Desmedida pretensión

En las semanas precedentes se ha advertido –y esta columna lo destacó— predisposición a una actitud menos complaciente con las autoridades de la provincia de Mendoza, que ya llevan dos años sin cumplimentar la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en cuanto a la cesión de un mínimo de agua a La Pampa. Esa variación se advierte tanto en el gobierno de nuestra provincia como en instituciones no oficiales.

 

Confirmando lo justificado de esa medida, el gobernador mendocino acaba de señalar públicamente que presentarán un nuevo proyecto de Portezuelo del Viento pero más "chico". Alentado, posiblemente, por el reciente acuerdo sobre la represa El Baqueano, firmado con el gobierno nacional, el gobernador cuyano vuelve a apuntar a una obra que en las condiciones pretendidas por Mendoza no solamente es resistida por La Pampa desde mucho tiempo atrás y también por las restantes provincias de la cuenca al advertir el perjuicio que causaría a sus áreas cultivadas la obra así concebida.

 

El laudo presidencial emitido a fines del año pasado por el Presidente de la república favoreció a La Pampa y el resto de las provincias de la cuenca del río Colorado que integran Coirco y ordenó un nuevo estudio de impacto ambiental en toda la Cuenca Interprovincial. Ese estudio al que siempre se opuso por distintas razones, era resistido por Mendoza desde hace más de una década.

 

Ahora, con una audacia que vuelve a despreciar al fallo de la Corte, el gobernador mendocino ha dicho que el nuevo proyecto de Portezuelo incluye el trasvase del río Grande al Atuel, un golpe de gracia al río Colorado, que perderá agua en su alta cuenca sin que sea repuesta en la cuenca media. En su desmedida pretensión, el gobernador dice que el trasvase del río Grande al Atuel solucionará los reclamos de La Pampa, una argucia que Mendoza viene aportando desde hace mucho tiempo.

 

Con la contumacia a la que los gobiernos mendocinos ya nos tienen acostumbrados, la autoridad cuyana sostiene que insistirá “ante el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) con un proyecto más chico de Portezuelo del Viento” manteniendo, claro está el trasvase al Atuel. Y agrega: “Sin agua no hay crecimiento”, algo que los pampeanos sabemos largamente y cuyas causas están en la provincia arribeña.

 

Se recordará que tiempo atrás el sector gubernamental cuyano, ante lo que ellos estimaban postergaciones para con su provincia (el laudo presidencial sobre Portezuelo del Viento, entre ellos) dijo con desparpajo total que de persistir esas actitudes podían llegar a ¡separarse de la Confederación Argentina!

 

Ahora, para completar sus desmedidos requerimientos, el Ejecutivo mendocino retoma en paralelo ese delirante argumento y muy suelto de cuerpo expresa que "el Coirco es un acuerdo, es un tratado y esos acuerdos siguen. Igualmente estamos evaluando salirnos del Coirco". Algo así como aquellas actitudes infantiles que pregonaban “si no hacen lo que yo quiero me llevo la pelota”.

 

Pero como para que el gobierno pampeano y las entidades defensoras de nuestros recursos hídricos tomen nota, el mismo personaje remarcó que esperan un cambio del gobierno nacional pero “la decisión política” de avanzar con los proyectos “está tomada”. ¿Hace falta decir más?