Original iniciativa
Aunque puede decirse que la esencia de la noticia era conocida desde hace varios meses, su concreción hay que saludarla como el éxito de una iniciativa original, que se integra a una actividad que va cobrando entidad y volumen dentro de la provincia. La referencia es para la producción de vinos, y más específicamente a su concreción en áreas alejadas de la posibilidad del riego fluvial, como ocurre desde no hace mucho en el valle del río Colorado. En aquella región poco tiempo atrás sorprendió el volumen de la cosecha de uvas en las riberas del río, una cantidad creciente acompañada de muy buena calidad, tal cual lo evidencian los premios conseguidos por productos de La Pampa. La circunstancia se ve refrendada por el hecho de que provincias tradicionalmente vitivinícolas las han adquirido para su producción.
Aquí la referencia concreta es con el vino producido en la localidad de Pichi Huinca, y su salida al mercado de consumo. Durante muchos años aquel pueblo ubicado en la zona semiárida pampeana fue una referencia en la zona de monte, subrayada por su pintoresco nombre que aludía, según algunos, a un poblador de baja estatura en tanto que para otros era un juicio cultural referido a alguien criado en la cultura cristiana.
Lo cierto es que en los días presentes la población empieza a cambiar su referencia por acción de una botella que luce un discreto y original rótulo en el que se informa que el contenido es un “vino artesanal tinto, fabricado en La Pampa, Patagonia argentina”: el todo subordinado a la denominación PH, obviamente las iniciales del nombre de la población y una contra-etiqueta con las referencias de color y sabor con que los enólogos suelen enriquecer los productos, en este caso catalogado como de la variedad Malbec.
No deja de ser curioso que, apelando a la memoria histórica, se pueda comprobar que la vitivinicultura fue una de las apetencias del territorio pampeano, allá por los comienzos del siglo pasado. La crónica señala que fue don Alfonso Capdeville, el francés pionero de múltiples actividades en el territorio, quien implantó en sus propiedades de Telén cepas de muy buena calidad que había traído desde su país natal. Hasta no hace muchos años todavía quedaban en aquella localidad oesteña retoños y parrales supervivientes.
Por lo que se sabe, la circulación y prueba del producto hasta ahora ha sido mínima, motivada por cortesías y promociones, pero está listo para acceder a los mercados, que son, en definitiva, los que darán el veredicto.
La presentación en la Expo Pymes de este último fin de semana se convirtió en una muy buena oportunidad para que el producto empiece a abandonar su condición de llamativo, para empezar a transformarse en una muestra más de la dinámica productiva pampeana.
Es pertinente decir que la originalidad de la iniciativa se vio acompañada por los cuidados que el caso requería y merecidamente la etiqueta recuerda que está elaborado y fraccionado por la Comisión de Fomento de la localidad.
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