Lunes 29 de abril 2024

Alumnos se comunicaron con un astronauta en plena misión

Redacción 04/09/2013 - 04.20.hs
Un grupo de alumnos de la EPET Nº 3 de General Pico logró un hecho inédito en la provincia: hablar con un astronauta italiano que está en plena misión espacial a bordo de un trasbordador de la NASA.

Se comunica con su familia a través de Facebook, Twitter o Skype. Trabaja, se alimenta y en sus ratos libres se dedica a leer, a "navegar" por Internet o, simplemente, a mirar por la ventana. Dicho así parece la rutina de cualquier hombre común, pero en este caso se trata de Luca Parmitano, un astronauta que pasa sus días fuera del planeta Tierra.
Para saber sobre la vida a decenas de kilómetros del universo, un grupo de alumnos de la Escuela Provincial de Educación Técnica EPET Nº 3 de General Pico estableció una comunicación inédita que le permitió conocer de primera mano sobre los usos y costumbres en una misión espacial.
"Estuvo muy bueno porque pudimos hacer un montón de preguntas y la comunicación no tuvo problemas. Nos preparamos durante mucho tiempo ya que había que preguntar en italiano, pero hicimos todo el cuestionario y nos quedó tiempo para seguir hablando", explicó Juliana (17 años).

 

La posibilidad de concretar la charla se inició en 2012 gracias al club de radioaficionados de General Pico que hizo el contacto con la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio) estadounidense para realizar una experiencia que, en el país, solo tenía el antecedente en un colegio de Neuquén.
"La NASA tiene una parte educativa que les permite a los colegios comunicarse con los astronautas. Se hace solo con los países que aportan dinero para la estación espacial, y que a su vez tienen otros países invitados. De ahí viene el nexo con Luca Parmitano", explicó Hariel Ladomega, director de la EPET.
De la charla, que se realizó en el salón de usos múltiples del colegio, participaron alumnos de distintos cursos, quienes debieron preparar y ensayar las preguntas en italiano para que todo saliera de la mejor manera, sin pérdida de tiempo ni interrupciones.

 

"Ibamos pasando de a uno, tomábamos el micrófono y preguntábamos en italiano. En total fueron 20 preguntas que también teníamos escritas en español. A las respuestas las tradujeron después de terminar la charla, pero antes cada uno tuvo que practicar mucho porque teníamos diez minutos para conversar con el astronauta", recordó Víctor (17).
"Le preguntamos por qué quiso ser astronauta, qué comía, cómo dormía, cómo se comunicaba con su familia, qué hacía dentro de la nave, de todo y nos llamó la atención que usaba Facebook", resaltó Facundo (16).
Parmitano tiene 36 años, es italiano y uno de los seis actuales tripulantes de la Estación Espacial Internacional, a la que arribó a bordo de la cápsula rusa Soyuz (en idioma ruso significa "unión"), que lo puso en órbita el 28 de mayo pasado.

 

"Las misiones duran seis meses, y lo que hacen es investigar sobre enfermedades, sobre los movimientos de la Tierra, el agua, la capa de ozono y otras cuestiones de la ciencia. Al trabajar sin gravedad pueden poner en un contexto determinadas cuestiones", indicó Juliana.
Tal como se ve en las películas, los astronautas flotan. No hay gravedad y para estar quietos deben tomarse de las agarraderas y fijar los pies en los estribos. Parmitano contó en la comunicación un momento dramático que le tocó vivir, cuando salió de la nave y se quedó sin oxígeno.
"Se le llenó el casco de agua y estuvo dos minutos sin respirar. Un compañero salió y lo ayudó", expresó Macarena (17). "No creo que vuelva a salir", fue un comentario que lanzaron los chicos entre sonrisas para matizar la mala experiencia.

 

Por tratarse de una escuela con orientación en Informática, la iniciativa puede tener una importancia determinante para el futuro de los adolescentes. "Hay una enorme posibilidad de que ellos tomen conciencia de la importancia de la ciencia. Ése es el objetivo de la NASA con las escuelas, porque se abordan cuestiones de química, matemática, física, informática; todas ramas que nosotros abordamos día a día y que pueden servirles en el futuro cuando estos chicos estudien y comiencen a trabajar", sostuvo Ladomega.
El buen desempeño de los alumnos en la charla tuvo el aporte clave de Carolina Ferrari, profesora de inglés que llenó todos los formularios enviados a la NASA, y de Valeria Bonessi, la docente de italiano a cargo de las traducciones y los preparativos con las preguntas. Además, Ladomega destacó especialmente la participación de Rubén Funes, el radioaficionado que impulsó toda la movida.

 

"Salió todo re bien y como no hubo fallas tuvimos como un minuto y medio extra de comunicación, así que la profesora de italiano aprovechó para preguntarle otras cosas que estaban fuera de programa", resaltó Macarena.
Una de las cuestiones que llamó la atención de los chicos y chicas fue lo referido a la salud y los cuidados de un ser humano en el espacio. "Nos contó que se automedican, y lo que les pasa es que sufren una gran pérdida de calcio, cuando regresan deben realizar una readaptación", manifestó Sofía (16).
Argentina tiene un alto nivel académico en cuanto a la ciencia. El Instituto Balseiro de Bariloche es el centro que aglutina a quienes buscan seguir la carrera de Física, Ingeniería Nuclear o Ingeniería Mecánica. Un lugar que quizás, un día, reciba a un pampeano que pueda cumplir un sueño tan común en la infancia: ser un astronauta.

 


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