La opinión de los chicos respecto a la violencia
Redacción 12/06/2013 - 04.03.hs
El Ministerio de Educación promovió una reunión con estudiantes del secundario; un encuentro con buenas intenciones pero "pocos resultados", según analizaron en el Colegio República Argentina de Santa Rosa.
Distintos hechos de violencia escolar desataron la preocupación. La gravedad y reiteración de casos puso en alerta a docentes, alumnos, padres y funcionarios. La sociedad en general dirigió su mirada a las escuelas y el cuadro de situación derivó en un paro de actividades dispuesto por el gremio docente Utelpa.
En medio de ese estado de ebullición, la ministra de Cultura y Educación, Jacqueline Evangelista, recibió a alumnos de distintos colegios santarroseños y de diferentes localidades de la provincia y allí, durante un par de horas, los adolescentes plantearon sus reclamos y necesidades.
"Es la primera vez que se hace algo así; en ese sentido es positivo porque está bueno que te escuchen, pero en el caso de nuestro colegio no quedamos conformes. Te dicen lo que van a hacer o lo que hicieron pero lo que queremos son hechos concretos, que hagan realidad lo que te dicen porque si no, siempre estamos en la misma", aseguró Gustavo Cáseres, de 17 años y presidente del Centro de Estudiantes del Colegio República Argentina.
En el caso de esa institución, los alumnos hablaron sobre un hecho reciente de violencia que se dio dentro de un aula, cuando los padres de una alumna agredieron a una estudiante en plena clase.
"Nosotros pedimos que se reemplacen los cargos que ya no están, como preceptores y bibliotecaria, y que se nombren otros, como un portero que pueda estar en la puerta. Acá cualquiera entra y sale -como pasó ese día- sin que nadie se entere, no hay ningún control y tampoco creo que sea bueno poner llave por todos lados", señaló Diego Becerra (19), integrante del Consejo de Convivencia que tiene el colegio.
El cuerpo está integrado por dos alumnos elegidos por el resto, dos docentes y dos directivos. Allí se analizan y se discuten los distintos hechos que puedan afectar la convivencia estudiantil.
"El tema de la violencia es complicado, pero en nuestro caso nos duele porque el colegio tiene como una marca al ser de un barrio alejado del centro, y parece que todos somos irrespetuosos, maleducados o provocamos líos, y no es así. Puede haber casos como ha pasado, pero no quiere decir que seamos todos, esa no es la realidad", aseguró Macarena Hernández (17).
¿Y qué creen que se podría hacer para evitar esos casos violentos?
"Hay que organizar jornadas, charlas, que se hable y participen todos porque esto es una comunidad, entonces tiene que haber padres, docentes y alumnos. Estaría bueno que participen los padres porque muchas veces les gusta juzgar desde afuera: si uno hace una reunión sobre las netbooks vienen todos, pero si los convocás a hablar de violencia no viene nadie", criticó Gustavo.
"Cuando estuvimos con la ministra se habló de la violencia pero no se profundizó mucho, porque saltó otro tema y se pusieron a hablar de política, y nosotros mucho de eso no entendemos. Además cuando se habla de política es como que todo queda en el aire", añadió Macarena.
El pasado miércoles los docentes hicieron un paro en reclamo de varias cuestiones, entre ellas la violencia. "Es justo lo que reclaman, no es un tema de sueldos, piden más cargos porque hay situaciones que un solo docente no puede afrontar", apoyó Diego.
En la reunión con Evangelista desde el República reclamaron -una vez más- por tres aulas necesarias para el edificio, un pedido que ya lleva tres años, con muchas promesas y ninguna solución.
"Nos dijeron que tienen que hacer la licitación de nuevo porque no sé qué pasó con lo que se hizo hasta ahora. O sea que todavía no hay nada concreto y estamos cansados de las reuniones. Necesitamos hechos y respuestas concretas, porque con palabras no solucionamos nada", se quejó Diego.
"Hace tres años que pedimos por las aulas, hicimos marchas, sentadas, juntamos firmas y me parece que vamos a egresar sin ver la obra. Nos dieron respuestas políticas, que ya no creemos, te cansa escuchar siempre lo mismo", añadió Martín Duprá (17).
La charla fue organizada por el Consejo de la Juventud. Originalmente se iba a hacer en Casa de Gobierno, pero a último momento se trasladó al Colegio de Abogados y, una vez allí, no se permitió el ingreso de los medios de prensa porque, según se argumentó, la idea era que los estudiantes "estuvieran relajados y sin presiones".
Del Foro de Participación Estudiantil participaron unos 150 alumnos. Hubo delegaciones de Santa Rosa, Alpachiri, Macachín, Doblas, Eduardo Castex, La Maruja y Winifreda. Además de los adolescentes también participaron docentes y directivos de los distintos colegios.
De acuerdo al informe oficial, la jornada "se desarrolló de manera abierta y democrática, en un ida y vuelta entre la ministra de Educación, los jóvenes y docentes participantes".
"Se habló mucho de números, de políticas de gobierno, pero no tanto de cosas concretas. Sí es cierto que nos invitaron a que cada colegio plantee sus necesidades y reclamos, y eso es positivo. El tema es que no quede solo en eso porque sino, no va a servir de nada", planteó Gustavo como resumen, una idea contundente compartida por el resto y que deja en claro la demanda: hechos, no palabras.
Distintos hechos de violencia escolar desataron la preocupación. La gravedad y reiteración de casos puso en alerta a docentes, alumnos, padres y funcionarios. La sociedad en general dirigió su mirada a las escuelas y el cuadro de situación derivó en un paro de actividades dispuesto por el gremio docente Utelpa.
En medio de ese estado de ebullición, la ministra de Cultura y Educación, Jacqueline Evangelista, recibió a alumnos de distintos colegios santarroseños y de diferentes localidades de la provincia y allí, durante un par de horas, los adolescentes plantearon sus reclamos y necesidades.
"Es la primera vez que se hace algo así; en ese sentido es positivo porque está bueno que te escuchen, pero en el caso de nuestro colegio no quedamos conformes. Te dicen lo que van a hacer o lo que hicieron pero lo que queremos son hechos concretos, que hagan realidad lo que te dicen porque si no, siempre estamos en la misma", aseguró Gustavo Cáseres, de 17 años y presidente del Centro de Estudiantes del Colegio República Argentina.
En el caso de esa institución, los alumnos hablaron sobre un hecho reciente de violencia que se dio dentro de un aula, cuando los padres de una alumna agredieron a una estudiante en plena clase.
"Nosotros pedimos que se reemplacen los cargos que ya no están, como preceptores y bibliotecaria, y que se nombren otros, como un portero que pueda estar en la puerta. Acá cualquiera entra y sale -como pasó ese día- sin que nadie se entere, no hay ningún control y tampoco creo que sea bueno poner llave por todos lados", señaló Diego Becerra (19), integrante del Consejo de Convivencia que tiene el colegio.
El cuerpo está integrado por dos alumnos elegidos por el resto, dos docentes y dos directivos. Allí se analizan y se discuten los distintos hechos que puedan afectar la convivencia estudiantil.
"El tema de la violencia es complicado, pero en nuestro caso nos duele porque el colegio tiene como una marca al ser de un barrio alejado del centro, y parece que todos somos irrespetuosos, maleducados o provocamos líos, y no es así. Puede haber casos como ha pasado, pero no quiere decir que seamos todos, esa no es la realidad", aseguró Macarena Hernández (17).
¿Y qué creen que se podría hacer para evitar esos casos violentos?
"Hay que organizar jornadas, charlas, que se hable y participen todos porque esto es una comunidad, entonces tiene que haber padres, docentes y alumnos. Estaría bueno que participen los padres porque muchas veces les gusta juzgar desde afuera: si uno hace una reunión sobre las netbooks vienen todos, pero si los convocás a hablar de violencia no viene nadie", criticó Gustavo.
"Cuando estuvimos con la ministra se habló de la violencia pero no se profundizó mucho, porque saltó otro tema y se pusieron a hablar de política, y nosotros mucho de eso no entendemos. Además cuando se habla de política es como que todo queda en el aire", añadió Macarena.
El pasado miércoles los docentes hicieron un paro en reclamo de varias cuestiones, entre ellas la violencia. "Es justo lo que reclaman, no es un tema de sueldos, piden más cargos porque hay situaciones que un solo docente no puede afrontar", apoyó Diego.
En la reunión con Evangelista desde el República reclamaron -una vez más- por tres aulas necesarias para el edificio, un pedido que ya lleva tres años, con muchas promesas y ninguna solución.
"Nos dijeron que tienen que hacer la licitación de nuevo porque no sé qué pasó con lo que se hizo hasta ahora. O sea que todavía no hay nada concreto y estamos cansados de las reuniones. Necesitamos hechos y respuestas concretas, porque con palabras no solucionamos nada", se quejó Diego.
"Hace tres años que pedimos por las aulas, hicimos marchas, sentadas, juntamos firmas y me parece que vamos a egresar sin ver la obra. Nos dieron respuestas políticas, que ya no creemos, te cansa escuchar siempre lo mismo", añadió Martín Duprá (17).
La charla fue organizada por el Consejo de la Juventud. Originalmente se iba a hacer en Casa de Gobierno, pero a último momento se trasladó al Colegio de Abogados y, una vez allí, no se permitió el ingreso de los medios de prensa porque, según se argumentó, la idea era que los estudiantes "estuvieran relajados y sin presiones".
Del Foro de Participación Estudiantil participaron unos 150 alumnos. Hubo delegaciones de Santa Rosa, Alpachiri, Macachín, Doblas, Eduardo Castex, La Maruja y Winifreda. Además de los adolescentes también participaron docentes y directivos de los distintos colegios.
De acuerdo al informe oficial, la jornada "se desarrolló de manera abierta y democrática, en un ida y vuelta entre la ministra de Educación, los jóvenes y docentes participantes".
"Se habló mucho de números, de políticas de gobierno, pero no tanto de cosas concretas. Sí es cierto que nos invitaron a que cada colegio plantee sus necesidades y reclamos, y eso es positivo. El tema es que no quede solo en eso porque sino, no va a servir de nada", planteó Gustavo como resumen, una idea contundente compartida por el resto y que deja en claro la demanda: hechos, no palabras.
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