Martes 06 de mayo 2025

El pueblo es muy solidario, pero hace falta un Estado presente

Redacción 12/03/2025 - 10.37.hs

En medio de la tragedia que azota a la ciudad del sur bonaerense, la necesidad de políticas públicas de prevención y ayuda ante emergencias surgen más imperiosas que nunca.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

La destrucción del Estado que promueve el presidente Javier Milei, graficada en aquella entrevista en televisión, en la cual sacaba ministerios y reparticiones al grito de “¡Fuera!”, está mostrando su costado más cruel.

 

Unos días antes de la lluvia torrencial que sumió a Bahía Blanca en la mayor inundación de su historia, la ministra de Capital (In)Humano Sandra Pettovello, habían desguazado la Dirección Nacional de Emergencias, despidiendo a sus 485 empleados. Esa decisión es parte del trabajo que lleva adelante el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, el mismo que tuvo un nefasto papel en el megacanje de deuda, en el gobierno de Fernando De la Rúa. 25 años después vuelve “recargado” para recortar y eliminar derechos y reparticiones estatales que atienden áreas de alto impacto social.

 

La Dirección eliminada tenía a su cargo todo lo relativo a la asistencia de la población en casos de catástrofes. Se ocupaba de los insumos necesarios -como alimentos, productos de higiene, materiales de construcción, etc. – y también de enviar al lugar de los hechos, a los profesionales médicos, psicólogos, trabajadores sociales, que atendían a las familias afectadas.

 

Temporal.

 

No es la primera vez que Bahía Blanca sufre temporales que producen destrozos en la infraestructura edilicia y vial, con grandes pérdidas para esa ciudad, de 340.000 habitantes. En diciembre de 2023, hubo otra tragedia climática y en esa ocasión el recién asumido Javier Milei se hizo presente, vestido con una campera militar camuflada, y les dijo a los pobladores que “se las iban a arreglar con sus propios recursos”. Preanunciaba así lo que viene siendo su gobierno: “arreglate como puedas”. Ello debe haber influido en el ánimo de los vecinos y vecinas que repudiaron la visita de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que tuvo que salir custodiada del recorrido que intentó hacer en uno de los sitios afectados.

 

El temporal del pasado viernes fue muy grande: cayeron 400 milímetros de agua en pocas horas, provocando la muerte de 16 personas (datos hasta el martes 11), casi 2.000 evacuados y más de un centenar de personas desaparecidas, entre ellas las dos hermanitas Delfina y Pilar Hecker, de 1 y 5 años de edad. Con el transcurrir de los días, se pierden las esperanzas de rescatarlas con vida, ya que las dos niñas y muchas de las personas desaparecidas, fueron arrastradas por las aguas.

 

Eso es lo que más afecta a la población bahiense: el dolor por la muerte o la incertidumbre de no saber dónde están, a lo que se suma la angustia de haber perdido en muchos casos, la totalidad de sus pertenencias y hasta la casa, por la magnitud de la inundación en algunos barrios.

 

Y como si esto fuera poco, habrá seguramente pérdidas de puestos de trabajo, por el cierre de comercios y/o empresas, que también sufrieron los daños.

 

Solidaridad.

 

En medio de esta situación, es muy importante la ayuda que está llegando desde todos los rincones del país, poniendo de relieve la solidaridad del pueblo. Pero ni los cargamentos más voluminosos de alimentos, ropa, pañales, agua, colchones, etc., podrán resolver los daños ocasionados en las casas, ni recuperar los muebles y artículos del hogar que se han arruinado por completo, menos aún reparar los graves daños en la infraestructura de servicios. Es mucho lo que hace falta reconstruir en BB, además de las necesidades de las familias afectadas, y eso excede la enorme solidaridad que se está desplegando, por muy valiosa que es.

 

En la jornada de hoy en Diputados se debatirá la declaración de emergencia para Bahía Blanca y partidos bonaerenses afectados como Daireaux, Guaminí, Coronel Suárez, Villarino, Puán, Adolfo Alsina, entre otros. Con esa declaración el Estado nacional deberá disponer de una ayuda extraordinaria, ya que hasta el momento el ministro de Economía Luis Caputo dispuso el envío de fondos por valor de 10 mil millones de pesos. El intendente de BB, Federico Susbielles estimó que se necesitarán 400 mil millones de pesos para atender las necesidades de la población y reparar los daños.

 

Estado ausente.

 

Estas circunstancias tan duras y dolorosas exponen con claridad la necesidad de contar con un Estado presente, que atienda emergencias y requerimientos de la población afectada, totalmente a la inversa de lo que proclama el seudo libertario Milei.

 

Más allá de los daños causados por el temporal, las dificultades aumentan por el estado de las rutas, ya que aún en zonas donde no hubo inundaciones, el deterioro de la infraestructura vial, producto de la parálisis de la obra pública, pone de manifiesto que la “destrucción del Estado” que proclama el gobierno de La Libertad Avanza, es un boomerang que se vuelve en contra de la población.

 

Tanto el intendente como el gobernador Axel Kiciloff estuvieron presentes desde el primer momento, por lo cual el bombardeo incesante de críticas en su contra, por parte del gobierno nacional y de los medios de prensa amigos, tuvo que cesar. Incluso hubo quienes aventuraron que había una “tregua en la grieta”.

 

El presidente Milei no se hizo presente, aunque decretó tres días de duelo nacional en homenaje a las víctimas, y suspendió un viaje a Chile que tenía previsto, donde iba a dar una conferencia.

 

En bajada.

 

No son días agradables para Milei. Desde el escándalo de la criptomoneda $Libra, está cosechando críticas y manifestaciones de repudio a sus políticas. Esta semana, además de la tragedia en Bahía Blanca, que ha sido tratada de manera muy benévola por parte de los periodistas amigos, enfrenta hoy en el Congreso la manifestación de Jubilados y Jubiladas, que todos los miércoles se movilizan para protestar contra el ajuste, que los ha tenido como principales perjudicados. La adhesión de una veintena de hinchadas de clubes de fútbol, que marcharán hoy junto a las organizaciones de jubilados, cambia el escenario de los miércoles, en los cuales las fuerzas de seguridad han reprimido con saña a los adultos mayores.

 

Y ante lo que parecía ser la indiferencia de quienes todavía bancan a un gobierno que se muestra como cruel verdugo de sus propios votantes, la chispa saltó por el lado menos esperado.

 

Es de esperar que estas adhesiones futboleras en apoyo al reclamo de los jubilados, tengan el poder de despertar de su larga siesta a la dirigencia de la CGT.

 

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