Sabado 27 de abril 2024

¿Quién maneja las fuerzas del cielo?

Redacción 03/03/2024 - 11.50.hs

El debate sobre el rol del Estado dejó esta semana claras definiciones del Papa Francisco, en obvia colisión con el ideario del presidente Javier Milei. Lo que muchos esperaban –incluido este columnista- que ocurriera antes o durante la cumbre en el Vaticano, terminó sucediendo semanas después.

 

Evidentemente, el Papa juzgó como más conveniente la elección de este momento, previo al inicio de sesiones legislativas, para fijar su postura. Fue en un mensaje a jueces de Argentina, donde consideró que el rol del Estado en la "redistribución y justicia social" es "más importante que nunca".

 

El video enviado a la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana significó un análisis sobre la sociedad y el rol del Estado, en clara contraposición con las ideas libertarias.

 

"Los derechos sociales no son gratuitos. La riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas. El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social", puntualizó el Sumo Pontífice.

 

“El dios mercado”.

 

A través del video, el Papa señaló que vivimos “épocas de tanta injusticia, de pocos ricos y cada vez más poderosos, y millones de pobres negados y descartados”. En la misma línea, señaló que "el dios mercado y la diosa ganancia son falsas deidades que nos conducen a la deshumanización y a la destrucción del planeta. La historia lo ha demostrado en muchas y muy tristes oportunidades”.

 

¿Por qué esto mismo no se lo dijo el Papa a Milei durante la reunión en el Vaticano? Es un misterio que solo Francisco podría responder. Todo lo que se vio de aquella reunión fueron intercambios risueños luego de que el presidente dijera en campaña que Francisco era “el representante del maligno en la tierra”, entre una larga serie de diatribas. Al parecer, el “Padre nuestro que está en el Vaticano” decidió ofrecer “la otra mejilla” y “perdonar el pecado”, con la esperanza de una reconversión espiritual de su interlocutor, que aún no se percibe ni en lo más mínimo.

 

Es más, luego del encuentro vino el intento por dejar trascender que Francisco había dado su apoyo al programa de gobierno libertario, una falsedad rápidamente desmentida.

 

“La farsa del Estado”.

 

Y como era de esperar, horas después de las definiciones del Papa sobre el rol del Estado, llegaron las respuestas del gobierno. Primero fue a través del vocero presidencial, un hombre que siempre con el mismo gesto inexpresivo parece tener respuestas para todo pero sin explicar nunca nada. Sus retorcidos planteos quedarán sin dudas para el estudio de una novedosa oratoria. Tal vez su rol podría ser rebautizado como “versero presidencial”. En este caso, como en tantos otros, no dijo más que lo lógico para su cargo. “El gobierno respeta y escucha pero no comparte”.

 

Más importante, por su investidura, fue la respuesta del propio Milei durante su discurso en el Congreso. Habló de “la farsa del Estado te cuida” para asegurar seguidamente que tiene el apoyo "de millones de argentinos que quieren un cambio de verdad". Admitió que no tiene gobernadores ni intendentes de su fuerza política y que los legisladores con los que cuenta no le alcanzan, pero ahí aprovechó para citar un pasaje bíblico: "La fuerza no viene de los soldados, sino de las fuerzas que vienen del cielo".

 

Es una cita recurrente al Libro de los Macabeos, que hace referencia a la revuelta de un movimiento judío de liberación contra el ejército de invasores griegos en el año 166 antes de Cristo.

 

Según coincidentes artículos de analistas políticos, pareciera que Milei se encomienda a un agente protector para una gestión de un mesianismo religioso en el que percibe que su tarea presidencial es algo así como una especie de llamado del más allá para cumplir un destino de conquista de una tierra liberal prometida.

 

Ya había formulado invocaciones similares en campaña y también luego de asumir su cargo el 10 de diciembre. Pasaron casi tres meses y hasta ahora parece que esos llamados no lo ayudaron para mostrar logros en salarios, salud, educación o vivienda para favorecer a esos “millones de argentinos” de los que habló.

 

Así están las cosas en este inicio de marzo. Mientras sobre la tierra argentina crece la pobreza y la indigencia, unos y otros encomiendan la solución a las “fuerzas del cielo”. Pero aún no sabemos quiénes son los encargados de manejar esos destinos. Ni siquiera los que intentan interpretar esos mensajes se ponen de acuerdo.

 

¿Quién tendrá la verdad? ¿Quién habrá entendido mejor los mensajes bíblicos? ¿Quién sabe cómo encomendar mejor las soluciones mirando hacia arriba?

 

Mientras tanto, aquí abajo los tiempos se acortan y la desesperanza acecha. Ojalá, más temprano que tarde, esas “fuerzas del cielo” terminen inclinando la balanza a favor del pueblo.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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