Charla de Educación Vial en el Santo Tomás

Las preguntas se amontonan ante la evidencia de los hechos: ¿Qué hacer? ¿Mostrar imágenes duras, apelar al impacto, a la sensibilidad? ¿Hablar y tratar de convencer? ¿Cuál es el mejor método para tratar de revertir una realidad que todos los días arroja números, estadísticas y un dolor inconmensurable detrás de cada título del diario?
"Creo que no queda otra que insistir. De tanto ver y escuchar, algo te va quedando en la cabeza y por ahí la próxima vez hace que lo pienses dos veces cuando hay que ponerse el cinturón o el casco. Llega un punto en que tomás conciencia. Hay que darse cuenta de que le puede tocar a uno", aseguró Ornella Arrigone, de 16 años.
"Cuando hablan los familiares te llega mucho. El sentimiento de culpa y de carga que se siente por no haber podido evitar el choque, o la impotencia por no haber protegido a un familiar o a un amigo es muy fuerte. Todo eso te hace pensar", añadió Agustín Ré (13).
Las reflexiones llegan "en caliente" -con los sentimientos aún flotando en el aire- minutos después de la charla que integrantes de la Fundación Estrellas Amarillas brindaron en el gimnasio del club Sarmiento a los alumnos del colegio secundario Santo Tomás de Santa Rosa.
Fue el cierre de una serie de encuentros en establecimientos educativos de segundo ciclo. Aunque la campaña también incluyó a escuelas primarias, en estos casos con la puesta en escena de una obra de teatro que muestra, en clave de humor, la problemática de la falta de responsabilidad en el tránsito.
"El día del amigo no es un día en el que uno regala algo o se junta a comer, sino cuando le decimos a un amigo que no maneje porque tomó alcohol, que no arranque sin el casco, que use cinturón. Esa es la forma de demostrarle que lo queremos", expuso Laura Vigliotta, médica del área de Terapia Intensiva del hospital Lucio Molas e in-tegrante de la Fundación.
La profesional habló con crudeza sobre los efectos que genera la imprudencia y la falta de respeto a las reglas. Mostró videos y power points ante un auditorio que siguió en silencio la información que se emitía.
"Gracias a todas estas charlas uno toma conciencia y puede crear nuevos hábitos. Es una cuestión cultural. Si tu mamá te lleva a la escuela y te ponés el cinturón todos los días, es algo que inconscientemente tenés incorporado. Y ahora, cuando cada uno llegue a su casa y comente lo que nos contaron, lo que vimos, también promovemos una nueva cultura de prevención. Creo que eso es positivo", describió Ornella.
Desde las autoridades del colegio se impuso este año una práctica en ese sentido. Cuando se ausenta algún profesor, en esa hora libre, el preceptor a cargo acerca material y se habla sobre seguridad vial.
"Es una buena opción que el colegio nos dé esta oportunidad porque son experiencias de vida que uno escucha de primera mano. No es solo un papel que uno lee y después pasa a otra cosa. Acá ves el dolor y eso moviliza", opinó Candela Piazza (13).
Cada día se registra en la Argentina un promedio de 25 muertes por siniestros viales. Son nueve mil víctimas fatales al año. En nuestra provincia, desde enero a octubre de este 2013, ya suman más de 70 las personas que engrosaron esas listas.
"Por cada muerto quedan cuatro personas con discapacidad, y les puedo asegurar que la peor secuela es el dolor en el corazón. Es una mochila muy difícil de sobrellevar", apuntó Vigliotta.
En la pasada edición del programa provincial "Aprender a Gobernar", Ornella presentó un proyecto para "dar charlas en las escuelas en las que hay estrellas amarillas pintadas, además de pintar las estrellas junto con los chicos, pintar sendas peatonales y llamarlos a la reflexión".
La adolescente, que es voluntaria en la Fundación, también habló en el club Sarmiento ante sus compañeros del Santo Tomás y recordó que el trabajo no fue seleccionado en esa oportunidad pero sí llegó al Ministerio de Educación, que brindó su respaldo a la iniciativa. "Educar desde chicos es lo más efectivo para dar vuelta una realidad", aseveró Ornella.
Uno de los momentos más emotivos de la charla fue cuando habló Mirta Forfet, madre de Jésica, que falleció a los 15 años tras un choque con su moto. "No quiso usar casco para no arruinarse el peinado; como decimos en la Fundación, por no quererse. Por eso les digo que no sean cabezas duras y hagan caso, por ustedes, porque en un segundo lo pueden perder todo, como me pasó a mí...", dijo sin poder contener las lágrimas.
"Son ejemplos que te hacen ver la realidad de la peor manera. Uno siempre piensa que le toca a otro, por eso no queda otra que hacer las campañas y hacerse responsable cuando uno maneja o se sube a un vehículo", afirmó Milagros Rodríguez (13).
La Estrellas Amarillas recorrieron diversas localidades, colegios con distintas realidades sociales y económicas pero con la misma necesidad: concientizar y educar. Por eso, en cada final, se invita a los chicos y chicas a levantar la mano y gritar fuerte "¡yo me comprometo!". A usar cinturón, a ponerse casco, a respetar las reglas, a conducir sin alcohol en sangre. A cuidar la propia vida y la de los demás. De eso se trata, de darse cuenta.