Un lugar en un deporte dominado por mujeres

Su fisonomía se adapta perfectamente a las imágenes que se suelen ver cada cuatro años, cuando llegan los Juegos Olímpicos y a través del televisor los argentinos miran deportes que habitualmente no tienen difusión mediática. Baja estatura, espalda ancha y brazos marcados por músculos y fibras: un cuerpo esculpido para saltar en velocidad, hacer piruetas en el aire o colgarse de las anillas. Todo sucede en unos pocos segundos, porque Bruno Martínez es gimnasta y, sin duda, se destaca en lo que hace.
"Arranqué a los 9 años. Antes había ido a fútbol y no me gustó, pero vine a gimnasia y me entusiasmó. Desde entonces no paré nunca", cuenta Bruno, de 16 años y alumno de 2º año Polimodal del colegio Ciudad de Santa Rosa.
Hace unos días, el gimnasta del club Estudiantes se coronó campeón en el Nacional Federativo de Nivel D que se hizo en San Jorge, en la provincia de Santa Fe. Allí Bruno totalizó 27,80 puntos después de obtener clasificaciones de 9,20 en tabla; 9,10 en suelo y 9,50 en salto, las tres especialidades en las que participó de la cita que tuvo la presencia de 450 gimnastas de todo el país.
De esa forma, Martínez se convirtió en el primer varón que le da un título nacional a la Federación Pampeana de Gimnasia, además de ser el primero que la representa en un certamen nacional.
"Hace dos años había ido a un Nacional en Rosario, pero en ese caso competí por el club, ahora fue más importante porque representaba a la provincia. Por suerte me fue muy bien y pude traer el primer puesto", explicó respecto a su exitosa experiencia, que lo ubicó en lo más alto entre 12 participantes.

Bruno entrena de lunes a viernes una hora y media por día. Preparar una rutina puede llevarle meses, aunque a la hora de competir serán solo unos segundos, donde cada detalle es clave.
"Es un deporte sacrificado al que hay que dedicarle mucho tiempo, igual para mí es un placer porque es lo que me gusta. Pero preparar la competencia en sí te puede llevar hasta un año, y después lo tenés que hacer en un minuto y medio o poco más. O incluso en unos segundos", resaltó.

Es cierto que la gimnasia artística, al menos en nuestra provincia, está vinculada al sexo femenino. En Santa Rosa y gran parte de La Pampa son centenares las niñas y adolescentes que practican la disciplina, por eso la presencia de Bruno se parece bastante a una excepción, al igual que otro adolescente que entrena junto a él y a Fausto Diab, del club All Boys.
"Es un deporte que no es popular entre los varones, también hay un poco de prejuicio porque está vista como una actividad de mujeres, pero hay que romper con esa idea porque a lo mejor hay chicos que les gusta y no se animan a venir porque los cargan o algo de eso. A mí al principio mis amigos me cargaban pero ahora ya no, lo toman como algo normal", contó.
Hace unos días llegó de visita a la ciudad Federico Molinari, el gimnasta más conocido de nuestro país que estuvo cerca de lograr una medalla en las anillas en los recientes Juegos Olímpicos de Londres.

"Que venga gente como Federico ayuda a la difusión, es una disciplina que necesita que la conozcan y tener un crecimiento sostenido. En Argentina estamos lejos de las potencias como China y Japón, pero creo que con un poco más de apoyo se puede crecer", estimó.
¿Qué aspiración tenés y qué te gustaría lograr con la gimnasia?
"No sé, mi sueño era ir a un Nacional y lo logré. Fue un objetivo cumplido, por supuesto que eso me dio muchas más pilas y entusiasmo, obviamente representar al país sería lo máximo, pero no me pongo esos objetivos, voy de a poco".
Bruno es entrenado por Fernando "Pepe" Sánchez y Natalí Gracia, mientras que Santiago Gilardone oficia como ayudante. Su especialidad son los ejercicios en suelo y salto. En el Torneo Nacional Federativo de Gimnasia Artística Masculina de todos los niveles llegó a lo más alto del podio colgándose la medalla de oro gracias a su desempeño en el suelo, en salto con potro y con tabla haciendo rol volado, distintas especialidades que requieren destreza física, gracia, originalidad y, sobre todo, entrenamiento.
"Es un deporte que tiene sus riesgos físicos, pero por suerte nunca me lesioné. ¿Golpes? eso sobra, te das un montonazo de caídas, pero forma parte de esto, hay que levantarse y seguir", afirmó Bruno.

¿Alguien de tu familia está relacionado a la gimnasia o solo te enganchaste vos?
"Sí, yo solo, mis hermanos más grandes juegan al fútbol, nada que ver, pero a mí me gustó la gimnasia. En ese momento, en la escuela primaria, la profesora de Educación Física era la mujer de Pepe (Sánchez) y fue ella quien me guió y me entusiasmó con venir".
Bruno reparte sus días entre el colegio y las colchonetas del club. Todavía no piensa demasiado en su futuro, pero sí tiene claro que la gimnasia no estará ausente. "No sé cómo continuarán las cosas cuando termine el secundario, pero con la gimnasia voy a seguir, como sea", asegura sonriente, mientras se prepara para recomenzar su faena de acrobacias. Es el "precio" de vivir a los saltos y a las corridas.