Lunes 29 de abril 2024

Con perfume de mujer

Redacción 07/11/2012 - 04.28.hs

En un deporte dominado por los hombres, ellas rompieron prejuicios y se hicieron un lugar. "Si termino con las rodillas rojas no me importa", dice Agustina, jugadora de la Escuela Municipal de fútbol femenino.
Camisetas de Messi, de Riquelme o de Cristiano Ronaldo. Medias altas, botines y términos o frases como "orsay", "cambio de frente", "tirar paredes" o "centro pasado". A poco del River-Boca el clima futbolero se vive al máximo. Hasta allí la escena no tiene nada fuera de lo común, salvo que las protagonistas son un grupo de chicas que cada semana se junta para hacer lo que les gusta y que hace tiempo era una rareza: jugar al fútbol.
"Siempre me atrajo y empecé a jugar a los 7 años, he pasado por todos los puestos y el fútbol es algo que te tiene que gustar. Es un deporte que tiene mucho roce, pero no quiere decir que no lo puedan practicar las mujeres", aseguró Agustina, de 17 años, una de las más experimentadas del equipo.
Marcela Castro, que tiene su título oficial, es la entrenadora del grupo de niñas, adolescentes y jóvenes que juegan al fútbol en la escuela que funciona en el Estadio Municipal de Santa Rosa. Los lunes, miércoles y viernes se juntan para practicar un deporte que recién hace unos años comenzó a abrirle sus puertas a las mujeres.
"La sociedad juzga y pone etiquetas y es difícil combatir eso. Se supone que la mujer que juega al fútbol es 'machona', varonera o poco femenina, pero si es por eso ningún deporte sería para las mujeres. Esa división creo que de a poco se está revirtiendo", opinó Anabella (24) capitana del equipo y defensora central, uno de los puestos que pocas quieren ocupar.
Las edades de las jugadoras van desde los 13 hasta los 24 años, aunque también hay categorías para las más chicas. Entre las integrantes del plantel está Sandra (21), oriunda de Neuquén y prima de Rubens Sambueza, de reconocido paso por River y hoy jugando en México.
"En mi familia todos juegan al fútbol así que yo también me enganché. Es un deporte muy recreativo pero a la vez competitivo, por eso genera tanta atracción", dijo Sandra.
Según cifras oficiales de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) en el mundo hay aproximadamente 30 millones de mujeres que juegan al fútbol. De ese número, 30 mil lo hacen en la Argentina, con tres mil que están federadas y compiten oficialmente.
En nuestra provincia el crecimiento de la actividad no ha sido tan trascendente, y uno de los motivos para explicar esa tendencia son los prejuicios y la cultura machista que existe alrededor de la denominada "pasión de multitudes".
"A muchas chicas les gusta jugar, mirar los partidos, informarse, pero no vienen porque la madre o alguien del entorno les dice 'no, eso es para los hombres'. Y eso es difícil de superar. Tampoco hay difusión de la actividad, en los colegios te dan educación física, voley o básquet, pero jamás fútbol. Eso es solo para los varones", lamentó Anabella.
"En países como Estados Unidos las mujeres juegan desde que son chicas, en los colegios, en las universidades, es lo más común del mundo. Pero te tiene que gustar. Pasa bastante que por ahí alguien empieza y si le dan una patadita o algún roce ya se tira para atrás y no viene más. Yo si termino con las rodillas rojas no me importa, estoy acostumbrada y hago lo que me gusta, pero no por eso soy más o menos femenina", agregó Agustina.
Florencia tiene 13 años, es menudita y fue convocada para entrenar con las más grandes porque sus condiciones saltan a la vista de todos. "Es nuestra Messi, es increíble lo que juega", confiesa por lo bajo Marcela. "Me encanta jugar, tener la pelota y pasar rivales. Son cosas que me divierten del fútbol", explica Flor.
Las chicas compiten con otros equipos de la ciudad, de algunas localidades pampeanas y también en torneos con provincias vecinas. Del 23 al 25 de noviembre fueron invitadas para disputar un certamen de fútbol 7 en la ciudad rionegrina de General Roca y harán todos los esfuerzos para estar allí.
"No es fácil, la cuestión económica se hace cuesta arriba y cada una tiene sus obligaciones o actividades, pero siempre la estamos remando porque esto nos encanta. Ojalá en la provincia hubiese más incentivo para las jugadoras y para el fútbol femenino, porque hay material para desarrollarse y crecer", apuntó la entrenadora.
Algunas van al colegio, varias trabajan, y otras cursan carreras universitarias, como Ana Laura (23) y Antonella (22). Para ellas el hecho de correr detrás de una pelota se convierte en algo bastante parecido a un hobby o a un pasatiempo.
"Es muy lindo jugar al fútbol, hay toda una cuestión grupal y de equipo que es muy importante. Además te permite olvidarte de todo y concentrarte en jugar; es una descarga", expresó Antonella, que se inclina por el puesto de mediocampista.
Las charlas pueden ir del último gol del Kun Agüero en Inglaterra al nuevo capítulo de una novela de TV. Las uñas pintadas pueden combinar con un determinado color de canilleras. En la cancha, la belleza no desaparece; es más, reluce. El fútbol femenino traspasó las barreras culturales y allí están ellas, listas para transpirar la camiseta con perfume de mujer.

 


' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?