Resisten a pesar de la represión
Hoy se aprobará o rechazará en Diputados el veto del presidente Javier Milei a la ley que estableció la actualización de los haberes jubilatorios. Las centrales obreras y movimientos sociales acompañarán el justo reclamo de los jubilados.
IRINA SANTESTEBAN
Como en los años ´90, el movimiento de jubilados viene haciendo la punta, marchando todos los miércoles para exigir el cumplimiento del 82 por ciento móvil y en rechazo al feroz ajuste que han sufrido las jubilaciones y pensiones a partir del gobierno de Milei. Pero es justo reconocer que la pérdida del poder adquisitivo de esos haberes viene desde gobiernos anteriores, de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Jubilados pobres.
Según un informe de la consultora HelpAge International, en colaboración con diversas ONGs locales, el 73% de los jubilados argentinos se encuentra en situación de pobreza. Ello contradice las cifras oficiales del INDEC, que pretende hacer creer que ese porcentaje es del 17%. El informe se presentó ayer y entre los datos que se conocieron, resalta que la canasta de pobreza medida por ingresos ubica a este indicador en 685 mil pesos, por debajo del cual se ubican aproximadamente 5.200.000 jubilados en todo el país.
Muy lejos de afectar a “la casta” política, tal como lo prometió el presidente en campaña, el brutal ajuste del gobierno de La Libertad Avanza impactó fuertemente en los sectores populares, por los escandalosos aumentos en productos alimenticios, porque las subas en salarios y jubilaciones fueron y son todavía por debajo de la inflación y también porque la quita de subsidios al transporte y las tarifas de servicios públicos, están haciendo imposible la vida de los argentinos y las argentinas de a pie. Hoy un gran porcentaje de la población tiene que elegir entre pagar la luz o el gas o el agua, y poder comer.
Salud en declive.
Para los jubilados la situación es aún más gravosa, pues es el sector más afectado por el ajuste desde la devaluación decretada por el ministro Luis Caputo en diciembre. La disparada en los precios de los medicamentos, que según el estudio de HelpAge International, han aumentado aproximadamente 150% entre noviembre de 2023 y marzo de 2024, ha impactado de tal forma en los flacos bolsillos de los jubilados, que se siente una ostensible disminución en la compra de medicamentos recetados, con las consecuencias muy graves que ello implica: miles de ellos no pueden acceder a las medicinas necesarias para su salud.
Marchas.
Por ello desde el año pasado, han resurgido las marchas de jubilados los días miércoles frente al Congreso, y se replica en ciudades como Córdoba, Santa Fe, Salta, etcétera.
Y como también ocurría en la década menemista, que tanto admira el actual mandatario, la represión se desató sobre esas movilizaciones, en aplicación del inconstitucional Protocolo Antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que mandó a la policía de la ciudad de Buenos Aires, la Federal y la Gendarmería, a reprimir a jubilados y manifestantes, con golpes y gases.
En los años ‘90 surgió una lideresa que defendía con mucha firmeza los derechos de los jubilados: Norma Plá. Ella sufrió en carne propia la persecución y represión policial, y hasta fue humillada por los periodistas menemistas que se burlaban de su sencilla manera de hablar. Sin embargo, las palabras de Norma mantienen su vigencia, pues ella denunciaba el ajuste, se enfrentaba al entonces poderoso ministro de Economía Domingo Cavallo (otro admirado por Milei) y no tenía pelos en la lengua al señalar a los responsables de los sufrimientos de las personas adultas mayores.
Despertáte CGT.
La represión de los últimos dos miércoles contra el movimiento de jubilados tuvo la virtud de despertar de su larga siesta de varios meses, a una parte de la dirigencia sindical de la CGT (el resto de los Gordos sigue roncando). Junto a las dos CTA convocaron a una movilización para el jueves 12, que luego adelantaron para coincidir con la fecha del tratamiento del veto presidencial a la ley ya aprobada en el Congreso, que sin ser ninguna maravilla, otorgaba a los jubilados una recomposición de haberes para paliar parcialmente el severo ajuste que están padeciendo.
El camionero Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo, junto a otros dirigentes sindicales como la judicial Vanesa Siley, son los convocantes, mientras que el sector “dialoguista” de la conducción cegetista (Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri, Carlos Acuña) se conformaron con un comunicado repudiando la represión y dando “libertad de acción” a los sindicatos que deseen adherir a la movilización. Paro o plan de lucha, ni pensarlo!
Mientras el dirigente de UPCN (Rodríguez) no moviliza, el otro gremio estatal (ATE) está en conflicto desde hace meses contra los despidos en el sector público y por aumento salarial. Han rechazado el magro aumento del 2% para setiembre y el 1% para octubre, que les ofrece el gobierno de Milei, así como el congelamiento salarial hasta fin de año.
ATE y organizaciones sociales marcharán hoy frente al Congreso, para acompañar y apoyar el justo reclamo de los jubilados.
Piqueteros.
Las organizaciones piqueteras vienen de protagonizar una gran movilización el pasado viernes, cuando fueron recibidas por el director de Seguridad Alimentaria del Ministerio de Capital Humano, que dirige Sandra Pettovello. El funcionario, Miguel Vileli, se comprometió a convocar a los movimientos sociales cuando se disponga la distribución de alimentos, una asignatura pendiente de este gobierno, que no reparte la mercadería que se encuentra en depósitos, con riesgo de vencimiento. Es una actitud criminal, en un país exportador de granos y alimentos como Argentina, donde, en una cruel paradoja, un millón de infancias se van a dormir cada noche sin cenar, según lo reveló UNICEF.
¿Serán los jubilados quienes puedan romper la parálisis del otrora combativo movimiento obrero? ¿Será la “vejez, divino tesoro” el sector que podrá dar vuelta la tortilla de este país tan desigual?
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