo, sobre todo después de la película "Zorba el griego".

 

Papathanassíou.

 

Nacido Evángelos Odysséas Papathanassíou, el joven músico pronto decidió simplificar su nombre artístico, ahorrándonos mucha saliva a sus admiradores, y probablemente salvándose él mismo del bulling de sus compañeros del secundario.

 

Prontamente fascinado por los teclados electrónicos, a comienzos de los años '70 Vangelis había formado un grupo de rock sinfónico llamado "Afrodite's child" (el hijo de Afrodita, esto es, el Hermafrodita) que también integraba el cantante Demis Roussos, quien luego alcanzaría fama como cantante melódico y meloso. Juntos grabaron un disco hoy considerado obra maestra del género, "666", inspirado en el último libro de la Biblia, el Apocalipsis (palabra que, por cierto, viene del griego, y no quiere decir "fin del mundo", como se cree, sino "revelación").

 

No le habrá valido el fervor de la iglesia ortodoxa que su gran obra llevara por título la cifra del Anticristo, ni mucho menos, que en uno de sus pasajes musicales participara la actriz Irene Papas (la misma de "Zorba el griego") interpretando un fabuloso orgasmo.

 

Yes.

 

Hasta entonces su fama era algo marginal, pero cuando disolvió aquel grupo y se mudó a París, para comenzar una larga carrera solista en la música electrónica, pronto recibió el llamado de Jon Anderson, cantante del famoso grupo británico Yes, del que acababa de salir el tecladista Rick Wakeman.

 

Los ensayos en que intentaron integrarlo fueron caóticos. No contento con hacer alarde de su virtuosismo con los teclados, Vangelis se puso a tocar los instrumentos de los otros miembros de la banda, particularmente la batería, que sabía ejecutar con solvencia. Tal parece que el chiste no le hizo mucha gracia al baterista habitual de la banda, Alan White, que por cierto también nos dejó esta semana.

 

Pero lo que terminó por arruinar ese matrimonio en ciernes fue la tendencia del griego a la improvisación y la espontaneidad, cosa que no se llevaba bien con el espíritu súper estructurado que caracterizaba a los Yes. De todos modos, de ese contacto quedó una amistad de por vida con Jon Anderson, con quien grabaron varios discos juntos, uno de ellos, "Los amigos de Mr. Cairo", de gran éxito en ventas.

 

Cine.

 

Pero lo más probable es que Vangelis sea recordado, como su colega Theodorakis, por sus músicas para películas, la más importante de todas, seguramente, "Carrozas de fuego", que le valió un Oscar a la mejor partitura original. Ese tema central de la película fue tan exitoso que casi resulta imposible no asociarlo con las imágenes de maratón, disciplina olímpica de la que trata el filme, y que, por cierto, también le debemos a los griegos.

 

Se coincide de todos modos en que como obra musical, fue superior la música de "Blade Runner", de Riddley Scott, un hito en el cine de ciencia ficción. Esos filosos teclados electrónicos se acoplaron a la perfección con las imágenes de una Los Angeles del futuro, cosmopolita y apocalíptica, poblada por humanos rotos y robots resplandecientes.

 

Su música a veces parecía pecar de grandilocuencia, un poco reflejando su carácter ampuloso y su cuerpo voluminoso. En una nota frecuente del género electrónico, por momentos la armonía parecía simplista, pero a poco que se preste atención, se descubrían allí exóticas notas modales, propias del folclore griego, tan próximo al Medio Oriente.

 

Probablemente también se asocie su música a los mundos espaciales que solían acompañarla en el cine, o en series de televisión como "Cosmos" de Carl Sagan, todavía hoy un material de culto en materia de divulgación científica.

 

Tenía 79 años y parecía imbatible, hasta que el maldito Covid 19 se interpuso en el medio. Vangelis decía que la música surgía a través de él, no de él. Ciertamente, con su partida la música ha perdido un maravilloso vehículo para manifestarse.

 

PETRONIO

 

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