Domingo 07 de abril 2024

En la tecla justa

Redacción 25/04/2018 - 01.24.hs

Matias Vassia dedica gran parte de sus días a un instrumento poco habitual para un adolescente: el piano. Entre Marta Argerich y Baremboin, sueña con destacarse con lo que él llama "la máquina de hacer música".
"Son 88 teclas, 88 tonos, una amplitud sonora inmensa que te permite improvisar, componer. Tiene una impresionante complejidad, es una máquina de hacer música", dice Matías como si fuese un enamorado que atraviesa sus primeros meses de encantamiento aunque la relación comenzó hace mucho y cada día parece más afianzada.
Es que Matías Vassia hoy tiene 16 años pero desde los 4 se vinculó a la música. Y ya no la abandonó en una decisión que parece irreversible. "Cuando recién iba al jardín mi papá vio que tenía oído y me enseñó a tocar la guitarra. Después me envió a la academia El Puente con Alejandra Baraybar y ahí estudié cinco años piano. Fue algo inconsciente, involuntario, porque era muy chiquito en ese momento, pero me súper enganché y ya no pude dejar de tocarlo".
Matías cursa en el colegio secundario Domingo Savio, va al gimnasio, sale a correr, se junta con amigos, los fines de semana viaja al campo, pero es la música la que lo acompaña de manera permanente. Hoy estudia junto a Viviana Dal Santo y aunque ya piensa en Abogacía como carrera universitaria es el piano el que ocupa buena parte de sus sueños de futuro.
"El piano tiene infinitas posibilidades. Hoy mi pianista de referencia es Daniel Baremboim pero también me gusta mucho Marta Argerich, sobre todo escuchar sonatas, conciertos para piano desde Mozart hasta Chopin, que son históricos y reconocidos por la calidad de sus obras. Obviamente me falta mucho, pero ojalá siempre esté vinculado y pueda hacer algo con la música porque me apasiona".
Por el oído de Matías ingresa música de "los '60, los '70, bandas como Queen, Led Zeppelin, hasta Joaquín Sabina, INXS, Pink Floyd, Guns & Roses" aunque la música clásica es su debilidad. "Es mucho más compleja, tiene una estructura que no solemos escuchar en la vida cotidiana. Hay que sentarse tranquilo y oír su mensaje y una vez que lo captás, que te entra en la cabeza, ya lo adoptás porque tiene un atractivo único".
Aunque no es común que los adolescentes se vinculen al piano y a la música clásica, Matías asegura que son muchos los que buscan en esas melodías la manera de comunicarse con el arte, o al menos a un pasatiempo que los une por un gusto en común.
"En todo el camino musical que he recorrido, que por supuesto todavía es muy poco, me junté y conocí a muchos chicos con mis mismos intereses, y todos tenemos un gran compromiso por ser mejores artistas y personas. En La Pampa hay muchísimo talento y muchos adolescentes que hacen foco en lo más importante, que es estudiar. Es que es la única forma de evolucionar, de poder mejorar en lo que te gusta", dice convencido del beneficio de la dedicación cuando se elige un arte, un deporte, una ciencia o lo que sea como impulso para levantarse cada día.
"Es como el deporte, para ganar y ser bueno hay que entrenar y dedicarse, además del talento que uno pueda tener hay que estudiar. Y en la música, sobre todo, lo más importante es el estudio", afirmó el joven pianista que además tiene su propia visión sobre la forma en que Música, esa materia tan tradicional en los planes de estudios colegiales, se enseña en las aulas.
"En mi opinión me parece que falta enfatizar más la información en la provincia. Un poco a los profesores de Música les falta hablarle a los chicos sobre, por ejemplo, (Ludwing van) Beethoven porque conocer esas figuras es conocer figuras culturales de la vida. Hoy la materia Música en los colegios está desvalorizada, la información a los chicos tendría que mejorar, el tema de informar y mostrar es clave para poder tener herramientas de aprendizaje", opinó Matías a quien también le gustan otras materias vinculadas a lo social.
¿Y cuándo tocás fuera de tus horarios de clase?
"Estoy aprendiendo mucho con Viviana, que para mí es una excelente música y persona, es de las mejores que hay acá y ella enseña cosas que no son comunes. Fuera de los horarios en que estoy con ella, toco solo en casa o hago juntadas con otros amigos músicos, chicos de otros lugares que tocamos blues, jazz, improvisamos, componemos, nos juntamos. Hay toda una movida re interesante y la idea es hacer presentaciones en vivo. Creo que hay mucho talento dando vueltas por ahí y solo falta unirlo y encaminarlo para que la gente lo aprecie".
Matías sabe que la relación será duradera pero no se conforma y todos los días busca seducir a esa "máquina" que no sabe hacer otra cosa que música, pero que lo tiene enamorado. Por eso planea proyectos en común. Una vida juntos bajo el mismo techo.
"Mi idea es seguir estudiando y aprendiendo todo el tiempo. El piano es unos de los mejores instrumentos que hay y nunca deja de sorprenderte. Lo toco desde chico pero siempre descubro una cualidad nueva. Ojalá pueda construir una carrera, soy solista y entonces todo dependerá de mí, del esfuerzo y las ganas que le ponga. Lo que venga después será un premio".

 


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