Elocuente evidencia

La reciente visita del ministro del Interior a nuestra provincia dejó en los pampeanos la impresión de que fue más allá del mero compromiso político, como en otras oportunidades, evidenciado tanto en los hechos como en las palabras. En los hechos porque ha sido una satisfacción verlo recorrer el cauce seco de un río saqueado e ignorado en sus consecuencias negativas por los arribeños. Caminando por su ribera, de Pedro seguramente refrendó una idea de la que tendría algún conocimiento pero la elocuencia del cauce seco del Atuel tiene que haber sido fuerte y significativa de un problema que debe entenderse como nacional, inserto en la problemática del país y de su desarrollo.

En lo que hace a las palabras, ellas se destacan por sí solas: ”Voy a seguir trabajando para que llegue el agua, para que esta provincia pueda resolver el problema y vuelva a tener producción a la vera de sus ríos”. Por cierto que se trata de una expresión clara y rotunda, máxime si se tiene en cuenta que quien la dijo es el ministro del Interior, a la vista del problema y en un enfoque que aparece como globalizador.

No menos interesante es su declarado compromiso de impulsar un Pacto Federal del Agua, una herramienta política que permita un desarrollo armónico en el uso del agua dentro de un país que no termina de concretarlo. Hay que pensar que la evidencia del río seco en el desierto y el diálogo con los pobladores fueron un elemento interesante para las futuras evaluaciones del ministro que, si lleva adelante su concepción, deberá lidiar con la contumacia en la materia de las llamadas “provincias tradicionales”, que aplican y defienden el mezquino concepto de la propiedad absoluta de las aguas de escorrentía.

Al respecto, el ministro evidenció tener presentes las delirantes declaraciones de un ex mandatario mendocino en cuanto a una posible separación de su provincia del cuerpo federal del país, un elemento del problema que rechazó con la firmeza que merece.

También es pertinente recordar que bajo la gestión de Eduardo de Pedro una importante cantidad de políticos y técnicos visitaron Israel, un país que en materia de estudios y aprovechamientos del agua es todo un ejemplo. Ojalá que algunas de esas concepciones sobre manejo de aguas se arraiguen en Argentina.

Que la visita del ministro tuvo sus particularidades queda expresado en el presente comentario, pero cabe agregar la actitud del gobernador pampeano quien, apenas había arribado, viajó con él al Oeste, postergando cualquier protocolo en aras de presentar evidencias. Bien se podría considerar esa actitud como parte de la nueva política que parece haber adoptado la provincia, harta ya de décadas donde solamente recibió palabras y promesas a futuro. Una actitud que la sociedad pampeana venía reclamando a sus gobiernos desde ya hace años.

Es posible que la sensibilidad del ministro también se haya vista incrementada con la conmovedora evidencia de los niños generando sobre el cauce, con papel y esperanzas, el anhelo por el regreso del río. El hecho -qué duda cabe- se inserta en sus declarados anhelos en cuanto al país que sueña y brega en su construcción por una sociedad que tenga trabajo, cultura y salud.