Plan nuclear: fuerte lobby de EEUU

Estados Unidos viene ejerciendo una fuerte presión para que la Argentina desista de comprar un reactor nuclear a China y retrase el desarrollo de su prototipo modular Carem. Algunos medios han publicado informes sobre este intenso lobby aunque entre ellos no figuran, desde luego, los grandes grupos mediáticos de la derecha.

En el gobierno hay un gran hermetismo sobre el asunto porque estas presiones de Washington se están dando en tiempos de negociaciones por la agobiante deuda externa que dejó el macrismo como pesada herencia. Pero lo más preocupante es que altos funcionarios del gabinete están siendo señalados como permeables a las presiones norteamericanas e incluso como responsables de poner palos en la rueda para frenar el convenio comercial firmado en 2014 con la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) destinado a la adquisición del reactor Hualong para la central Atucha III.

A EEUU nunca le agradó el programa nuclear argentino desarrollado en forma independiente y que ha logrado gran reconocimiento en todo el mundo. En su momento tampoco le gustó el Programa Cóndor, un proyecto misilístico nacional que fue abortado con la complicidad de Carlos Menem. Es claro que a los norteamericanos les disgusta que los países de su "patrio trasero" alcancen autonomía tecnológica e incluso le compitan en campos que ellos consideran exclusivos.

Lo cierto es que una misión reservada del Departamento de Estado visitó nuestro país y se reunió con funcionarios del gobierno argentino a quienes les planteó, con absoluto descaro, que debería revisarse esta negociación con China. Como si los norteamericanos no mantuvieran relaciones comerciales con la potencia asiática. También trascendió que en las reuniones los visitantes hablaron muy mal de la tecnología china, sin ahorrar expresiones apocalípticas. Cuando los argentinos le replicaron que nada menos que el Reino Unido está por instalar uno de esos reactores no supieron qué responder. Ante la insistencia de contratar tecnología occidental, los locales replicaron que las centrales ya construidas se realizaron mediante contratos con empresas alemanas y canadienses, que son bien vistas en EEUU, aunque también con ellas hubo problemas a la hora de poner en funcionamiento las máquinas.

Hace pocos días una delegación de senadores del Frente de Todos visitó las obras de la futura central Atucha III como una forma de respaldar su avance y las negociaciones con China. También se supo que convocaron a funcionarios del Ejecutivo para que informen sobre el tema y conocer el avance, o las demoras, del contrato por la adquisición del reactor. Es de aguardar que el desarrollo del Carem, un prototipo argentino pionero en el mundo, también esté en la agenda.

El presidente y su entorno suelen señalar que las negociaciones por la deuda se llevaron a cabo sin aceptar condiciones nocivas para el país. Es de esperar que este lobby, que se puso al descubierto por algunos medios que no son opositores al gobierno, reciba una enérgica respuesta que aleje toda sospecha. Ya demasiado concedió el país durante el macrismo y su proyecto de "insertarse en el mundo" como proveedor de materias primas.