Martes 16 de abril 2024

Macri y un libro de la mala memoria

Redacción 13/10/2022 - 08.01.hs

Los fragmentos que se conocieron del libro que el expresidente Mauricio Macri presentará el próximo 18 de octubre dejan ver un cambio drástico en su estrategia proselitista. Macri ha decidido jugar fuerte tanto adentro como afuera de Juntos por el Cambio y reivindicar su rol de líder. Elige con celo ante qué periodistas y auditorios se expresa para asegurarse alto nivel de divulgación y ahorrarse malos tragos con preguntas molestas.

 

El libro parece responder a una estrategia de instalarse con fuerza en el debate público con vistas a la pelea electoral del año próximo, plantar su programa para ganar oxígeno al interior de su propio espacio y fogonear réplicas desde la vereda de enfrente para erigirse en el opositor estelar.

 

En cuanto al contenido puede decirse que es más de lo mismo, aunque esta vez sin demagogia marketinera. En la previa de las elecciones de 2015 Macri se camufló bajo un ropaje amigable con promesas del tipo: pobreza cero, justicia independiente, nada de impuesto a las ganancias a los trabajadores, nada de tarifazos ni devaluación, nada de ajuste ni despidos, todo lo bueno va a seguir, etcétera. A poco de asumir tiró ese juramento al canasto y desplegó la más dura receta neoliberal.

 

Confiando en la mala memoria de buena parte de la sociedad -el diario lavado de cara que le practican los grandes medios porteños cumple un rol clave al efecto- Macri se despacha en su libro con propuestas extremas para lo que llamó su "segundo tiempo". Ninguna promesa de felicidad esta vez. El electorado ya parece estar lo suficientemente amaestrado como para aceptar un programa de derecha sin maquillaje.

 

Algunas definiciones: hay "una larga lista de empresas públicas" a privatizar o, directamente, "eliminar"; cada repartición pública deberá "impulsar las reducciones (de personal) que sean necesarias de manera urgente"; "economía abierta", nada de proteccionismo para la industria nacional; "terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal"; "el derecho a la protesta debe encontrar un límite"... Hay mucho más en lo poco que trascendió y todo del mismo tenor.

 

Macri muestra sus cartas y sacude el hormiguero propio. Varios dirigentes de su espacio hablan de que es un intento de "marcar la cancha", sobre todo los socios del radicalismo que pretenden un perfil más moderado para la pelea electoral.

 

Desde el Frente de Todos no se alzaron muchas voces para replicar, quizás para no beneficiarlo con tanta atención. De todos modos el oficialismo no está para distraerse con peripecias ajenas teniendo tantos problemas propios por resolver. Por ejemplo la designación de tres ministras por parte de Alberto Fernández sin una consulta con los socios de la coalición o, peor todavía, la falta de acuerdo para organizar un único acto en la fecha más emblemática del peronismo: el 17 de octubre. Y ello por no hablar de la anunciada "guerra a la inflación" que el gobierno viene perdiendo por goleada.

 

Así las cosas, quienes sí tienen memoria y no olvidan el cuatrienio 2015/2019 ven en el libro de Macri una clara advertencia: más de lo mismo, pero más rápido y sin anestesia.

 

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