Modelos en pugna

En medio de una semana en la que se debatió una vez más en el Congreso sobre el financiamiento a las universidades nacionales, el anuncio de la inscripción de casi 700 estudiantes para cursar la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La Pampa mostró una realidad contrastante.

 

Son las caras de dos modelos bien diferentes: uno que buscar ajustar y otro que busca crecer, a pesar de todas las dificultades.

 

La alta demanda para cursar una nueva carrera en La Pampa demostró con creces lo acertado de una medida apoyada fervientemente desde el gobierno provincial.

 

Contra la Universidad.

 

La semana se inició con el debut del libertario Adrián Ravier en la Cámara de Diputados de la Nación. Hay que decir que el hombre no defraudó. Se esperaba poco de él y superó las expectativas: hizo el papelón que muchos temían. Dio vergüenza ajena. Resulta que es profesor de la UNLPam y fue al Congreso a votar contra el financiamiento universitario. Una contradicción total. Solo se entiende si se tiene en cuenta que es un fiel seguidor del “topo” que confesó que quiere destruir al Estado.

 

El flamante legislador es docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas y junto al diputado pampeano del PRO, Martín Ardohain, votó a favor del Capítulo XI del Presupuesto 2026, apartado que incluía la derogación de leyes que garantizan el financiamiento de las universidades públicas y también la continuidad de políticas de apoyo a personas con discapacidad.

 

Lo peor fue comprobar que durante el debate en comisión, cuando le retrucaron su postura y le respondieron con datos de la realidad se quedó sin palabras para hablar sobre las fuentes de financiamiento. Todos los que votaron por él – y también los que antes lo hicieron por Ardohain- deben saber que si estos son los candidatos que van a postularse para llegar a la gobernación en 2027 nada bueno nos espera. Será todo destrucción y desfinanciamiento, sin una sola idea productiva.

 

Aluvión de inscriptos.

 

El claro contraste lo mostró el último acto de colación de grados en la UNLPam. Pese a los recortes presupuestarios, la casa de altos estudios demostró que está a la altura de las circunstancias. No fue resistir y nada más. Con empuje, con tesón, con creatividad, con profunda convicción, la respuesta de la comunidad universitaria ante los constantes recortes presupuestarios fue crecer del mejor modo, con la creación de una nueva facultad, la séptima, la de Ciencias de la Salud, con carrera de Enfermería, con Licenciatura en Enfermería y a partir del próximo año, con Medicina. Un viejo anhelo de toda la provincia que se torna en palpable realidad, aún en plena crisis. La repercusión fue la mejor: 681 inscriptos demuestran que estaban esperando una propuesta de estudio necesaria para toda la región.

 

En ese acto de colación, el rector Oscar Alpa, también presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, concluyó su discurso con un claro mensaje a los graduados: “Ustedes son el testimonio vivo de lo que significa la universidad pública en la vida de nuestro pueblo y cuando presten su juramento o promesa no solo se convertirán en profesionales, también deberán asumir el compromiso de seguir defendiendo para siempre este derecho humano a la educación superior, para que sus amigos e hijos tengan la misma posibilidad que ustedes tuvieron”.

 

La idea expresada por Alpa está situada en las antípodas del pensamiento libertario del docente y diputado Ravier, que justifica el ajuste y que debería comenzar por una dimisión propia, como para mostrar algo de coherencia. En el fondo, representa un odio cada vez menos reprimido hacia todos los derechos conquistados por el campo nacional y popular. Pero ya lo dice una conocida frase: “La mejor medicina es el amor”. Y ahora también la podremos cursar en nuestra provincia.

 

DANIEL ESPOSITO