Cosas veredes Sancho...
I – El Informe Mensual de Pagos Minoristas que publica el Banco Central de la República Argentina no da lugar a dudas: en octubre, la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos fue más del 200% mayor al mismo mes del año anterior. Estas cifras de lo que sucede justamente en la parte baja de la pirámide económica y productiva tiene difusión pública y su acceso no cuesta más que un clic para cualquier ciudadano que quiera informarse. Es la gran contradicción del mundo actual de las comunicaciones. Nunca antes hubo en la historia de la humanidad más información disponible para verificar la marcha de la economía de un país y del mundo y nunca antes esa información, esas cifras, son olímpicamente ignoradas por la mayoría de las personas que sufren o disfrutan los vaivenes de esa marcha económica.
II – Dice más el informe mensual sobre los pagos con cheques de las personas y empresas argentinas. Dice que en solo un mes pasaron a ser de poco más de treinta mil a superar los cien mil. Más precisamente, 108.000 cheques rechazados por falta de fondos. Nadie que conozca cómo se mueve la economía en la parte baja del mundo productivo y comercial puede desconectar estas cifras pavorosas de la crisis terminal de familias y empresas. No se trata de un proceso impulsado por causas externas, esto es, no es como con la pandemia cuando se detuvo casi a cero buena parte del flujo económico y comercial y los movimientos de bienes y servicios se enfriaron casi hasta el punto de congelación.
III – Nada de eso, ahora se trata de decisiones conscientes de un poder político que busca deliberadamente paralizar la economía del trabajo y la producción, convencida que solo así detendrá la inflación y permitirá continuar pisando el valor del dólar. Se salvan los sectores extractivos mineros y petroleros y en alguna medida los sectores ligados a la exportación de productos agrícolas porque tienen directa implicancia en la captación de divisas a través de la exportación. No así los sectores productivos de bienes que podían exportar electrodomésticos, automóviles o autopartes. El gobierno parece tener como objetivo primarizar completamente el país destruyendo la actividad industrial a la que considera no preparada para competir con la importación de los bienes disponibles en economías altamente desarrolladas.
IV – Días atrás, un industrial textil planteó su dilema: tenía máquinas de confección de telas e hilados de ultima generación, adquiridas en 2023 y preparadas para abastecer de telas de calidad el mercado interno y competir con productos importados de países que no descarguen sobre los demás sus excedentes de stock, o que vendan a precio de dumping para lograr el cierre de las industrias locales. Pero eso es lo que está pasando, las cifras de importaciones de ropa, calzados y textiles ha pasado en solo dos años a ocupar más de la mitad de lo que se consume en el país. En ese y otros rubros, las consecuencias son el cierre en cascada de decenas y decenas de fábricas y empresas y de miles de despidos. Aun así, una parte de los ciudadanos cree que el camino emprendido es el correcto y espera el milagro que de la destrucción del aparato productivo y del trabajo surja un país mejor. Una realidad quijotesca que lleva a repetir las sabias palabras del Caballero de la Triste Figura: “Cosas veredes Sancho que non crederes”.
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