Una multitud en defensa de la ciencia

El "Festival Federal de Ciencias 'Elijo Crecer': Ciencia x Argentina” atrajo a numerosas familias pampeanas, en especial a niños y niñas, que indagaron sobre qué y cómo se investiga. Llenaron los stands y pasaron toda la tarde haciendo experimentos, mirando insectos con lupas, observando el sol, las piedras y escuchando a investigadores e investigadoras de nuestra provincia.

“Los chicos tienen la curiosidad a flor de piel”, expresó el ornitólogo Juan Manuel Grande. Fue uno de los investigadores pampeanos del Conicet que colocó un puesto, junto a compañeros y compañeras, para mostrarle a la comunidad qué se investiga en La Pampa y por qué es importante defender la ciencia.

La jornada “Elijo crecer” se desarrolló ayer por la tarde en la plaza San Martín. Comenzó cuando el viento y la lluvia calmaron y el corredor principal de stands estuvo colocado frente a la Universidad Nacional de La Pampa. La actividad estuvo organizada por la casa de estudios y el Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa (Incitap), cuyo director, Javier Breccia, también estuvo presente. La iniciativa contra el desfinanciamiento a la ciencia y la tecnología se realizó en simultáneo con otros puntos del país.

Aprender jugando.

Uno de los puestos con mayor concurrencia fue encabezado por el ornitólogo Juan Manuel Grande, quien se desempeña como profesor en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y es investigador de planta permanente del Conicet hace 12 años. “Nosotros trabajamos en ecología y en interacciones de las aves con el ambiente y cómo afecta la actividad humana a esas aves”, explicó.

Con distintos juegos mostraron cómo se identifica la dieta de las especies con las que trabajan. “Uno dice, ¿y a quién le importa lo que come un pajarito? Bueno, ese pajarito puede estar comiéndose las tucuras que se comen los cultivos de la gente. O un ave carroñera puede comerse los animales muertos que si no se los comen diseminarían enfermedades y podrían afectar a la ganadería”, desarrolló.

Otro de los juegos fue sobre el cardenal amarillo, “una especie en peligro de extinción. A través del juego se invita a los chicos a pensar en las características de la especie y en las amenazas que la afectan”. El investigador aseguró que “los chicos están como locos… Hay una cosa básica de la ciencia y es que pretende responder la curiosidad del ser humano. La ciencia sirve para llenar esa curiosidad que tenemos innata. Y cuando uno va creciendo se va perdiendo, pero los chicos la tienen a flor de piel”.

“Ataque continuo”.

Grande comentó que el objetivo de la jornada fue “visibilizar el contexto en el que estamos porque hay un ataque continuo a la ciencia, a la investigación. Dicen que son actividades que no sirven, se quiere buscar que la ciencia dé plata y en realidad no se entiende qué es la ciencia”.

“La ciencia es mejorar el conocimiento que tenemos de distintas cosas. Ese conocimiento después lo podés aplicar o no. En principio hay muchos descubrimientos que fueron casuales y ahora salvan la vida de la gente, como los antibióticos. La idea es mostrarle a la gente que no somos ñoquis, que trabajamos, que estamos investigando… Queremos que la gente no hable sin saber”, agregó.

También pidió al público que “nos acompañen en la lucha” para que se evite “tirar a la basura décadas de inversión del Estado, de inversión de todos los argentinos porque durante años se ha construido un sistema científico”. En ese marco, Grande recordó que “Conicet es la primera institución científica pública de Latinoamérica”. Si bien presenta “un montón de falencias, en general trabajamos en condiciones relativamente precarias si se compara con otros países y, sin embargo, tenemos un nivel de producción de primer nivel. Si regalamos esa ciencia y esas personas a otros países sería absurdo”.

“Palos en la rueda al trabajo”.

Grande comparó el ataque a la ciencia con lo que sucedió durante al macrismo, pero ahora “es mucho más agresivo en lo verbal. No recuerdo si durante el macrismo se echó a tanta gente tan rápido. En el Conicet no hay ñoquis, hay científicos y técnicos que entramos por concurso. Creo que somos 13.000 empleados”. Mencionó que este gobierno apunta contra las personas administrativas “que están contratadas”.

“La investigación lleva mucha parte de burocracia desarrollada por estos administrativos que están echando. Si se consolida la expulsión de esta gente, van a poner palos en la rueda del trabajo que estamos haciendo”, cerró.

“No nos gusta involucionar”.

La ex subsecretaria nacional de Federalización de la Ciencia, Tecnología e Innovación, Luz Lardone, también estuvo presente en la jornada “Elijo crecer”, la cual definió como “un espacio de reflexión”. Señaló que siempre se piensa al conocimiento “como algo difícil e inaccesible, pero nos estamos dando cuenta que es una sola bandera, que necesitamos proteger las fuentes laborales y que necesitamos hablar de la importancia que tiene como una herramienta de transformación”.

Señaló que cuando el Estado “se ocupa de generar estos bienes públicos, se piensa en derechos, oportunidades”. Lamentó este modelo de país que “ataca” el Conicet y “tenemos que explicar otra vez que el Conicet no es un empleo público, que cada instancia es evaluada”. Destacó que la institución “nos coloca en los primeros lugares continentales de las Américas y en el puesto 20 a nivel internacional con alrededor de 1.800 instituciones de carácter público”.

“Todos los premios Nobel se han manifestado en apoyo a la ciencia argentina. No nos gusta involucionar, cuando es indiscutido que ningún país del mundo se desarrolla sin el aporte del conocimiento en cualquiera de sus formas”, apuntó.

“Cualquier despido está mal, injustificado es mucho peor. La ciencia y el conocimiento es una inversión, no es un gasto. Por eso, el apoyo popular está en estricta correlación con lo que podamos explicarle a la sociedad de lo que importa y para lo que sirve”, finalizó.