Lunes 29 de abril 2024

Obreros del agua

Redacción 30/10/2013 - 04.10.hs
Se levantan a las 4 de la madrugada, evitan salidas nocturnas y luchan contra el cronómetro. Los adolescentes que compiten en natación saben que el sacrificio y la fuerza de voluntad no se negocian.
El ambiente es húmedo, el cloro se huele en el aire y en toda la superficie se observa a alguien nadando. En ese microclima que genera la pileta cerrada hay varios niños, jóvenes y también adultos mayores. Y cerca de los vestuarios está el grupo de chicos y chicas que espera la entrevista, listos para tirarse al agua. Ese hábitat ya es como su segunda casa porque allí pasan un promedio de cinco horas al día entre brazadas y patadas en esa lucha quijotesca de tratar de vencer al tiempo.
"Hacenos más preguntas, indagá sobre lo que quieras que nosotros hablamos", se ríe Diego Weigandt (17 años) mientras el resto comparte la ocurrencia. Es que cuanto más se estire el diálogo menos va a durar el turno de entrenamiento, una rutina que los nadadores del club All Boys cumplen a rajatabla durante seis de los siete días de la semana y en horarios que exigen un sacrificio y una fuerza de voluntad poco común.
"Los lunes, miércoles y viernes entrenamos desde las 4.15 a las 6.30 de la mañana, además venimos todos los días a la tarde de 15.45 a 18 y los sábados de 7.30 a 10", enumeró Josefina Lorda (16), una de las más destacadas del grupo de adolescentes que viene de ganar, hace unos días, el torneo Patagónico en Esquel, Chubut.
"Cuando suena el despertador a las 4 de la mañana te querés matar, pero es así, la natación requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Si no venís a la mañana, a la tarde te espera un entrenamiento durísimo, así que es mejor no faltar", confió Diego.
"Hay que levantarse, entrenar, un desayuno y después al colegio, comer y otra vez a nadar o hacer gimnasia. Ya tenemos la rutina incorporada", añadió Catalina Berraud (17), que además del club comparte el colegio Domingo Savio con las otras tres chicas del grupo: Josefina, Malena Villalba (15) y Valentina Molina (15).
La natación del club All Boys de Santa Rosa tiene una larga y rica tradición. Sus deportistas trascienden las fronteras de la provincia gracias a sus resultados y la última exponente de esa estirpe es Josefina Lorda, que a fines de agosto estuvo en el Mundial Juvenil de Dubai, en los Emiratos Arabes.
"Fue una experiencia bárbara. Representar a la selección argentina es algo que te da mucho orgullo, y lo bueno es que competís con los mejores de tu categoría. Eso te genera un impulso para seguir", describió la joven.
Al grupo, que también integran Gino Quaglini (16), Joaquín Moreno (15) y Simón Scharagrodsky, y que es comandado por el entrenador Huemul Lino, se sumaron este año dos chicos llegados desde el sur: Lucas Rearte (19), de Esquel, y Facundo González (18), de Puerto Madryn.
"Acá tienen un método de entrenamiento que, a largo plazo, da más resultado. Lo hablamos entre nosotros, nuestras familias nos apoyaron y nos instalamos en la ciudad. Nos llevamos muy bien con el grupo y eso está bueno", resaltó Lucas que, como ya terminó el colegio, le envía mensajes a sus compañeros. Mientras él duerme o está en su casa tras una sesión de entrenamiento, el resto está cursando en un aula. "Se enojan un poquito, no entiendo por qué...", se ríe frente a las miradas "amenazadoras" del resto.
¿Cómo manejan el tema de las salidas nocturnas?
"No lo manejamos, ja... Es complicado; los viernes no da porque el sábado hay que madrugar. Te queda el sábado para despejarte un poco y aprovechar a salir. El domingo es tranqui porque el lunes ya hay que arrancar". (Catalina)
"Los viernes a la noche olvidate. Si salís y no venís el sábado ya sabés que la 'paliza' es el lunes. Es todo un proceso; si vos faltás una vez a la semana, de los 40 mil metros perdés 7 mil y después es muy difícil recuperarlos, entonces la misma rutina de entrenamiento te impone la exigencia". (Diego).
Ninguno lo cuenta con malhumor, todo lo contrario, es obvio que eligieron por ellos mismos y, para soñar en grande, es ineludible el camino del sacrificio y del esfuerzo más allá del talento natural.
"Si querés llegar a algo como Georgina Bardach o José Meolans tenés que dejar de lado muchas cosas, es una elección, lo importante es estar convencido. Se necesita tanta destreza física como mental", afirmó Josefina.
"Cuando sos chiquito es fácil que bajes tus tiempos y avances, pero a medida que crecés es más difícil, por eso no queda otra que entrenar duro", añadió Diego.
Los chicos y chicas saben, por experiencias de nadadores más grandes, que a la hora de estudiar una carrera universitaria se encuentran otros beneficios. "No te cuesta nada levantarte temprano a estudiar. Muchos que van a la universidad te cuentan eso, que el cuerpo y la mente ya están preparados; después te sobra el tiempo", contó Catalina. "Igual, no quiere decir que vayas a aprobar porque nades mucho", aportó entre risas Lucas.
Llegó la hora de las fotos y ya no quedó opción, hubo que entrar a la pileta y nadar, tratar de abrirse camino en el agua lo más rápido posible, mientras se obtiene resistencia, técnica y velocidad. Recurrir a la "voluntad de acero y al espíritu de superación" para seguir adelante con una elección que los chicos y chicas de All Boys ratifican día a día.

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