Viernes 11 de julio 2025

Otro paso atrás

Redacción 14/10/2024 - 00.17.hs

A medida que el gobierno de Milei avanza, va dejando más y más en evidencia su índole autoritaria, antipopular y al servicio de las grandes corporaciones y empresas que lo llevaron al lugar en que está. Sus peroratas ya no convencen ni interesan a nadie, como demuestran los bajísimos índices de audiencia cuando habla por los medios y, paralelamente, las encuestas políticas en las que su descenso es constante.

 

Pese a ello, el Presidente sigue sin escuchar a nadie, especialmente a la realidad, que golpea en forma jamás imaginada al pueblo argentino, ya pobre y con hambre; y para mayor razón aquel energúmeno que vociferaba e insultaba en los programas masivos y juraba cortarse un brazo antes que aumentar impuestos, desengañó a los ingenuos -muchos- que lo llevaron a la presidencia creyendo en sus demenciales propuestas de dolarización y arrasamiento del Estado, si bien hay que reconocerle que esto último lo lleva adelante con mucho entusiasmo. La misma persona, en fin, que representando al país optó por alinear a la Argentina en una peligrosa senda de guerra y que, vergonzosamente, plagió sin escrúpulo algunos en sus discursos en foros internacionales, denigrando hasta las propias Naciones Unidas mientras hablaba en su sede.

 

Frente a tan cuestionables posturas ¿cuál ha sido la respuesta presidencial? Pues incrementar sus errores (vesania ya comienzan a decir algunos) castigando al país en sus jubilados y universitarios. Tamaña soberbia ha sido llevada en los últimos tiempos a castigar abiertamente a los gobernadores que ejercen un federalismo cierto y reclaman lo que les corresponde en coparticipación; las formas más burdas de represalia a los reclamos han sido concretadas en este aspecto por el gobierno nacional.

 

En el caso de La Pampa y otras provincias “opositoras”, una de esas medidas roza lo inconcebible: la amenaza de cierre de las sucursales del Banco de la Nación, que ha sido durante más de un siglo motor de esas economías provinciales. En el caso de nuestra provincia ni siquiera se tuvo en cuenta que la alícuota sobre los bancos, que se extenderá solamente hasta diciembre, está destinada a paliar las necesidades -el hambre- generado por el gobierno nacional. La amenaza fue acompañada canallescamente por los bancos privados, instituciones que ganaron muchísimo dinero en los últimos años. A pocos pareció importarle que se trataba de un ejercicio de solidaridad, de una iniciativa para un pueblo atacado sin piedad en sus necesidades básicas, además acotada en el tiempo. Semejante postura del gobierno nacional, tan necia, no tuvo en cuenta el sentido digno y solidario de la mayor parte de la sociedad pampeana, personificada en este caso por el gobernador al señalar que “nos quisieron poner de rodillas pero se olvidaron que tenemos un Banco de La Pampa fuerte” y que “el rol del Estado está más presente que nunca”. Finalmente, una corrección del gobierno provincial provocó que desde el BNA dieran marcha atrás con la medida.

 

Con el acompañamiento presidencial a semejantes posturas centralistas, Argentina dio un nuevo paso hacia atrás, aunque también hizo que aumentara y se ordenara la oposición de casi todo el espectro político. Muchos, libertarios incluidos, comienzan a pensar seriamente en el país que dejará Milei cuando más tarde, o acaso más temprano, tenga que dejar su malhadado gobierno.

 

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